Endesa emplea seis meses para demoler una chimenea de la central eléctrica

Tras «seis meses de trabajo intenso», la central eléctrica de Candelaria perdió una de sus dos chimeneas, de 76,5 metros de altura. Endesa adjudicó los trabajos a la UTE Afesa-Nervión, que procedió a la demolición gradual de esta obra de ingeniería que construida en 1973 y que dejó de estar en servicio, junto a su gemela de la misma altura, el 3 de octubre de 2010. En el proyecto participó el personal de la central térmica de Tenerife y el departamento de Ingeniería y Construcción de Endesa Generación. Estos trabajos se encuadran en los planes de descarbonización y Transición Energética que Endesa ha trazado para Canarias.

Los trabajos implicaron desmontar y retirar e material de los grupos de vapor 3 y 4, ambos fuera de servicio desde tiempo después de una vida útil de 487.770 horas, así como la retirada de los grupos de vapor 1 y 2, fuera de servicio desde hace años y con una vida útil similar a los anteriores.

Las obras generado 400 toneladas de hormigón, de los que 300 fueron extraídas mediante la ayuda de dos robots utilizados por primera vez en Canarias y que permanecían instalados sobre una plataforma en la que también operaba personal especializado. Para la demolición de los últimos diez metros se utilizó una retroexcavadora desde el suelo. Los dos robots de tecnología puntera, tipo Brokk 110, están provistos de martillo demoledor y cizalla. Cada uno mide, con los brazos totalmente desplegados, 1,85 metros de largo, 1,15 metros de alto y 0,78 metros de ancho, con un peso de 990 kilos por unidad.

La climatología fue determinante ya que el viento, la lluvia intensa, olas de calor o intensa calima obligaron a suspender los trabajos en diez ocasiones.

De las 3.052 toneladas de material de desecho, el 94% fue reciclado. El desmantelamiento de la chimenea produjo 1.626 toneladas de hierro y acero, 14 de aluminio, 3,64 de cobre, 1.164 de hormigón, 52 de material de aislamiento, casi 11 de cables y 180 toneladas en equipos eléctricos, según informó la compañía.

Daniel Ruiz, jefe de Proyectos Térmicos de Endesa Generación, destacó la complejidad de la operación, «sin precedentes en Canarias y ejecutada por Afesa-Nervión como contratista principal». El 80% de la mano de obra para los trabajos complementarios fue local. En el derribo de la chimenea en altura trabajó una media de nueve operarios, además del personal destinado a la retirada en el suelo de escombros y ferralla, así como los responsables de los estudios previos y de la dirección de obra. Todo el personal contratado era de alta especialización y experiencia en este tipo de operaciones.

La central térmica de Candelaria es historia de Tenerife, unida al desarrollo económico y social durante décadas con sus cuatro grupos de fuel-oil, tres turbinas de gas y tres diésel.