El tiempo cambiante, la falta de previsión y el postureo, riesgos de la subida al pico

Los montañeros alertan de los principales peligros que se afrontan en una ascensión

Imagen aérea del pico del Teide, la montaña más alta de España.

Imagen aérea del pico del Teide, la montaña más alta de España. / ED

Clima cambiante en muy poco tiempo como corresponde a una zona de alta montaña y subida de 0 a casi 4.000 metros; falta de previsión de quien desconoce, sobre todo los turistas, y no se equipa adecuadamente, así como el postureo de los últimos tiempos en las redes sociales. Tres factores fundamentales para configurar un cóctel que eleva exponencialmente los riesgos de la subida al Teide, concretamente al Pico del volcán que alcanza la mayor altura de España, 3.718 metros. Los expertos coinciden en esos riesgos.

El Teide, insisten las fuentes, en las fechas otoñales e invernales, con los días cortos y las temperaturas nocturnas muy bajas, responde a las condiciones de la alta montaña y exige equipo y conocimiento adecuados. Sin ellos, ante cualquier contingencia el riesgo de sufrir un incidente grave se multiplica. Pocos visitantes valoran estos riesgos en la Isla de la eterna primavera.

La consejera insular del Medio Natural, Blanca Pérez, señala que «muchas veces se da una imagen distorsionada del Parque Nacional del Teide por influencers con muchos seguidores, lo cual engaña a la gente porque, por ejemplo, subir en pantalón corto confunde». Rechaza «otras infracciones que invaden el espacio natural».

Montañero

Chano Gil es el presidente de la Federación Insular de Montañismo de Tenerife. Valora: «El reciente accidente en el Parque Nacional del Teide alerta una vez más sobre la seguridad en lugares considerados de alta montaña en los que el riesgo es inmensamente superior a otros de menor altitud, además de cerca de poblaciones o con mejor acceso para los equipos de rescate».

Gil aclara que «la seguridad absoluta no existe porque depende de múltiples factores a tener en cuenta cuando se accede al medio natural». No obstante, afirma que «existen unas reglas básicas». En primer lugar, «planificar la actividad, recabar información suficiente y reciente, conocer tus límites y dejar dicho a dónde vas o consultar la meteorología».

El también experto conocedor del Parque Nacional explica: «Debemos escoger el itinerario, saber el lugar donde se va a ir, las características de los senderos a recorrer, además de la distancia y el tiempo estimado de duración». En función de ello, indica, «podremos saber el material a llevar en la mochila». Pero, como mínimo, «debe contener una cantimplora de litro y medio de agua, comida suficiente, tenis o botas de media caña con dibujo en la suela, chubasquero, abrigo, linterna frontal, móvil bien cargado, gorra para el sol, crema de protección solar y braga o bandana». Sin descartar «para recorridos más largos» la necesidad de ropa adicional.

Conviene llevar también, señala Gil, «un botiquín básico con antisépticos, vendas hemostáticas, agua oxigenada, gasas esterilizadas, suero fisiológico y esparadrapo para limpiar las heridas». De manera complementaria, «pinzas, tiritas, tijeras pequeñas y guantes de látex o vinilo». No descarta «analgésicos, antihistamínicos, antigripales, antidiarreicos y un termómetro». Recuerda que en farmacias y algunos supermercados se venden pequeños kits de primeros auxilios «económicos».

Responsabilidad

Además de las prevenciones individuales o colectivas de los practicantes, Gil cree que «está la labor que debe ejercerse desde los responsables institucionales». En el espacio natural protegido más visitado del país, «se requiere una dotación mayor de personal, tanto para tareas de información y vigilancia, como para sancionar en su caso». Considera que el efecto llamada «genera serios problemas», dado que entre los objetivos de «algunos ególatras» se encuentra el «acceder a lo más difícil, alterando un espacio concreto y luego otros ególatras quieren imitar. Estas conductas incívicas deben ser perseguidas y sancionadas».

El montañero concluye: «Es imprescindible invertir más, especialmente en la educación, y en concreto en la ambiental. A ello debemos contribuir todas las personas para las que la naturaleza forma parte de su idiosincrasia».

Referente

Juan Diego Amador es licenciado en Geografía y profesor, además de guía y Técnico Deportivo de Montaña. Pero, sobre todo, el primer canario en coronar el Everest, la cima del planeta, en 2004. Entiende que «el Teide combina ser la montaña más alta del país con la facilidad de acceso, en vehículo hasta los 2.200 metros». Además de ser Parque Nacional y Patrimonio de la Humanidad lo cual atrae cada año a millones de visitantes,. Normalmente, subraya, «se quedan al nivel del asfalto pero algunos buscan naturaleza, se introducen en la alta montaña y pueden encontrar circunstancias adversas –basta la combinación de vientos del Suroeste con una inyección de aire frío en altura– como el descenso súbito de temperatura, hasta diez grados, oscuridad a última hora de la tarde, bancos de niebla... La cadena de errores que cuando se da conlleva riesgo». Recalca: «El Teide es una montaña con sus peligros a la que se accede con demasiada facilidad».

Juan Diego Amador aclara: «No quiero demonizar las redes sociales pero soy muy crítico con quienes vienen a buscar seguidores a cualquier precio. Desprecian el patrimonio y con valores opuestos a la defensa de la naturaleza. Crean tendencia entre los jóvenes». Rechaza el apoyo más o menos velado de las instituciones públicas a este tipo de actuaciones. La más reciente la subida al Teide, en pantalón corto y cholas de afamado youtuber Thegrefg. Pide «coherencia y ética» ante estos mensajes a millones de seguidores y también «algún tipo de coto a estas acciones que, sin duda, nos perjudican a todos».

Experiencia

José María Pérez Baso, técnico deportivo de media montaña y barranquismo, así como guía de la empresa Patea Tus Montes SL. Lleva 27 años limándose el culo por pistas y senderos de la Isla. Considera que la montaña de Tenerife es «muy amable a simple vista pero luego ya no tanto porque hay condiciones de alta montaña y cierta laxitud para cumplir las normas en el Parque Nacional del Teide». Por ejemplo, indica, «no se hace caso a la señalética o a la previsión meteorológica ni se va equipado». Recuerda la dificultad del sendero de Pico Viejo donde fallecieron las dos personas el viernes. Señala que «hay rutas donde la juventud y la condición física son fundamentales». Además, añade, «se quedaron sin batería por el frío. Es alta montaña y los cambios de temperatura muy bruscos». Ademas, el paisaje en el Teide engaña porque parece que está más cerca de lo que es la realidad». Cree que es mala consejera la toma de decisiones ante factores como «la prisa porque se acaban las vacaciones». Asegura que «en la empresa advertimos de la condiciones y si no se hace la actividad pues no se hace».

Rescates en aumento

Los rescates en montañas de Tenerife superaron en 2022 las cifras anteriores a la pandemia. En invierno o en verano y producto de caídas u otros accidentes. Los bomberos del Consorcio realizaron 152 actuaciones por las 103 de 2019. El aumento en las intervenciones llegó al 48%. El año 2020 registró un gran descenso, apenas 70, por el confinamiento. Ya en 2021 con el inicio del fin de las restricciones repuntaron hasta alcanzar las 150.