El Centro de Recuperación de Fauna de La Tahonilla ingresa 107 tortugas en 2022

La playa de la Nea, en El Rosario, acogió en marzo la liberación de dos ejemplares de 'Caretta caretta' que fueron rehabilitados durante unas tres semanas en el centro, tras ser ingresadas con diferentes patologías

Imagen de una de las tortugas rescatadas en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre La Tahonilla.

Imagen de una de las tortugas rescatadas en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre La Tahonilla. / ED

El Cabildo de Tenerife, a través del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre (CRFS) de La Tahonilla, dependiente del área de Gestión del Medio Natural y Seguridad ha liberado en la playa de La Nea, municipio de El Rosario, dos ejemplares de tortuga Caretta caretta que fueron recuperadas en el centro. En 2022, el CRFS recibió a 107 ejemplares de tortuga, 104 pertenecientes a la especie Caretta caretta y tres ejemplares de tortuga verde (Chelonia mydas). Las tortugas recuperadas se cuidan y se alimentan hasta que llega el punto en el que son capaces de nadar correctamente y cazar de manera autónoma, momento en el que están preparadas para ser liberadas de nuevo en el Atlántico.

Diferentes intervenciones

La primera de ellas fue localizada el pasado 11 de marzo mientras nadaba con dificultad cerca de la costa de Los Gigantes, en Santiago del Teide. El animal se encontraba con una red de pesca enganchada en la aleta delantera derecha. Tras ser rescatada, el CRFS recibió al animal para comenzar su proceso de recuperación y rehabilitación.

Imagen de una de las tortugas rescatadas en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre La Tahonilla.

Imagen de una de las tortugas rescatadas en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre La Tahonilla. / ED

Tras la primera inspección se determinó que la aleta enredada debía ser amputada debido a los claros síntomas de necrosis y ante el riesgo de que la enfermedad se expandiera por el resto del cuerpo. Por tanto, la aleta fue amputada y, a continuación, comenzó su proceso de recuperación. Después de aproximadamente tres semanas la tortuga superó el periodo de rehabilitación y recuperación y fue devuelta al mar para que prosiga su correcto desarrollo.

Por otro lado, el segundo ejemplar fue localizado el 7 de marzo, mientras nadaba a varias millas de Puerto Colón, en Costa Adeje. El animal se encontraba nadando con dificultad y con evidentes síntomas de agotamiento. Además, mostraba la visible presencia de hongos en el caparazón. Esta tortuga fue recuperada por un grupo de particulares y la entregaron al cuerpo de Policía Local de Adeje para su posterior traslado a La Tahonilla.

En la primera valoración se determinó que los hongos no sólo afectaban al caparazón, sino también a las aletas y al plastrón de la tortuga. Durante su periodo de recuperación se le administró antifúngico de uso tópico y por vía oral. Asimismo, recibió una terapia específica basada en sesiones de láser y rayos ultravioletas para completar el tratamiento. Por último, al superarse la enfermedad a lo largo dos semanas, la tortuga fue devuelta al mar para que prosiga su proceso evolutivo.

La tortuga Caretta caretta es una especie de reptil marino que recibe el apelativo de “boba” por la facilidad con la que, antiguamente, los pescadores capturaban a esta especie mientras se encontraba cerca de la superficie. Se trata de un animal migratorio y de gran orientación. Su presencia concentra los océanos; Atlántico, Índico y Pacífico, en especial aquellos lugares con mares templados.

En Canarias se trata de la tortuga marina con mayores índices de avistamiento. Su estancia en las aguas del archipiélago se prolonga prácticamente durante todo el año, en especial durante los meses de primavera-verano. Su dieta es sobre todo carnívora y se trata del depredador natural de las medusas. Es frecuente que las propias tortugas confundan las bolsas de plástico, u otra basura marina, con las medusas e ingieran grandes cantidades de plástico debido a esta confusión.

El Centro de Recuperación de Fauna Silvestre (CRFS) La Tahonilla recibe aproximadamente ejemplares de diferentes especies de tortugas silvestres (no domésticas) cada año que son encontradas por ciudadanos particulares y por diferentes organismos públicos, como los cuerpos policiales, así como por otro tipo de entidades colaboradoras, como clubes de buceo, muelles deportivos y cofradías de pescadores.