«La Virgen siempre se adelanta». Casi como un lamento o como la confirmación de la esperanza en la Patrona de Canarias, el actor José Luis de Madariaga mostraba su sorpresa cuando, recién llegado al escenario de la plaza de la Basílica, veía alongarse a las puertas del templo a la Imagen Morena, minutos antes de las 20:00 horas para dar paso a la Ceremonia de los Guanches a la que desde hace cinco años presta su voz.

Desde las cinco de la tarde –casi a la par que en la plaza de Teror, en la entrada del municipio se celebraba el encuentro entre dos grupos de las dos localidades marianas hermanadas de Canarias– las escaleras de la Fuente de los Peregrinos se habían convertido en las localidades más demandas para seguir en directo la primera salida de la Virgen de Candelaria a su plaza después de dos años de limitaciones sanitarias por el covid.

Ya por la mañana los aparcamientos de la Villa se quedaron chicos, tanto el que se localiza en el mirador que se localiza en la trasera de la Guardia Civil como en los márgenes de la carretera por el que se accede al Polígono Industrial de Güímar, lo que hacía presagiar que por la tarde la Villa quedaría bloqueada, algo que finalmente no ocurrió; es más, hubo menos peregrinos que en años anteriores.

La brisa suave de la mañana fue remitiendo con el paso de las horas, en la misma proporción que se iba llenado de fervor y emoción Candelaria. Dos puntos álgidos: la Ceremonia de los Guanches y la procesión de la Patrona por las calles de la Villa, aderezada por las voces de Sislena Caparrosa, en el trayecto de ida a El Pozo donde se recuperaron los tradicionales fuegos, y al regreso, en la casa de Miguel Ángel Olivera, con la interpretación de la candelariera Anaé –que igual graba a canción del Carnaval que llena de sentimiento su canto a la Virgen Morena. Y ya desde el balcón del antiguo Ayuntamiento de la villa –otrora escuela del pueblo–, con las intervenciones de Olga Benavente, Fernando Santana y Chago Melián, cuya participación siempre trae al recuerdo al dominico Jesús Mendoza, que tanto quiso y promocionó a la Patrona de Canarias. Y como colofón, las palabras del rector de la Basílica, José Ramón Enjamio que, antes del tradicional Ave María, dedicó un recordatorio a las personas que ya no están por la incidencia de la pandemia y animó a los peregrinos a encontrarse con Dios a través de María.

Este 14 de agosto Candelaria volvió a celebrar el Día Internacional de Peregrino y la Tradición, donde la fe, la devoción o el amor a la Virgen se muestra a flor de piel entre las decenas de miles de peregrinos que transitan estos días por la Villa Mariana.

Ya el momento de la salida de la Virgen desde la Basílica para presidir la Ceremonia de los Guanches suscitó lágrimas en muchos peregrinos, hasta el punto que los más incrédulos admitían sentirse emocionados y sobrecogidos por la bella de la Imagen sobre en trono de plata con faldón azul bordado en plata que para algunos representaba que la imagen se elevaba sobre el mar. Fue la última ceremonia de los guanches en la plaza antes de que las próximas Fiestas de Agosto esté en obras, lo que obligará a buscar un nuevo emplazamiento para estos actos.

Las ganas del reencuentro quedaron de manifiesto en la exhibición pirotécnica de El Pozo en honor a la Patrona y en la que se sucedió al término del Ave María de Chago Melián. Candelaria se estremeció anoche entre fuegos artificiales en el reencuentro con la Patrona de Canarias entre vivas a la Virgen que dieron paso a isas y folías en la noche de los peregrinos.