El polémico edificio Iders de Puerto de la Cruz será demolido. El Ayuntamiento portuense se lo confirmó en una reunión mantenida este martes 21 de junio a los propietarios de este inmueble «en ruina inminente» que, desde hace 31 años, se ha convertido en una vergüenza para la ciudad turística. El concejal de Ciudad Sostenible y Urbanismo, David Hernández (ACP), también ha asegurado a EL DÍA que tras la aprobación del decreto de ruina «el único futuro del Iders es la demolición y ya no hay vuelta atrás».
David Hernández explica que desde que llegó al gobierno en junio de 2019 comenzaron a analizar «la gran cantidad de expedientes inconclusos sobre el Iders que se acumulaban en el Ayuntamiento», para terminar decidiendo, en marzo de 2022, que la única solución pasaba por volver a empezar. «Retomar esos expedientes inacabados planteaba más complicaciones que empezar uno nuevo y, por eso, se encomendó a los técnicos municipales un nuevo informe que este mes concluyó con la aprobación del decreto de ruina inminente. Para el que ya no hay marcha atrás».
El Gobierno local (PSOE-ACP), liderado por el socialista Marco González, ha tomado la decisión de no seguir esperando por la segunda edición del Plan de Modernización y Mejora (PMM), «porque eso volvería a ralentizarlo todo». Políticos y técnicos han llegado a la conclusión de que no existe otra alternativa que demoler, «que en el fondo es lo que ocurriría, se siguiera el camino que se siguiera», apunta Hernández.
El Consistorio portuense trabaja ya en el próximo desalojo y tapiado del inmueble
El área de Urbanismo del Ayuntamiento portuense tampoco va a esperar por el Consorcio Urbanístico para la Rehabilitación Turística de la ciudad. El proceso se llevará desde la administración municipal y «ya está todo preparado para seguir dando cada uno de los pasos necesarios».
Los propietarios convocados a la reunión de la tarde de este martes en el Ayuntamiento fueron informados de esta decisión y de los pormenores y responsabilidades de cada una de las partes. Lo primero que hará a partir de ahora el Consistorio es iniciar el proceso de notificación de la declaración de ruina inminente, que es «la solución más rápida para este problema, que dura más de 30 años», según indica el edil de Ciudad Sostenible. Si alguien recurre a los tribunales, el proceso se demorará, aunque Hernández confía en que «esta solución interesa a todos».
Es la solución más rápida, pero no será rápida. El procedimiento administrativo tiene sus plazos y demoler el Iders es una gran obra, que requiere un proyecto y numerosas autorizaciones. Mientras se concreta el final del Iders, desde el municipio se reconoce que trabajan en el próximo desalojo y tapiado del inmueble, donde sólo queda un reducido grupo de ocupantes ilegales. Son en torno a una docena de personas que viven entre ratas, insectos y basura; sin agua ni luz eléctrica; en un inmueble que se cae a trozos, y en unas condiciones de absoluta insalubridad e inseguridad.
Vecinos y empresarios del entorno del edificio Iders protestarán el próximo martes 28 contra la situación que sufren desde hace muchos años debido a la acumulación de basuras, la presencia de ratas e insectos, la ocupación ilegal, los incendios, los incidentes y los escándalos que se producen día y noche.
