Un móvil en la tapa de la gasolina permitió al autor de un apuñalamiento seguir a las víctimas en Tenerife

El subinspector Raúl Santamaría salvó la vida a un bailador profesional de bachata natural de Badalona

Un agente de la Policía Nacional fuera de servicio logra salvar la vida de la herida e identificar al vehículo del autor

El Día

Un subinspector de la Policía Nacional libre de servicio consiguió salvar la vida a un joven que acababa de ser apuñalado en la autopista del sur (TF-1), a la altura de Güímar, en la madrugada del pasado 24 de diciembre.

El agente le taponó dos heridas y provocó un coágulo que, al final, impidió que la víctima se desangrara. Una joven tinerfeña, de 21 años, expareja del agresor y que estaba con el varón acuchillado, sufrió una detención ilegal por el presunto autor, que la amenazó de muerte y, tras la chica saltar del turismo para huir, la volvió a atrapar y le pegó puñetazos en la cara.

Las dos personas afectadas fueron seguidas por el implicado gracias al teléfono móvil que colocó junto a la tapa de la gasolina del vehículo de la citada mujer.

Tras ser detenido, junto con un colaborador, el presunto autor material del apuñalamiento, de 26 años y natural de la República Dominicana, ingresó en prisión provisional por homicidio en grado de tentativa, lesiones, amenazas y retención ilegal. El arresto fue realizado por la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil en la casa de la joven afectada.

Las víctimas habían salido la noche del 23 de diciembre a bailar en un local de Costa Adeje. Después, ambos pasaron por otro establecimiento de Los Cristianos a ver bailar a una amiga. El varón herido, de 27 años e identificado como Carlos, es un bailador profesional de bachata (baile latino) natural de Badalona.

El hombre y la mujer regresaron hacia Santa Cruz de Tenerife en la madrugada del 24 de diciembre. A las 4:30 horas, el subinspector Raúl Santamaría y su esposa también volvían a la capital tinerfeña. Esta última iba al volante e iba adelantando. De repente, el conductor de otro coche que venía detrás empezó a picar la luz larga. Ellos se apartaron, el individuo los pasó y, tras adelantar, al automóvil de las víctimas, redujo la velocidad y obligó a parar en el carril derecho tanto a los afectados como al mando policial y a su esposa.

 Así, en la vía, a la altura del kilómetro 30 en sentido a la capital tinerfeña (por la zona de El Tablado), quedaron parados tres automóviles: el del presunto agresor, el de las víctimas y un tercero donde iba el subinspector de la Policía Nacional y su esposa.

Después, el ciudadano dominicano se bajó y caminó muy calmado hacia el joven badalonés que iba con su expareja. El subinspector pensaba que iba a ser la clásica discusión de tráfico. Al ignorar lo que iba a pasar segundos después, el bailador profesional bajó la ventanilla. Y el individuo caribeño presuntamente le propinó diversas puñaladas en el abdomen, el tórax y un hombro.

A partir de ese momento, el acuchillado empezó a perder mucha sangre. La joven tinerfeña, que iba de copiloto, salió de su coche aterrorizada. Y el presunto agresor la agarró y la introdujo por la fuerza en el vehículo que usó para perseguir e interceptar a los afectados. Pero no se fue.

Se volvió a bajar, regresó hacia el joven apuñalado, y le provocó una nueva cuchillada muy cerca del corazón. Después se llevó las llaves del turismo de su expareja, para impedir que lo arrancara, lo persiguiera o pudiera dirigirse a un hospital. Así lo explica el abogado Alfredo Gómez Álvarez, que ejerce la acusación particular como letrado de las víctimas.

El subinspector Raúl Santamaría explicó a EL DÍA que en ese segundo ataque, la joven tinerfeña trató de frenar la agresión y después se marchó atemorizada.

Auxilio a la víctima

El policía nacional libre de servicio había visto el ataque y se dirigió a auxiliar a la víctima. En un primer momento, su esposa lo frenó, «con buen criterio» –matiza Santamaría–, ya que lo advirtió de que no tenía encima su arma reglamentaria. Esos segundos los aprovechó para recordar datos de los coches implicados y la descripción física del agresor para ofrecerlos más tarde a los servicios de seguridad y emergencias.

Cuando llegó al Volkswagen Polo donde se hallaba Carlos, éste ya estaba inconsciente y sangraba abundantemente, sobre todo por un hombro y el abdomen. Mientras, su mujer dio marcha atrás, unos 20 o 30 metros, para poner los cuatro intermitentes y que otros conductores redujeran la velocidad. Pero los otros coches seguían pasando sin parar por el carril izquierdo.

Para taponar las heridas, Raúl usó una especie de manta aislante con la que presionó las citadas lesiones. «Carlos se me iba por momentos; lo perdí unas seis o siete veces y lo tuve que despertar», relató Santamaría. Fueron 22 minutos agónicos hasta que llegaron las ambulancias desde el Hospital La Candelaria. Y los guardias civiles llegaron desde la Compañía de Las Américas, mientras que los agentes de Tráfico procedieron desde el destacamento de San Benito, apuntó el subinspector.  

Con la acción de taponarle las heridas propició un coágulo, que facilitó que el herido no se desangrara del todo. Mientras esperaban por las ambulancias, el agente consiguió que la víctima le dijera que el protagonista del ataque era la expareja de su amiga. Y cuando los guardias civiles le mostraron al subinspector los antecedentes del presunto autor de la agresión con arma blanca, la foto coincidía plenamente con la cara del varón al que acababa de ver huir con la joven retenida.

El acuchillado fue trasladado a Urgencias del Hospital Nuestra Señora de La Candelaria, donde fue intervenido con la máxima celeridad. Tuvo que ser abierto desde el cuello hasta la ingle para saber qué heridas tenía, puesto que no daba tiempo a hacerle un escáner. Así se descubrió que una puñalada le llegó cerca del corazón y otra le había perforado la pleura (capa delgada de tejido que recubre los pulmones y reviste la pared interior de la cavidad torácica).

Según la investigación de los agentes de la Guardia Civil del Equipo de Delitos contra las Personas, el presunto autor del ataque con arma blanca llamó por teléfono a un amigo para que lo recogiera en otro coche. En el momento en que el ciudadano dominicano se desvió de la autopista del sur para realizar un cambio de sentido, tras reducir la velocidad, su expareja saltó del turismo para intentar huir. Sin embargo, el individuo caribeño paró el automóvil, cogió a la chica y le propinó varios puñetazos en la cara.

Además, en alguna ocasión la amenazó de muerte. Le dijo que, tras lo que había hecho, la iba a matar a ella también, pues, de todas formas, iba a ir a la cárcel.

Según el relato ofrecido por la afectada a los investigadores de la Guardia Civil, el principal acusado, su amigo y ella volvieron al lugar de la autopista en el que se produjo el ataque con arma blanca, pero en otro vehículo para no ser identificados. Una de las hipótesis de las personas conocedoras de este asunto es que los dos varones supuestamente tenían intención de eliminar pruebas; es decir, de deshacerse del Volkswagen Polo y del joven catalán. Pero ya entonces junto al varón acuchillado estaban guardias civiles, además del policía nacional libre de servicio.

Supuestamente, al pasar a la altura del dispositivo de emergencias, uno de los varones obligó a la joven a bajar la cabeza para que nadie la reconociera.

A continuación, los dos individuos se dirigieron a la vivienda de la chica retenida. Y fue allí donde fueron detenidos el acusado del apuñalamiento y su amigo, que presuntamente ejerció como colaborador en el mencionado suceso.

Los investigadores de la Guardia Civil detectaron un hecho curioso. Junto a la tapa de la gasolina del automóvil de la joven perjudicada, encontraron un teléfono móvil de la marca IPhone. Una de las hipótesis es que el citado terminal fue colocado allí por el acusado del apuñalamiento como medio para geolocalizar a las víctimas en su recorrido por el sur de Tenerife. El individuo tiene antecedentes por violencia machista sobre una pareja anterior a la citada joven, según los datos que han trascendido.

El abogado Alfredo Gómez prevé realizar una acusación al mencionado individuo por asesinato en grado de tentativa, amenazas, lesiones en el ámbito de la violencia sobre la mujer, retención ilegal y conducción temeraria. El apuñalado tenía previsto viajar horas después para disfrutar de la Nochebuena con sus padres. Sin embargo, debido al mencionado ataque, fueron los progenitores de la víctima quienes debieron viajar a Tenerife sin saber si su hijo sobreviviría al apuñalamiento o no, explicó Alfredo Gómez.