«El incendio fue provocado»

Hay un par de líneas abiertas en relación al inicio del fuego en el Mirador Chivisaya

Aún no hay detenidos, pero sí se ha informado a la autoridad judicial de las pistas

Una dotación de bomberos observa la evolución de uno de los focos del incendio. | | ANDRÉS GUTIÉRREZ

Una dotación de bomberos observa la evolución de uno de los focos del incendio. | | ANDRÉS GUTIÉRREZ / Jorge Dávila

Ayer se confirmó lo que era un secreto a voces: «El incendio fue provocado». Aunque desde el minuto cero las sospechas sobre un origen intencionado eran elevadas, el rumor [o lo previsible] no alcanzó el grado de noticia hasta el ecuador de la primera rueda de prensa del domingo. Lo que no hizo Fernando Clavijo, presidente del Gobierno de Canarias, fue entrar a valorar las investigaciones que lleva a cabo en la actualidad la Guardia Civil. «Tienen varias líneas de trabajo, pero no voy a ofrecer datos sobre ellas». Sí. Especialistas de la Policía Judicial del Instituto Armado llevan días recopilando datos [fotos y testimonios] en la zona en la que arrancan las primeras huellas de un suceso que ha arrasado más de once mil hectáreas y con incidencias en once municipios.

El hermetismo es total, pero en Arafo hay vecinos que han hablado con guardias civiles –de la unidad de policía judicial o el Seprona– para ir atando cabos. Por ahora no hay detenidos, pero sí que se ha informado a la autoridad judicial de una serie de movimientos que se consideran «clave». El mismo miércoles, cuando aún se desconocía la magnitud real del siniestro, las averiguaciones se centraron en una primera labor de documentación para identificar a posibles vecinos asociados a diligencias relacionadas con la quema de rastrojos incontrolada o el uso de fuego en una zona prohibida [ese límite afecta a las personas que lo hicieron fuera de un área recreativa habilitada para ello o en un periodo en el que no estaba permitido por una alerta de altas temperaturas]. Estas operaciones se centraron en Arafo y en una parte de Candelaria.

Aunque hay otras vías de estudio, todo está focalizado en los seis conatos contabilizados en menos de un mes en una franja muy próxima –en los lindes de Arafo, Candelaria y El Rosario– y en el estudio de posibles coincidencias [presencia de algún vecino o coche] que puedan ser un punto de partida concluyente del que poder tirar. Esa parte, la que se localiza en el Valle de Güímar, ha dado como resultado trazar un patrón común. Lo que no está claro aún, de ahí que haya varios frentes, es si el pirómano únicamente ha podido actuar en la zona que está bajo estrecha vigilancia o puede estar involucrado en otros conatos. Igualmente, no hay indicios que descarten que haya varias personas involucradas.