Desaparecido en Málaga

La desaparición que terminó en el cementerio municipal: "Mientras lo buscábamos, mi hermano estaba muerto y enterrado"

Falleció el 29 de febrero, tuvo sepelio, entierro, y "nadie fue capaz de avisar". Manuela, hermana de Eduardo Jiménez, habla con CASO ABIERTO y sigue en shock: "no hay palabras para explicarlo"

Eduardo, al que todos conocian como 'Cogote', ha sido localizado en el cementerio municipal.

Eduardo, al que todos conocian como 'Cogote', ha sido localizado en el cementerio municipal. / CASO ABIERTO

Tamara Morillo

Tamara Morillo

"Fallecido. Su hermano está muerto, ha fallecido". Manuela, sobresaltada, respondió que no. "¿Muerto? No. Mi hermano está desaparecido, llevamos buscándolo… llevamos dos semanas sin saber de él". Lo que sigue la dejó en shock. "No, señora. Su hermano murió el 29 de febrero. Ya está enterrado".

Manuela, que padece de corazón, se quedó sin aire. Estaba en el Centro de Salud. "Eduardo Jiménez… mire bien. Llevo viniendo a este ambulatorio desde que empecé a buscarlo y nadie me ha dicho nada. No puede ser". Y fue. Eduardo Jiménez Rolando, 64 años, aparecía sin registro alguno en la Seguridad Social. "Llamé a la policía y vino...", revive Manuela. "Me dijo que acudiera a una oficina, ventanilla única, la siguiente dirección... a recoger toda la información…", explica. "Mientras nosotros buscábamos, batíamos el terreno… mi hermano estaba muerto y enterrado en el cementerio municipal".

Invisible en vida

Su desaparición, su búsqueda y su localización han sido dolorosas. "Mi hermano era toxicómano", lamenta Manuela. No pudo ayudarle, sacarle de su adicción, pero siempre caminó a su lado. "Quizá eso explique muchas cosas de la investigación", se queja. "Él estaba yendo a por la metadona… De hecho, por eso fui al centro de salud a preguntar, para saber si había ido, ya que si lo había hecho podrían decirme algo de él", cuenta la mujer. "¿Se ha tratado así a mi hermano por su adicción?".

Su enganche, total, le jugó una mala pasada. Eduardo deambulaba de aquí para allá. La droga le dejó sin techo, sin hogar. En Málaga muchas personas se habrán cruzado con él pero, invisible como tantos, no encontrarían en su rostro parecido con la foto que se difundía en el cartel.

"Tal vez por eso no nos cogieron ni la primera denuncia…", lamenta la mujer. El mismo 29 de febrero, tras saltar las primeras alarmas, Manuela cuenta que acudió a la comisaría. Mi hermano no está. "Será algo voluntario", dijeron. La denuncia no prosperó, no hubo -policialmente- investigación que iniciar. "No lo harían hasta el 8 de marzo, cuando insistí".

Varón, 64 años, 1,65 de estatura. Complexión delgada o muy delgada, cabello rapado canoso. Se llama Eduardo, pero le llaman 'Cogote', presenta una ligera cojera en ambas piernas al caminar. Sin noticias, sin señales, sin Eduardo, en ese impasse, la búsqueda de la familia no se detuvo. "Nosotros buscamos por todos los sitios". Se hicieron batidas, rastreos. Se sumó a ellos la Plataforma 'Adonay'. Sin resultados. "Buscamos... y buscamos, pero Eduardo ya estaba enterrado".

Cartel de la Plataforma Adonay desactivando la alerta por desaparición: Eduardo había sido localizado.

Cartel de la Plataforma Adonay desactivando la alerta por desaparición: Eduardo había sido localizado. / CASO ABIERTO

"Vaya al cementerio"

 "Rota, hundida, porque esto es para vivirlo... voy a la oficina que me dice la policía", describe Manuela. "Y me preguntan que quién me ha mandado ahí. Le digo que los agentes de policía y me dicen que ellos no saben nada". Manuela les ruega ayuda. "Váyase al cementerio que allí le informarán. Su hermano está allí desde el día 2". Manuela fue al cementerio. Localizado, 'Cogote' -como le decían con cariño los que le conocían bien- estaba allí. "Que sí, que mi hermano estaba enterrado. Sin un papel, sin nada, sin haberle hecho la autopsia… y sin decirnos nada a nadie", se rompe la mujer. La búsqueda se acaba aquí. "Bueno, yo me lo tengo que creer… Porque yo no lo he visto ¿es él?".

Denuncia a todos los organismos

"El dolor que he pasado no lo sabe nadie. Durante la búsqueda, en el momento que me dicen lo que me dicen… y ahora. ¿Cómo creen que me sentí cuando, sola en ese ambulatorio, me dicen que mi hermano está muerto, sin más?".

Manuela se apoya en Adonay, que se suma a la denuncia de esta situación. "Lo que es lamentable y no debe volver a ocurrir, y esto lo denunciamos sin fisuras", explican desde la Plataforma, "es que debido a la insistencia de los familiares que se estuvieron moviendo por todos los estamentos públicos a su alcance, pudieron saber a través del centro médico donde acudía don Eduardo, que se encontraba muerto y enterrado desde el pasado 29 de febrero. No habiendo sido comunicado la defunción ni el entierro del mismo a ningún miembro de su familia con la sorpresa y dolor que les causo esta triste noticia". Desde Adonay, Jorge Granada, incide: "esto no puede ocurrir. Es un ejemplo más de la falta de empatía y comunicación entre organismos e instituciones en caso de desapariciones".

"Mi hermano, además, quería ser incinerado, no enterrado", amplía Manuela. "Él tenía escrito y dicho que quería que lo tiraran al mar con su madre y su otro hermano... ¿Por qué lo metieron ahí?". Manuela se lamenta: "¿cómo murió? ¿Por qué no fuimos notificados del entierro en el cementerio municipal?". Los interrogantes son muchos. "Y la verdad, ya no sé si es mi hermano el que está en esa tumba. No hay autopsia ni papel". La lucha, ya 'localizado', no cesa: "esto es una injusticia y un dolor enorme". Cambia el cartel, ya no se pide ayuda para encontrarlo, el grito ahora es justicia. "Sigo sin poder creerlo... entiéndanme, ayúdenme".