Operación policial

La Policía libera en Palma a 13 mujeres obligadas a prostituirse

Las víctimas eran captadas a través de un programa informático y eran vigiladas las 24 horas del día por la organización

Un vehículo de la Policía Nacional.

Un vehículo de la Policía Nacional. / EP

J.F. Mestre

La Policía ha rescatado en Palma a 13 mujeres que eran siendo víctimas de explotación sexual. La víctimas, según han detallado fuentes policiales, eran captadas a través de una “app” de mensajería. Además de la liberación de estas mujeres, los investigadores han logrado detener a 17 personas que formaban parte de la red de explotación sexual.

En esta investigación ha intervenido Europol debido a los entramados internacionales de la red, que además de prostituir a mujeres, también se dedicaba, supuestamente, a vender estimulantes sexuales, con lo que conseguían aumentar sus beneficios económicos.

La Policía ha podido constatar que la organización imponía un régimen de esclavitud a estas mujeres, de tal manera que las obliga a estar siempre disponibles para atender a un cliente, bajo una vigilancia continua. Realizaban servicios sexuales a domicilios, donde eran trasladadas por algún miembro de la organización, que en todo momento controlaba a las mujeres.

La organización captaba a sus víctimas en su país de origen, que era China. Lo hacían a través de individuos asiáticos, que eran los que conocían a estas mujeres. La organización les ofrecía realizar un viaje a Europa y si aceptaban les cobraban unos 15.000 euros, por los gastos del traslado. Inicialmente las trasladaban a Polonia, donde les esperaba un individuo de la organización, que recaudaba el dinero. Este mismo hombre, además, muchos meses les incrementaba la deuda en 400 euros al mes por los gastos de seguridad social, ya que les firmaban un contrato como tapadera. Y es que la organización, para justificar la presencia de estas jóvenes en Europa, tramitaban contratos de trabajo fraudulentos, con la única intención de tramitar los visados, para que las mujeres pudieran entrar sin dificultad en el espacio Schenger.

Una vez que ya en Polonia se tramitaba toda esta documentación, las mujeres eran trasladadas a Mallorca. Les decían que en la isla tendrían un empleo. Todas ellas se encontraban en una grave precariedad económica y la organización les prometía que ganarían mucho dinero.

Al llegar a Palma se las trasladaba a una vivienda, donde eran obligadas a ejercer la prostitución.

Las mujeres, además de estar en situación irregular en España, no conocían el idioma. Ello hacía que solo dependieran de la organización.

Esclavizadas por la organización

La Policía descubrió que la principal responsable de este grupo en Mallorca era una mujer, que contaba con una serie de colaboradores que se encargaban de dormir en los pisos de alterne y así podían controlar los servicios sexuales que tenían las víctimas y recaudar el dinero. Fuentes de la investigación han asegurado que las condiciones bajo las que tenían que ejercer la prostitución eran abusivas, tratando a las víctimas como esclavas. Debían estar disponibles las 24 horas del día y los siete días de la semana. Tenían prohibido rechazar a un cliente.

Las chicas solo se quedaban, como mucho, con la mitad del dinero que recaudaban por estar con los clientes. Apenas les permitían salir a la calle, para no levantar las sospechas de los vecinos del edificio donde estaba ubicado el prostíbulo. Sí salían cuando realizaban servicios de “escort”, es decir, se trasladaban a otros domicilios tras ser contratadas por un cliente. En este caso algún miembro de la organización las trasladaban en vehículo, o pedían taxis. Controlaban en todo momento los tiempos de estos servicios y las chicas eran monitorizadas de manera permanente a través de cámaras de videovigilancia.

A través de investigación se pudo constatar que este grupo criminal captaba a sus víctimas mediante una aplicación de mensajería instantánea. Utilizaba diferentes webs de contactos para publicitar los servicios sexuales. Cuando un cliente llamaba, quién atendía el teléfono era algún miembro de la organización, que concertaba los encuentros sexuales.

Además de la prostitución, esta organización también vendía vigorizantes sexuales. Gracias a ello las relaciones con las chicas eran más largas y ganaban más dinero. Canalizaban las ganancias a través de una empresa de hostelería, que era propiedad de la principal sospechosa. Gracias a este negocio se lograba aparentar que los beneficios que se obtenían a través de esta doble actividad eran legales.

Gracias a esta investigación, en Mallorca se ha logrado liberar a 13 mujeres que eran explotadas sexualmente. Sin embargo, las detenciones se han realizado, además de Palma, en Barcelona, Madrid y Polonia. Se les acusa a las 17 personas arrestadas de los delitos de trata de seres humanos y pertenencia a organización criminal.

En el operativo se realizaron siete registros domiciliarios, seis de ellos en Palma. Gracias a ello se intervino 15.000 euros en metálico y 14 teléfonos móviles.