La Fiscalía Provincial de Las Palmas, en el ejercicio de las funciones que tiene legalmente atribuidas, procedió de oficio a incoar diligencias de investigación con el objetivo de determinar si las manifestaciones realizadas durante los pasados días por el sacerdote Fernando Báez Santana en diversos medios de comunicación y redes sociales merecen la calificación de infracción penal. Cabe recordar que el citado religioso, entre otras cosas, consideró que la ruptura de la pareja formada por Tomás Gimeno y Beatriz Zimmermann, que tenían dos hijas en común, y el inicio por parte de la mujer de una relación sentimental con otro hombre contribuyeron a que se produjera la tragedia que presuntamente ha acabado con el asesinato de las pequeñas Olivia y Anna, así como con el supuesto suicidio de su padre.

Según se explica en un escrito del portavoz de la Fiscalía de Las Palmas, «la indignación social generada por tales manifestaciones y el común rechazo de que se han hecho acreedoras animan la presente comunicación». En la breve nota también se advierte de que, «sin embargo, el respeto que exige el inmenso dolor causado y el sentimiento de pudor ante el proceso de duelo que vive la persona aludida por las mismas (declaraciones) exacerban las obligaciones de discreción y reserva durante la tramitación de las diligencias de investigación incoadas hasta su completa resolución».

Documentación

El Gobierno canario, al igual que el Cabildo de Gran Canaria, recaba la documentación necesaria para poder actuar contra Fernando Báez Santana, conocido como padre Báez, quien difundió por redes sociales un mensaje de justificación del asesinato de Anna y Olivia en el que culpa de este crimen a la «infidelidad» de la madre de las niñas.

Así lo anunció en declaraciones a los medios el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, quien el pasado domingo, nada más tener conocimiento de las manifestaciones del párroco, se puso en contacto con el consejero de Justicia, Julio Pérez, para que iniciara los procedimientos que sean precisos con el objetivo de que estas declaraciones «no queden impunes».

El presidente canario expresó su reconocimiento tanto al Cabildo de Gran Canaria como a la Fiscalía Provincial «porque es inaceptable mirar para otro lado ante unas bochornosas, inaceptables, lamentables y denunciables declaraciones del padre Báez».

Ángel Víctor Torres quiso dejar claro que la sociedad canaria «se avergüenza de esas declaraciones», pues «ni nos representan ni nadie se siente cercano a afirmaciones de tal calibre, que deja a la altura de la nada a quien las ha pronunciado».

Según Torres, «es lamentable que cuando tenemos que luchar contra la violencia machista haya personas que justifiquen lo injustificable». «Me abochorna como canario y no nos podemos quedar al margen», añadió.

El presidente canario también agradeció la reacción del Obispado de Canarias, que, en nombre del obispo José Mazuelos y de toda la comunidad diocesana, quiso comunicar su rechazo «tajante» ante las «indignas» manifestaciones que expresó el sacerdote. No obstante, el presidente canario considera que por parte de la Iglesia se tienen que poner en marcha aquellos mecanismos que permitan «apartar a quien se sube a un púlpito y usa la palabra para ir en contra de lo que la sociedad está intentando vencer día a día, que no es otra cosa que terminar definitivamente con la violencia machista».

«No se puede permitir a nadie que ponga un grano de arena para avivar el odio a la mujer y el daño que le ha producido el padre de las niñas, Tomás Gimeno, a la sociedad y a la madre. Nos tiene a todos avergonzados», concluyó Ángel Víctor Torres.