Cifras

La basura de Europa: el 60% va a vertederos, una parte se incinera y otra se exporta a países pobres

En España, el volumen de residuos domésticos ha ido en aumento en los últimos años, sobre todo tras la pandemia

El vertedero de Cerceda, en A Coruña, en una imagen de archivo.

El vertedero de Cerceda, en A Coruña, en una imagen de archivo. / Xoan Álvarez

Valentina Raffio

Cada ciudadano europeo produce, de media, unas cinco toneladas de residuos al año. En total, los habitantes del Viejo Continente produjeron más de 2.200 millones anuales de toneladas de basura doméstica. ¿Pero dónde va a parar toda esta cantidad de desechos? ¿Cuántos de estos se reciclan? Y sobre todo, ¿qué porcentaje de estos se incineran y producen más polución atmosférica que contamina el planeta y perjudica a las personas? En estos momentos, según cifras de la Comisión Europea, más del 60% de los residuos domésticos europeos van a parar a vertederos. Una parte, aún muy residual, se recicla. La mayoría se acumula en estos espacios, se incinera o acaba exportándose a otros países por lo que acaban provocando una gran huella tanto en el medio ambiente como en la salud de las personas. 

La situación de los residuos domésticos en Europa es insostenible. Ya son varios los informes que apuntan, por un lado, a que la cantidad de basura producida es demasiado elevada y, por otro, que no se está gestionando de forma correcta. Los registros, de hecho, apuntan a que en los últimos años el volumen de desechos no ha hecho más que crecer y que, pese a que se han hecho algunos avances en cuanto a reciclaje, la mayoría acaban abandonados en vertederos o quemados. En España, por ejemplo, el volumen de residuos domésticos ha ido en aumento en los últimos años, sobre todo tras la pandemia. Se estima que la mitad de los residuos generados por los hogares españoles acaban en vertederos, alrededor de un 10% se acabaron quemando y un 36% se reciclaron. 

La mitad de los residuos generados por los hogares españoles acaban en vertederos y el 10% se incinera

En el conjunto de la Unión Europea se ha registrado un aumento sustancial en la cantidad de residuos domésticos generados y, paralelamente, también se ha observado un cambio en las tendencias de gestión. En 1995, por ejemplo, del total de basura generada por los hogares europeos se tiraban 120 millones de toneladas de basura a los vertederos, se incineraban 30 millones y se reciclaban cerca de 20 millones más. Ahora, unos treinta años más tarde, según apuntan los registros de Eurostat, la cantidad de basura generada es mayor, al menos 53 millones de toneladas anuales van a parar a vertederos, las plantas de incineración reciben 60 millones más y los sistemas de reciclaje procesan unos 70 millones adicionales. 

Vertederos y exportación de basura

La proporción de basura que acaba en vertederos se ha ido reduciendo de forma progresiva, sobre todo a partir de 2017 debido a la aplicación de nuevas normativas europeas sobre gestión de residuos, pero las cifras siguen siendo ingentes. Un análisis publicado en la revista 'Retema' apunta a que el uso de vertederos varía mucho en función de las regiones. En países como Bélgica, Países Bajos, Dinamarca, Suecia o Alemania el vertido de residuos es casi inexistente. En otros como Bulgaria y Malta más del 70% de los residuos se siguen mandando a vertederos. Después están casos como los de Irlanda, Italia o Francia, que están favoreciendo la incineración y actualmente mandan menos de un tercio de su basura a estos espacios. 

Europa exporta al menos 30 millones de toneladas anuales de su basura hacia países del sur global

Europa también exporta buena parte de su basura. El último balance publicado sobre la cuestión calcula que en 2022 la Unión Europea exportó 32 millones de toneladas de residuos más allá de sus fronteras. Esto supone un incremento de un 3% respecto al balance del año anterior. El principal receptor de la basura europea es Turquía, que recibió 12 millones de toneladas (el equivalente al 39% de las exportaciones totales y el 55% de los residuos de metales ferrosos). El segundo destino más recurrente es la India, que recibió 3,5 millones de toneladas de desechos generados en Europa (entre otros, el 30% de las exportaciones totales de residuos de papel).

Un nuevo modelo

La Unión Europea se ha propuesto darle la vuelta a sus cifras de residuos y, mediante el desarrollo de nuevas normativas comunitarias se ha fijado el objetivo de llegar al 60% de reutilización y reciclaje de desechos municipales para 2030. También se ha pedido a los países comunitarios que reduzcan la cantidad de residuos locales enviados a vertederos a solo un 10% del total para 2035. Asimismo, los Veintisiete también están trabajando en una nueva normativa para prohibir la exportación de restos plásticos hacia países del sur global para evitar que causen más problemas en las regiones más pobres y vulnerables del globo.

En los últimos años se han aprobado normativas para reducir sustancialmente el volumen de residuos y mejorar su gestión

Paralelamente, Europa también está avanzando en el diseño de directivas cada vez más ambiciosas sobre economía circular para reducir todo lo posible el número de residuos generados tanto por la industria como por los hogares. Por ejemplo, mediante la reducción de envases de un solo uso y de embalajes de plástico innecesarios. La nueva ley de residuos española, por ejemplo, propone recortar un 15% el volumen total de los residuos generados y reducir un 70% la cantidad de plásticos de un solo uso. Según apuntó un análisis realizado por este diario, la normativa avanza a trompicones debido, en gran parte, a la dificultad de articular los entresijos legales. Pero, aun así, avanza.

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