Un manjar canario a punto de perderse: alertan del riesgo de su extinción

El exceso de la recogida y las prácticas de captura furtiva merman la cantidad de ejemplares presentes en las Islas y Madeira

Letrero en el margen de una carretera indicando la presencia de un guachinche.

Letrero en el margen de una carretera indicando la presencia de un guachinche. / El Día

Uno de los manjares de la gastronomía canaria corre el riesgo de desaparecer de las mesas, pero no tiene nada que ver con los cambios de tendencia en la alimentación sino que se trata de algo más serio: los científicos alertan de la reducción de ejemplares de lapa tanto en el Archipiélago como en Madeira por culpa del exceso de recogida de este molusco y la captura furtiva.

Así lo indica el investigador del Instituto ECOAQUA de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), Rodrigo Riera, que indica que este peligro se debe a los indicios de que se capturan individuos durante el período de veda impuesto en cada uno de los archipiélagos y la selección de ejemplares por debajo de su talla mínima de captura, ha señalado ECOAQUA en un comunicado, junto a la disminución de las poblaciones de algunas especies objeto de la actividad marisquera, incluyendo la lapa.

Además, se ha introducido una medida adicional que establece una talla mínima de captura para la lapa blanca (Patella aspera) y la lapa negra (Patella crenata) de 45 milímetros de longitud.

Como ha subrayado el investigador, se trata de la consecuencia de "la captura furtiva es una constante por parte de la población en general desde tiempos prehistóricos", ya que "las lapas han constituido un importantísimo recurso alimenticio, y es fácil encontrar ejemplares en los litorales rocosos bañados por aguas frías o templadas, donde más abundan las lapas y basta un cuchillo para su recolecta".

Esta "práctica extendida por la población a nivel privado, y parte de estos mariscadores" no considera "si el individuo recolectado tiene la talla mínima, incluso algunos restaurantes sirven lapas de pequeño tamaño al consumidor y, en ocasiones, se ofrecen fuera de temporada".

Lapas recogidas en Canarias.

Lapas recogidas en Canarias. / El Día

Proyecto de salvación

Ante esta situación, se ha puesto en marcha el proyecto LAPACOM durante los últimos dos años, un estudio dedicado a esta especie que ha estado liderado por la doctora Joana Vasconcelos, ligada también al instituto ECOAQUA de la ULPGC.

El trabajo de campo de LAPACOM se ha centrado en Madeira, explorando los ciclos vitales complejos en metacomunidades de las dos especies comestibles más comunes en el archipiélago, como son la Patella aspera (Lapa blanca) y la Patella ordinaria (Lapa negra).

Su objetivo ha sido "predecir escenarios futuros en ecosistemas afectados por la actividad humana y comprender el riesgo que enfrentan estos herbívoros, que se alimentan de algas al pastorear las rocas", ha dicho Riera.

La preocupación de la ULPGC radica en el posible riesgo que las especies estudiadas en Madeira puedan enfrentar una amenaza similar a la que está sufriendo la lapa más vulnerable de Canarias, la lapa majorera (Patella candei).

Esta especie, que alcanza el mayor tamaño entre las que se hallan en el Archipiélago, se encuentra incluida en el catálogo nacional de especies amenazadas en peligro de extinción.

Con una financiación cercana a los 50.000 euros, esta investigación se llevó a cabo desde diciembre de 2021 hasta principios de 2024 con la participación de seis investigadores.

Junto a Joana Vasconcelos, investigadora principal del proyecto, y Rodrigo Riera, como coinvestigador principal, en representación de la ULPGC, han participado otros investigadores destacados como el doctor Ali Vahdati, de la Universidad de Zurich, y el doctor Carlos Melián del EAWAG Aquatic Research. También han colaborado los estudiantes de la Universidad de Madeira y de la ULPGC João Ferro y Eros Geppi.

El estudio también contó con el apoyo del Instituto de Física Interdisciplinar y Sistemas Complejos (IFISC, UIB-CSIC), con la contribución del doctor Víctor M. Eguíluz, y con la de la Dirección Regional del Mar del Gobierno de Madeira, representada por el doctor Ricardo Sousa.