Salud

Trastorno del sueño: hipersomnia o por qué te duermes por las esquinas durante el día

Frente a las personas que no pueden conciliar el sueño, otras experimentan cansancio durante el día pese a haber dormido las horas recomendadas

El insmonio es uno de los casi 100 trastornos del sueño catalogados.

El insmonio es uno de los casi 100 trastornos del sueño catalogados. / Drazen Zigic. Freepik.

Dormir entre siete y ocho horas. Es lo recomendable para un adulto según los especialistas y, aunque hay personas que aseguran que pueden afrontar la jornada sin tanto tiempo, lo cierto es que cumplir con los tiempos de descanso es fundamental para el correcto funcionamiento del cuerpo y la mente durante el día.

Ahí radica la importancia de mantener una correcta higiene del sueño, tanto en lo que se refiere a aspectos como la postura o los hábitos a la hora de acostarse, como a pautas diarias relacionadas con el ejercicio o la alimentación. De lo contrario, se registran problemas durante la vigilia que derivan en lo que se conoce como trastornos del sueño.

Se trata de síndromes que evitan que el cuerpo logre el descanso necesario. A priori, el más conocido está relacionado con la dificultad para dormirse o incluso despertarse durante la noche, o lo que es lo mismo, el insomnio.

Aun así hay otros tipos de trastornos, que están directamente relacionados con esas horas: cuando el cuerpo duerme pero en realidad no está descansando.

Hasta un 60% de los pacientes con narcolepsia tiene asociado un segundo trastorno del sueño.

Hasta un 60% de los pacientes con narcolepsia tiene asociado un segundo trastorno del sueño. / El Día

Qué es la hipersomnia

Tener sueño durante el día es, por lo general, una consecuencia de padecer este tipo de trastornos, pero hay personas en las que a pesar de haber descansado esas siete u ocho horas durante la noche son incapaces de mantenerse plenamente despiertos. Y sí, es un trastorno en sí mismo y se conoce como hipersomnia.

Esta situación se define como una somnolencia excesiva durante el día y la persona que lo padece le suele costar despertarse tras haber tenido el tiempo de sueño aconsejado o incluso más. En resumen: duermen más que nadie pero siguen teniendo sueño.

Para diagnosticar este trastorno, los episodios de somnolencia deben ocurrir al menos tres veces por semana, aunque pueden presentarse prácticamente a diario, durante al menos un mes.

La hipersomnia conlleva una notable disfuncionalidad para quienes la experimentan, afectando su rendimiento tanto en el ámbito laboral como en el personal y social. Es común que la persona afectada se quede dormida en situaciones de alto riesgo, como mientras conduce un vehículo.

Además de la falta de energía, este trastorno puede provocar alteraciones emocionales como ansiedad, irritabilidad, desmotivación y apatía. También suele asociarse con problemas de memoria y una disminución en la velocidad tanto mental como física. A nivel orgánico, puede ocasionar cambios y debilitamiento en el sistema inmunológico.

Causas

Las causas detrás de la hipersomnia aún son en gran medida desconocidas. Para diagnosticarla como un trastorno primario, es necesario que los síntomas no se atribuyan mejor a otra enfermedad, al consumo de sustancias o a la privación del sueño, o que, si bien estos factores pueden estar presentes, no expliquen completamente la hipersomnia.

Es decir, aunque problemas como la falta persistente de sueño, el consumo de ciertas sustancias o condiciones médicas específicas pueden desencadenar problemas de sueño, en estos casos estaríamos hablando de una hipersomnia secundaria, no de un trastorno de hipersomnia como entidad independiente.

Aunque la causa exacta no está clara, se ha sugerido que podría haber alteraciones en el sistema límbico, que están relacionadas con los comportamientos observados en el síndrome de Kleine-Levin. También se ha planteado la posibilidad de deficiencias en la síntesis y transmisión de noradrenalina como un factor relevante en esta condición. Además, lesiones en las áreas cerebrales responsables de regular el sueño podrían contribuir al desarrollo de este trastorno.