El misterio del 'hombre globo'

El aventurero Thomas Ligh Gath desapareció sobre Canarias hace 50 años cuando intentaba cruzar el Atlántico en globo

Información del periódico El Día de marzo de 1974.

Información del periódico El Día de marzo de 1974. / El Día

Su hermana Nancy contactó hace medio siglo con un periodista de ELDÍA para conocer detalles sobre el intento fallido de Thomas de atravesar el Atlántico en globo. Algunos testigos declararon que vieron al estadounidense cruzar el cielo del Valle de La Orotava en marzo de 1974.

Es un expediente X más de los incontables que ha moldeado la historia envueltos en silencios, un relato sin concluir que hace medio siglo entró de puntillas en la redacción del periódico EL DÍA en busca de unas respuestas que no llegaron. Nancy Svien voló a Tenerife desde Minnesotta (Estados Unidos) con el propósito de obtener información de su hermano Thomas, un aventurero con algún ramalazo a Indiana Jones que tenía un pasado en las Fuerzas Armadas estadounidenses y que se propuso ser el primero en cruzar en solitario el Atlántico en globo. Su relato se precipita 23 días después de ver al globonauta con vida por última vez.

Nancy llegó a la redacción a primera hora de la mañana del 14 de marzo de 1974, preguntó por un redactor y le expuso un testimonio inundado de misterio y cuestiones algo inconsistentes. «Thomas no ha podido desaparecer absorbido por los elementos», le dijo al periodista Hugo Masandi sobre una iniciativa igual de complicada que buscar una aguja en un pajar. «Algunos testigos me han contado que hace escasas fechas lo vieron sobrevolar el Valle de La Orotava», expuso entonces la norteamericana de una recogida de información que la mantuvo entretenida varias jornadas en las laderas de Los Realejos y La Orotava. «He encontrado a gente muy amable, pero sé pocas cosas de él», declaró sobre un tipo que en la sección de variedades de los periódicos de entonces se presentaba como el hombre globo.

Thomas Ligh Gath era el único ocupante de la White Gandola, el artilugio con el que inició una travesía en Estados Unidos que debía acabar en el continente africano. Nancy dijo que Thomas gastó todos sus ahorros [3.360.000 pesetas] para convertir en realidad una odisea atlántica. Compró una barcaza de dos metros de diámetro que ató a una docena de globos de hidrógeno de gran tamaño. Abajo, a unos 50 metros, viajaba él equipado con unas cuantas raciones de alimentos, un paracaídas, un chaleco salvavidas y una barca hinchable. La brújula no faltaba. Ése era el inventario de una misión suicida que se esfumó en unas coordenadas próximas a Canarias: casi dos semanas después del encuentro entre el periodista y Nancy se oyeron algunas habladurías que aseguraban haber visto algo similar a las características del hombre globo casi acariciando la costa africana. Nada de nada. Ni él ni el material utilizado en la expedición aérea aparecieron.

Diez años después

Joe Kittinger, un aviador estadounidense, se convirtió en el primer hombre que logró cruzar en solitario el Atlántico en un globo de gas. Entre él y Thomas Ligh Gath hubo múltiples fracasos pero, por fin, rompió un maleficio que planificó en el último tramo del verano de 1984. Su ruta comenzó el 14 de septiembre en Caribou (Maine -Estados Unidos) y acabó cuatro días después en la localidad francesa de Montgolfier. La operación estuvo a punto de irse al traste en el ecuador del viaje, pero Joe recondujo la crisis [había batido varios récords mundiales de altura y estuvo seleccionado en un programa espacial] y pudo culminar con éxito uno de los sueños ancestrales del hombre: conquistar el aire. Lo que la historia le negó a Thomas se lo puso en bandeja una década después a Joe.

Las claves de la aventura

¿Quién era?

Thomas Ligh Gath

Estadounidense, nacido en Minnesota y con formación militar, era el único varón de una familia modesta en la que también crecieron sus hermanas Nancy y Elenor.

¿Qué quería hacer?

Cruzar el Atlántico

Durante meses se preparó para ser el primer hombre en cruzar el Atlántico en globo. Simuló etapas en el desierto californiano con distintas variables meteorológicas. 

¿Cuándo ocurrió?

En marzo de 1974

La experiencia comenzó el 18 de febrero y dos semanas después se le perdió el rastro.