COLEGIO OFICIAL DE VETERINARIOS DE S/C DE TENERIFE

Colegio y Cabildo se unen para mejorar el control de las colonias felinas

El programa CER (Captura, Esterilización y Retorno) incrementará el bienestar animal de los felinos gracias al convenio de colaboración firmado

Gatos callejeros.

Gatos callejeros. / El Día

Ya pasó con las palomas: símbolo de la paz, divertido entretenimiento para niños y mayores al alimentarlas… pero tuvimos que interiorizar que eran/son un problema para la salud pública como transmisoras de enfermedades, además de causar importantes deterioros en los edificios. Todos comprendimos que hay que limitar la presencia de esta especie controlando su reproducción siempre dentro de los parámetros del bienestar animal.

Y, desde hace tiempo, les toca el turno a las colonias de gatos, a los mininos que vagabundean por las calles y fincas de pueblos y ciudades buscándose la vida con mejor o peor fortuna. Son animales para los que el único “bienestar” existente es la alimentación y atenciones de los cuidadores voluntarios, pero carecen de la adecuada supervisión veterinaria, no hay desparasitaciones, ni vigilancia de enfermedades, muchas veces se reproducen sin control y, a mayor abundamiento, pueden ser un peligro para la existencia de no pocas especies autóctonas. De hecho, por poner un ejemplo, el lagarto gigante de Tenerife que habita la Montaña de Guaza prácticamente ha desaparecido producto de la cacería de los gatos asilvestrados de la zona. No olvidemos que los felinos cazan tengan o no hambre y, puestos a acabar con mitos, bueno es saber que los gatos sí cazan ratones pero no ratas.

Uno de los objetivos de la nueva Ley de Bienestar Animal, que entró en vigor el pasado mes de septiembre, es controlar las colonias felinas mediante el denominado Programa CER (Captura, Esterilización y Retorno) y para poner en marcha dicho programa en Tenerife, el Colegio de Veterinarios ha firmado un convenio de colaboración con el Cabildo tinerfeño.

Lo cierto es que si algo ha hecho la nueva Ley es poner de manifiesto las importantes carencias que sufren los ayuntamientos, ya que el texto legal pone el foco en las competencias que tienen que asumir los municipios cuando, en el caso de Tenerife, sólo dos municipios tienen un veterinario municipal… ni siquiera la capital cuenta con el técnico que tanto necesita y que es el único que, por preparación y titulación, puede garantizar las políticas y las medidas que un ayuntamiento debe poner en marcha para asegurar el bienestar de todos los animales de su municipio. A modo de comparativa, la mitad de los ayuntamientos de Gran Canaria cuenta con un veterinario municipal. No olvidemos que la salud de los animales es la salud de todos, también de las personas y no contar con veterinarios es poner a la población en riesgo.

María Luisa Fernández, Presidenta Colegio de Veterinarios de S/C de Tenerife.

María Luisa Fernández, Presidenta Colegio de Veterinarios de S/C de Tenerife. / El Día

El programa CER que van a poner en marcha el Cabildo y el Colegio de Veterinarios tiene varias fases. En la primera de ellas dos veterinarios recabarán los datos de todos los ayuntamientos para saber de qué situación se parte: cuántas colonias hay, número de ejemplares, en qué entorno sobreviven, peligros para otras especies... Este estudio permitirá mapear las colonias de gatos que hay en la Isla para poder aplicar correctamente las medidas orientadas al bienestar de los felinos, a la salud pública y a la protección de las especies en riesgo, todo ello dentro de un plan integral de gestión de las colonias.

El segundo paso será orientar a los municipios sobre aquello que están obligados a hacer pero partiendo del conocimiento real del problema en cada uno de ellos. Mientras tanto, las clínicas veterinarias que se adhieran al programa llevarán a cabo las esterilizaciones y la identificación mediante microchip de todos los gatos a nombre del ayuntamiento. No es una tarea fácil; los gatos de las colonias felinas están asilvestrados: ni se dejan coger fácilmente ni facilitan los tratamientos que precisarán los animales enfermos.

Una vez hecho, lo ideal sería contar con la adopción de aquellos animales socializados en los que esto sea posible. El resto, una vez curados, esterilizados e identificados, retornarán a su entorno habitual siempre que en ese entorno no haya especies autóctonas en peligro. Si así fuera, se les buscará una nueva ubicación.

El programa CER tiene el objetivo de disminuir en número y tamaño las colonias felinas a medio plazo. Al no haber reproducciones, los animales irán paulatinamente desapareciendo siempre que no haya nuevas incorporaciones y ahí entramos todos los ciudadanos: los gatos de las colonias proceden en todos los casos de la irresponsabilidad del ser humano. Si se siguen abandonando gatos no habrá forma de acabar con el problema y si tenemos gatos o gatas en semilibertad que entran y salen de las casas sin esterilizar y sin chip, engendrando camadas cada año, el problema persistirá.

Víctor Hugo dijo que “el gato fue creado por dios para que el hombre pudiera experimentar el placer de acariciar un tigre” y es verdad que asociamos el gato con la libertad, la independencia, la elegancia… pero no podemos seguir asociándolo al descontrol y a carencias graves del bienestar animal al que tienen derecho. En este momento, se calcula que en España hay unos 6 millones de gatos como mascotas. Vamos a censar los gatos comunitarios, aquellos que viven en libertad, vamos a intentar que vivan lo mejor posible y que su número se reduzca pero, para ello, es imprescindible que los humanos que disfrutan de esos seis millones de felinos los identifiquen, esterilicen y lleven a quien los entiende y protege: su veterinario.