Canarias contará con un nuevo plan para afrontar los episodios de calor extremo

El Gobierno canario apoya la reforma del sistema de avisos de por riesgos para la salud para adaptarlo a zonas concretas y la modificación de los umbrales

Una mujer se abanica en Santa Cruz de Tenerife en plena ola de calor.

Una mujer se abanica en Santa Cruz de Tenerife en plena ola de calor. / María Pisaca

Los repetidos episodios de calor surgidos en Canarias durante estos últimos años han levantado la preocupación. Llegando a suspender las clases debido a las temperaturas insalubres en muchas de las aulas del archipiélago, el Gobierno de Canarias ha comenzado a trabajar sobre este asunto.

El año pasado fue el más caluroso de la historia Canarias desde que hay registros (1961). Se sucedieron centenares de récords de temperaturas, y tres olas de calor, una de ellas de forma extraordinaria en pleno otoño, que supuso la más larga de los últimos 50 años, que incluso llevó al Gobierno de Canarias a cerrar aulas escolares; recientemente, anunció la instalación de aire acondicionado en los centros en el marco de un nuevo protocolo de actuación ante altas temperaturas.

El invierno ha seguido la misma senda: diciembre fue calificado como muy cálido por la Aemet, con una anomalía de 1,3 grados superior a la media y sin apenas lluvias y en enero, la temperatura fue subió hasta 3,1 grados por encima de lo normal. Aunque aún restan unas semanas para finalizar la época más fría del año, apenas ha sido necesario echar mano de los abrigos. Incluso el Cabildo de Tenerife. El Cabildo de Tenerife valora declarar la emergencia por sequía extrema y advierte de que el verano que se avecina será “muy difícil”.

Las altas temperaturas y la escasez de precipitaciones implican serios riesgos para la salud; el Sistema de Vigilancia de la Mortalidad Diaria (Sistema MoMo) del Ministerio de Sanidad cifra en 115 los fallecimientos atribuibles al calor en 2023 en las Islas. En este contexto de calentamiento global, el Gobierno de España pretende actualizar y mejorar su sistema preventivo frente a las temperaturas extremas. La acción se enmaca en el trabajo que desarrolla el nuevo Observatorio de Salud y Cambio Climático, que presentaron este 22 de febrero las ministras de Transición Ecológica, Sanidad y Ciencia para abordar transversalmente el impacto que el cambio climático tiene sobre la salud.

En concreto, se trata de modificar el Plan de Actuaciones Preventivas de los Efectos del Exceso de Temperaturas en la Salud, implantado desde 2004, que gestiona cada comunidad autónoma en su territorio. Dirigido a toda la población, especialmente a los colectivos más vulnerables como los ancianos, menores o personas con patologías, además de al personal sanitario, ofrece información constante y actualizada a la par que establece medidas para aumentar la capacidad de afrontar temperaturas excesivas, como las recomendaciones de evitar el deporte o hidratarse con frecuencia.

Los umbrales máximos de temperaturas a partir de los cuales se activan avisos por riesgos para la salud son 33 grados centígrados para la provincia de Las Palmas de Gran Canaria, y 34 grados parade Santa Cruz de Tenerife. Una vez se superan esas temperaturas, la Dirección General de Salud Pública del Gobierno regional asigna distintos niveles de riesgo en función de los días de persistencia y los factores intrínsecos de cada municipio: amarillo (bajo); naranja (medio) y rojo (alto). Aunque lo usual era que el Plan se activase solo durante los meses de verano, ya en 2023 entró en vigor a partir del 15 de mayo y se extendió hasta mediados de octubre, lanzado numerosos avisos por altas temperaturas durante dicho periodo.

Unificar criterios con la Aemet

Con la actualización del plan, se pretende precisar los avisos y unificar criterios con la Agencia Estatal de Meteorología, que cuenta con el plan Meteoalerta desde 2006. El organismo establece avisos para numerosas zonas isoclimáticas en base a la medición de sus 300 estaciones repartidas por todo el Archipiélago. Además, sus distintos niveles de avisos por altas temperaturas se basan en sus medias históricas (desde 1961), sin tener en cuenta las posibles afecciones a la salud en cada área. El delegado de la Aemet en Canarias, David Suárez, considera "positivo aunar criterios en beneficio de la población en base a impactos".

Para ello, el Gobierno de España echa mano de un informe del Instituto de Salud Carlos III denominado: Determinación de umbrales de mortalidad por ola de calor según regiones isoclimáticas en España, cuyo contenido adelantó El País. "Son múltiples los factores locales, y no sólo climáticos, sino también de carácter social y demográfico como la estructura poblacional, las infraestructuras públicas y privadas, los servicios sanitarios disponibles, el nivel socioeconómico y muchos otros los que pueden modificar el impacto de las temperaturas extremas en la salud de la población e influir de forma determinante también en los procesos de adaptación", explica el documento.

Zonas isoclimáticas

En base al sistema de la Aemet, el informe rebaja la escala provincial y establece zonificaciones isoclimáticas para precisar las condiciones de cara a que "la prevención de los impactos por altas temperaturas sea más eficiente también en cuanto a comunicación a la población y a los profesionales de la salud", indica el informe. Y es que no comporta el mismo riesgo para la salud alcanzar 34 grados en las cumbres de Gran Canaria que en el área metropolitana de Tenerife al presentar características socioeconímicas, demográficas o arquitectónicas diferentes.

En concreto, en el apartado para Canarias, el informe distingue cinco zonas isoclimáticas para la provincia de Las Palmas y ocho regiones distinguidas en Santa Cruz de Tenerife, con sus correspondientes umbrales máximos de temperatura, que son específicos de cada región. Para ello, ha realizado un estudio epidemiológico vinculando los datos de mortalidad con las altas temperaturas registradas por la Aemet, desde el día 1 de enero de 2009 hasta el 31 de diciembre de 2018.

Nuevos umbrales

Para la provincia de Las Palmas, la región isoclimática con el umbral más alto es Lanzarote, con 34,4 grados; seguido de Fuerteventura, las Cumbres de Gran Canaria, y el este, oeste y sur de la isla redonda, con 34 °C. Para la zona del norte de Gran Canaria marca un 33,9 °C.

En el lado occidental del Archipiélago, el oeste de La Palma tiene el umbral más alto de Canarias, con 35,2 grados, al igual que La Gomera. Y la región isoclimática del área metropolitana de Tenerife, el más bajo (30,9 °C). En esta misma isla, el límite para la zona diferenciada del norte está en 34,2 °C y en el este, oeste y sur de la isla, 33,9 °C. La Isla Bonita tiene dos zonas isoclimáticas más: las cumbres (con 34,2 °C) y el este (30,2 °C). Y en El Hierro, el umbral es de 33,1 °C.

El informe también indica los percentiles de temperaturas para cada región isoclimática. Se trata de un valor que indica el número de veces que se supera el umbral máximo de las temperaturas y, por tanto, el riesgo para la salud aumenta exponencialmente. En todas las zonas determinadas para las islas es del 2% excepto en el área metropolitana de Tenerife, que aumenta a un 3%.

"Recurrir al concepto de regiones isoclimáticas es más adecuado que el ámbito provincial porque permite tener en consideración zonas concretas (como alta montaña, por ejemplo), por lo que se adecúan más, en principio y si se hace bien, a la realidad", asegura la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias. Además, demanda que se siga trabajando en la modificación de los umbrales máximos de temperaturas porque "ya no responden a las situaciones climáticas actuales".