Canarias controla los brotes de dengue en Cabo Verde con una pintura antimosquitos

El proyecto Tintaedes, financiado por el Gobierno de Canarias, demuestra su capacidad letal de esta tinta en los mosquitos Aedes, causante de epidemias mortales en las islas portuguesas. 

Basilio Valladares recorre las calles de Praia junto a los agentes comunitarios.

Basilio Valladares recorre las calles de Praia junto a los agentes comunitarios. / Uniplaget

Verónica Pavés

Verónica Pavés

Una cubierta para fachadas está revolucionando la gestión de las epidemias en Cabo Verde. Una pintura para paredes, aplicada por un grupo de investigación canario, ha logrado un hito sin precedentes: reducir a la mínima expresión las picaduras de los mosquitos tigre o momia –de la familia Aedes– y controlar así algunas de las epidemias más mortales a los que se enfrente a la población caboverdiana, como el dengue.

Conocidos transmitir algunas de las enfermedades más mortales a las que están expuestas los países africanos, como el dengue, el zika, el chikungunya o la fiebre amarilla, estos pequeños mosquitos se han convertido en un verdadero quebradero de cabeza en todos aquellos rincones donde logran establecerse. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades trasmitidas por vectores suponen más del 17% de todas las enfermedades infectocontagiosas en el mundo y provocan al año, más 700.000 muertes. 

Es el caso de los empobrecidos barrios de Praia, la capital caboverdiana, Tira Chapéu y Várzea, donde "cada vez que llueve se forman enormes charcos de los que emergen miles de mosquitos", tal y como narra Basilio Valladares, catedrático en parasitología y profesor emérito de la Universidad de La Laguna (ULL). Una situación que les hace más vulnerables a sus picaduras y a las epidemias de los patógenos que portan.

Esta clase de mosquitos tienen un comportamiento muy característico. "Son domiciliarios, vuelan raso y por eso siempre pican en las piernas", explica Valladares. Por tanto, no era descabellado pensar que actuar precisamente en el lugar donde estos mosquitos se refugian podría tener resultados. De esa idea surge el proyecto Tintaedes, ejecutado por la Fundación para el Control de Enfermedades (Funccet) y el Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias de la ULL en colaboración con la Universidad Jean Piaget de Cabo Verde, utilizando uno de los productos de la empresa valenciana Inesfly Corporation, Inesfly Vesta. El Gobierno de Canarias es el principal inversor de este proyecto para el que ha aportado 60 millones de euros.

Tras analizar el potencial de esta pintura, que lleva en su interior microcápsulas con insecticida, Valladares empezó a buscar financiación para el proyecto, llegando a los barrios por primera vez en diciembre de 2021. La idea era constatar exactamente aquellas viviendas donde se acumulaban más mosquitos para describir las áreas de actuación, colocando trampas para detectar las zonas de cría (ovitrampas). Aquellas viviendas más vulnerables serían recubiertas por una pintura antimosquitos. 

Esta medida se aplicó en 228 viviendas y se consiguió reducir las picaduras en casi un 100% de los casos

"A la pintura le añadimos un insecticida autorizado en el país", explica Valladares. Tras aplicar la pintura, el veneno se libera poco a poco y queda expuesto en pequeñas concentraciones durante un largo periodo de tiempo, de modo que resulta mortal para cualquier mosquito que se pose en la pared. 

Mientras Valladares ultimaba los preparativos de esta tinta en Canarias, aprovechó los diversos viajes a Praia para reunirse con los vecinos afectados para proporcionarles información y pedirles permiso para pintar sus casas. En paralelo, la universidad caboverdiana impartió formación a 34 jóvenes de ambos barrios para que se convirtieran en agentes comunitarios de salud y ayudaran, posteriormente, a aplicar la pintura insecticida. 

Más de 5.240 litros de tinta fueron aplicadas durante el verano de 2022 en 228 viviendas de la región. "Cada uno podía decidir el color que quisiera, porque pudimos ofrecerles, en base a ese polímero, cuatro colores distintos", recalca Valladares. Una vez aplicadas las tres pinturas formuladas se realizaron pruebas de control mediante la instalación de trampas homologadas por la OMS, siendo la formulación VESTA la de mayore efectividad.  De los bioensayos realizados se observó una mortalidad del 100% en el barrio de Tira Chapéu y de un 94% en el barrio de Várzea. "Ha logrado controlar el último brote de dengue que ha sufrido estos barrios", asegura Valladares. 

Muchos otros barrios de Praia (Cabo Verde) quieren pintar sus casas tras comprobar su efectividad

Esta pintura no solo es más segura y tiene menos efectos en el ambiente, sino que también permite evitar la resistencia a los insecticidas que desarrollan los mosquitos debido al abuso que se hace de ellos.  Los resultados han sido publicados en la revista Frontiers in Tropical Diseases, lo que supone, a ojos de Valladares, "un reconocimiento" al esfuerzo colaborativo de los investigadores de ambas universidades. "El foco internacional de la comunidad científica, al menos en este sector, está puesto en Canarias y en este increíble hallazgo que está llamado a salvar millones de vidas en el mundo", añade. 

Para Valladares este trabajo es un signo claro de la "aplicación de la ciencia a la sociedad". "Estas personas no tienen capacidad para mejorar sus casas, pero una pintura es un gasto asumible", insiste. Asimismo, considera que este recursos podría sumarse como medida de control adicional en Canarias, donde se han detectado varios especímenes mosquitos transmisores de enfermedades como el dengue o el zika:  Aedes aegypti y Aedes albopictus. 

En las Islas, a finales de 2022 se encontró un ejemplar adulto de mosquito momia o de la fiebre amarilla (Aedes aegypti) en el barrio del Toscal, en Santa Cruz de Tenerife. Unos meses antes se había encontrado huevos en La Palma, pero la alerta quedó en un susto.  

Lo que nunca esperaron los investigadores es que apenas unos meses después llegaría la segunda y la tercera alerta por detección de mosquitos. A día de hoy, el Archipiélago cuenta con hasta ocho alertas diferentes por detección de estos peligrosos insectos que, actualmente, siguen vigentes. Así es como los miembros del Instituto de Enfermedades Tropicales han acabado por instalar 1.200 trampas de diferentes tipos –algunas pensadas para detección de huevos y otras para la de ejemplares adultos– en distintos puntos del Archipiélago. 

En el último año, se han encontrado ejemplares de Aedes o sus huevos en ocho puntos distintos del Archipiélago. En Tenerife se han hallado en un invernadero de Tacoronte, en la terminal de cruceros de Santa Cruz, en los barrios santacruceros de Vuelta de Los Pájaros y el Toscal, en el Aeropuerto de Tenerife Sur. En Gran Canaria también se han visto rastros de estos mosquitos invasores en Piletas y en dos puntos distintos del muelle de Santa Catalina.

La medida ha tenido tan buenos resultados que los vecinos de Praia han mostrado su entusiasmo e intención de querer seguir protegiendo sus viviendas de esta manera. 

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