Cáncer y cannabis: cautela al máximo

Asociaciones de pacientes oncológicos y especialistas de Canarias abogan por

reforzar la evidencia científica y comparar sus efectos con los de otros fármacos

Yanira Martín Efe

Las posibles propiedades terapéuticas de la marihuana han sido objeto de debate durante muchos años. En países como Portugal, Noruega o Reino Unido, por ejemplo, ya se ha permitido su uso para mitigar los efectos de distintas patologías, pero esto no ha impedido que aún haya muchas voces en contra. En España, el pasado miércoles, el Ministerio de Sanidad inició el trámite para desarrollar el real decreto con el que prevé aprobar la regulación del cannabis para su uso medicinal, si bien el texto se encuentra ahora mismo en fase de diálogo con la sociedad civil, que podrá enviar sus aportaciones hasta el 4 de marzo. Entre las aplicaciones que se barajan en Oncología figura su empleo para aliviar el dolor, inhibir las náuseas y los vómitos, aumentar el apetito y atenuar la pérdida de peso en estos pacientes. No obstante, en Canarias, las asociaciones y los especialistas abogan por una mayor evidencia científica.

«Los estudios que hay en Oncología sobre los beneficios de añadir el cannabis o los cannabinoides a los tratamientos oncológicos son escasos y todavía no ofrecen evidencias sólidas. Se ha estudiado, fundamentalmente, su papel en la mejora del control de las náuseas y de los vómitos inducidos por la quimioterapia, pero no hay investigaciones que comparen su acción con la de los potentes fármacos que ya manejamos», señala el doctor Pedro Lara, catedrático de Oncología de la Universidad Fernando Pessoa Canarias y jefe del servicio de Oncología de Hospitales Universitarios San Roque.

Aumento del apetito

Tampoco se ha comparado con otros medicamentos su capacidad para lograr aumentar el apetito. Y es que, tal y como informa el facultativo, solo se ha realizado un ensayo clínico, pero sus resultados no certifican que haya conseguido producir mejores efectos que el megestrol, un fármaco que ya se emplea en esta situación clínica.

Con respecto al control del dolor, hay que decir que en la actualidad existe una gran batería de tratamientos para abordarlo, si bien los estudios realizados con cannabis y cannabinoides han demostrado su utilidad para aliviar el dolor neuropático. «En este caso, parece que podría ayudar a los tratamientos estándar. Por tanto, aquí existe un nicho para hacer más ensayos», comenta el especialista.

Teniendo en cuenta todo esto, el profesional concluye que es positivo «estar abiertos a nuevas terapias», pero para que los especialistas puedan recomendar su consumo es necesario que haya más evidencias científicas. «Seguramente nos ayudará, pero todavía nos falta conocer muchos detalles», sentencia.

Una opinión que secunda Marisa Herrera, presidenta de la Asociación Canaria de Cáncer de Mama y Ginecológico y representante de Gran Canaria en el Grupo Español de Pacientes con Cáncer. «Soy partidaria de ayudar a todos los pacientes, pero hay que investigar mucho más. También es importante valorar esto en una mesa multidisciplinar en la que estén representadas todas las especialidades médicas y los farmacéuticos», defiende.

Según anunció el Ministerio, la idea es que el producto sea prescrito por especialistas y dispensado en fórmulas magistrales en farmacias hospitalarias. Sin embargo, esta forma de despacharlo no convence a la presidenta de la institución. «Estas fórmulas tendrían que estar muy bien supervisadas, de lo contrario, pueden producirse muchos problemas», dice Herrera.

Para el presidente de la Asociación Española Contra el Cáncer en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, Andrés Orozco, también es necesario potenciar la investigación en este campo. «De momento, no hay evidencia científica que justifique un referendo. Está demostrado que el cannabis tiene componentes que pueden ser beneficiosos para el tratamiento del dolor, pero también sabemos que tiene sustancias nocivas. Por tanto, hay que tener extrema precaución con el mensaje que se le envíe a la población», valora el responsable.

Desde la Asociación Española Contra el Cáncer en la provincia de Las Palmas, en cambio, han preferido no pronunciarse sobre el real decreto que prepara el Ministerio y dejar las valoraciones en manos de los oncólogos.

De acuerdo con el departamento que dirige Mónica García, la regulación medicinal que se plantea de la marihuana obedece a «una medida rigurosa basada en la mejor evidencia científica disponible». La norma también contempla realizar evaluaciones de forma periódica para comprobar su eficacia, y será flexible para que pueda ser ampliada.

En la actualidad, solo existen dos medicamentos elaborados a base de cannabinoides autorizados por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps). Uno de ellos está destinado a tratar la esclerosis múltiple y el otro la epilepsia.

La ministra de Sanidad, Mónica García, comentó esta semana que la regulación del cannabis medicinal que ya ha empezado a tramitar cuenta con el respaldo social y el aval de la evidencia científica, y aseguró que es una «buena noticia» para muchos pacientes que van a mejorar sus síntomas o reducir su «sufrimiento». García recordó que esta regulación era «una deuda» que Sanidad tenía pendiente tras recibir el mandato de la subcomisión que estudió su uso en el Congreso y que avaló su empleo para mitigar los síntomas y tratamientos de ciertas patologías como la esclerosis múltiple, el cáncer o la endometriosis. «Además de tener toda la evidencia científica detrás, el uso medicinal del cannabis tiene un respaldo ciudadano y un respaldo social que ha movido a Sanidad a iniciar la tramitación de un real decreto, que será una buena noticia para muchos pacientes que van a poder mejorar su sintomatología y «reducir el sufrimiento en algunos casos», manifestó la ministra. |

«Respaldo ciudadano y social»