Llegada masiva

Bancos de medusas en Ibiza: algo no va bien en el mar

La subida de la temperatura del agua favorece la llegada de miles de estos celentéreos a la costa

Medusas en Cala Graciò y Gracioneta.

Medusas en Cala Graciò y Gracioneta. / D.V.

César Navarro

Un festín para los peces y una advertencia de que algo no va bien. La llegada a las costas de Ibiza en apenas dos semanas de decenas de miles de ejemplares de Pelagia noctiluca, la medusa más urticante y que provoca casi nueve de cada diez emergencias en las playas, es un "aviso que nos hace el mar" de que las cosas están cambiando demasiado, y siempre para mal.

Las medusas mueren en la orilla porque no pueden volver a alta mar.

Las medusas mueren en la orilla porque no pueden volver a alta mar. / DAVID VENTURA

Josep Maria Gili, investigador sénior del Institut Ciències del Mar y uno de los grandes expertos en estos animales marinos, explica a Diario de Ibiza que la llegada masiva de estos celentéreos a las costas ibicencas (en apenas una semana se han detectado bancos de miles en cala Gració, cala Gracioneta y el puerto de Sant Antoni, además de otros puntos de la costa norte de la isla), no representa un problema para el medio ambiente. Al contrario, como su movilidad es muy reducida (poco más de 700 metros al día en vertical y mucho menos en desplazamiento horizontal), no son capaces de luchar contra los vientos que llegan a tierra desde el mar para abandonar la costa y acaban muriendo cerca de la orilla. Entonces, sus cuerpos tapizan el fondo para que los «pocos peces» que haya se puedan pegar un auténtico "festín". "Son una fuente brutal de colágeno para los animales marinos", apunta Gili.

Un enorme banco de medusas hace dos días en la costa de Sant Antoni.

Un enorme banco de medusas hace dos días en la costa de Sant Antoni. / DAVID VENTURA

Las consecuencias de sus visitas no son el problemaMás bien las causas, y lo que representan. ¿Qué está pasando? Gili recuerda que las aguas costeras son más frescas que las de alta mar porque reciben vertidos del interior, princalmente procedentes de la lluvia. Pero ya no cae nada desde el cielo. "La temperatura del agua sube y se acerca cada vez más a la de mar abierto, hay menos agua dulce de vertidos y de lluvia… Todo ello aumenta las probabilidades de que lleguen enjambres de medusas; cuando están cerca de la costa y hay algo de viento, las probabilidades de que se queden dos o tres días son mucho más altas". Que lleguen no son novedad, que lo hagan con más frecuencia, sí.

Bancos de medusas: algo no va bien en el mar.

Bancos de medusas: algo no va bien en el mar. / D. V.

Una época dorada

Gili añade que las medusas se alimentan de noche y para ello salen a la superficie; de día se sumergen y se esconden para huir de sus depredadores (varios tipos de peces, tortugas...), que además están desapareciendo. El ser humano, que tanto odia y huye de estos animales, está haciendo sin saberlo todo lo necesario para que proliferen. Es uno de los muchos sinsetidos que causa la ignorancia.

Gili lamenta que la temperatura del mar en la costa catalana, donde trabaja y vive (aunque nació en Mallorca), está actualmente entre 1,5 y dos grados por encima de lo normal, una anomalía que puede tener consecuencias muy graves y que puede extrapolarse a las islas. "Todo es un gran ejemplo de que no cuidamos el mar como deberíamos y éstas son las consecuencias", advierte resignado este experto.

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