El bosque de Canarias, más protegido

El Plan Forestal, que se encuentra en fase de consulta pública, responde a la necesidad de contar con una estrategia renovada y centrada en la gestión sostenible de las Islas

Un bombero pasea por una zona afectada por el incendio de agosto de 2023 de Tenerife.

Un bombero pasea por una zona afectada por el incendio de agosto de 2023 de Tenerife. / María Pisaca

El incendio de Tenerife ha sido una muestra más de que Canarias necesita una nueva forma de gestionar los recursos forestales que se adecúe a las necesidades actuales. El nuevo Plan Forestal de Canarias se centra en la sostenibilidad económica y ambiental, el consenso y la solidaridad entre generaciones así como los principios dictados por la política estatal y europea. 

Canarias es conocida por su belleza natural y biodiversidad única. Sin embargo, el voraz incendio que sufrió Tenerife en verano de 2023 ha demostrado la necesidad de establecer un cambio significativo en la gestión de sus recursos forestales. De ahí que la Consejería de Transición Ecológica y Energía ha elaborado un nuevo Plan Forestal de Canarias, nacido del consenso y de un proceso participativo con personal técnico forestal, que actualmente se encuentra en fase de consulta pública, que permitirá fomentar el vínculo con el sector y los diferentes perfiles de la sociedad.

El nuevo documento, centrado en la sostenibilidad económica y ambiental, el consenso y la solidaridad entre generaciones, está basado en los principios dictados por las actuales políticas y estrategias forestales europeas y nacionales. Estas tienen en cuenta la creciente preocupación por el incremento del impacto generado por los grandes incendios forestales, la amenaza a la biodiversidad, el cambio climático y la sostenibilidad económica del medio rural.

La gestión forestal sostenible se revela como una herramienta imprescindible contra los embates del entorno y enfrenta con firmeza la desertificación. Asimismo, se erige como un baluarte crucial en la lucha contra el cambio climático, actuando como sumidero de carbono y mitigando los impactos adversos asociados.

El Plan Forestal hasta ahora vigente, que data del año 1999, considerado en su momento como un hito innovador, precisaba de una actualización urgente y la necesidad de aplicar una estrategia renovada. Para ello, el nuevo Plan se establece sobre tres ejes: acciones sobre el territorio, acciones socioeconómicas y culturales y acciones institucionales.

El primero, y quizás el más crucial, es la Acción en el Territorio. Aquí, el objetivo es impactar positivamente a través de una gestión forestal activa y sostenible. Este enfoque proactivo es esencial para prevenir futuros desastres y va más allá de la simple evolución natural, ya que implica una selvicultura adaptativa que no solo garantiza la regeneración continua de nuestros bosques, sino también su progresión hacia estadios ecológicos más maduros

No menos trascendental es el objetivo de ampliar la cobertura vegetal a través de la repoblación forestal. Esta actividad busca recuperar áreas degradadas y fortalecer la estructura y la funcionalidad de los bosques existentes.

Acciones socioeconómicas

Los otros dos ejes actúan de manera complementaria con la Acción en el Territorio. El segundo se centra, entre otros, en fomentar la gestión privada y el fomento de un tejido empresarial fuerte.

La colaboración público-privada se presenta como un factor clave para la implementación efectiva de las acciones planificadas en el documento. Una de las herramientas más potentes para la dinamización de la gestión forestal es la maximización de los servicios ecosistémicos, como, por ejemplo, la captura de carbono, los servicios recreativos o la provisión de agua, que nuestros montes proporcionan a la sociedad, retribuyendo adecuadamente a aquellas personas y organizaciones que se implican activamente en la gestión forestal sostenible.

Acciones institucionales

El último y tercer eje aborda la financiación, el desarrollo normativo y la coordinación interadministrativa eficaz para conseguir cumplir con los objetivos que se marcan en el Plan. Establecer regulaciones claras y coordinar eficientemente entre las administraciones es esencial para el éxito del Plan.

Para ello es fundamental ir de la mano de cada Cabildo Insular y de las administraciones locales o supramunicipales para concretar, de forma conjunta, las líneas de actuación que permitan proteger y potenciar la masa forestal del Archipiélago. Canarias está en un momento crucial en la gestión de sus recursos forestales. El nuevo Plan Forestal pretende no únicamente abordar las problemáticas a las que se enfrentan nuestra sociedad y nuestros montes, sino también anticiparse a los desafíos emergentes, sentando las bases para un futuro verde y próspero en las islas Canarias, estableciendo un enfoque equilibrado para el éxito de la gestión forestal.