Claves para controlar los excesos propios del período navideño

La nutricionista Maribel Ojeda aconseja apostar por entrantes y primeros platos  de calidad, y solo cambiar los hábitos nutricionales en las fechas especiales 

Una imagen de una cena navideña.

Una imagen de una cena navideña. / E. D.

Y. M.

El período navideño va de la mano de un cambio radical en los hábitos nutricionales. Y es que las comidas copiosas suelen cobrar protagonismo en las reuniones entre familiares y amigos en esta época del año, sobre todo los días especiales. Pero, ¿cómo se pueden controlar los excesos? Con el fin de ayudar a compensar las alteraciones en la dieta, la nutricionista grancanaria Maribel Ojeda aborda siete claves fundamentales

-Reservar los excesos solo para las fechas señaladas. Ahora que ya ha pasado la Nochebuena y el día de Navidad, la profesional recomienda reservar el consumo de dulces para la celebración de la Nochevieja, el día de Año Nuevo y el día de Reyes. «Muchas personas pasan todo el mes de diciembre consumiendo productos poco saludables y tomando grandes cantidades de comida. Lo mejor es reservarnos para los días especiales y disfrutar al máximo esas fechas, sin obsesionarnos con las calorías que vamos a consumir», remarca. 

-Entrantes. La experta aconseja seleccionar entrantes de buena calidad nutricional para favorecer el proceso digestivo. En este sentido, recomienda apostar por embutidos como el jamón o el lomo, los mariscos y las ensaladas. Estas últimas pueden ir acompañadas de frutos secos y deben estar aliñadas con aceite de oliva. «Si los anfitriones quieren añadir alguna salsa, siempre es mejor que sea casera para controlar los ingredientes que empleamos», advierte Ojeda. 

-Platos principales. Las carnes y los pescados se presentan como excelentes opciones para elaborar los platos principales. Para reducir el consumo de grasas, estos alimentos se pueden cocinar al horno y acompañarlos de una guarnición de verduras. «Si nos apetece, también podemos incluir las papas. De hecho, en las Islas, un plato ideal para estas fechas puede ser una pata asada, acompañada de vegetales y papas arrugadas con mojo», señala la especialista. «La carne puede ser sustituida por un pescado al horno. Ambos platos son muy ricos, sabrosos y saludables», agrega. 

-Postres. La nutricionista recuerda que es mejor elaborar o comprar postres caseros que recurrir a los productos procesados. Sin embargo, también rompe una lanza a favor del disfrute. «A todos nos gusta comer algún dulce en esta época. Esto no significa que tengamos que estar todas las fiestas consumiendo azúcares, pero no considero que sea necesario preocuparnos por las etiquetas los días especiales», sostiene Maribel Ojeda. Ahora bien, es esencial que exista un equilibrio en la dieta. De ahí, la importancia de que los entrantes y los platos principales sean de buena calidad. 

-Bebidas. Tal y como indica la profesional, la opción más saludable es acompañar las comidas del consumo de agua mineral. Además, es fundamental no abusar del alcohol y evitar las bebidas azucaradas. Si los comensales optan por beber cerveza o vino durante el almuerzo o la cena, tampoco deben olvidar tomar al menos un vaso de agua. «El agua no va a detoxificar todo el alcohol que hemos bebido, pero en estos casos tenemos que ayudar a nuestro cuerpo y brindarle un aporte extra de hidratación», apunta. 

-No suprimir comidas. La especialista se declara en contra de suprimir comidas para compensar los excesos en los almuerzos o las cenas, pues, a su juicio, estas conductas solo favorecen los conflictos emocionales con los alimentos. «Siempre que nos excedemos comiendo, tenemos menos hambre que de costumbre en las horas posteriores. Solo debemos escuchar a nuestro cuerpo, y no centrarnos en la idea de que hay que pagar una especie de peaje por el gran número de calorías que hemos consumido», asevera la experta. 

-Actividad física. El ejercicio físico aporta grandes beneficios a la salud y ayuda a controlar el peso. Teniendo en cuenta esto, Ojeda recomienda continuar con las rutinas en estas fiestas, y no practicar deporte solo para compensar los excesos. «Particularmente, recomiendo hacer siempre algo de ejercicio físico, pero si este hábito no está implantado en la rutina de una persona, no tiene por qué practicar deporte solo para sentirse mejor porque se ha excedido comiendo», explica la nutricionista. «Es muy importante no obsesionarse y retomar nuestros hábitos nutricionales cuando finalicen las fiestas», concluye. 

Más concienciación para evitar riesgos

Las Navidades constituyen un período en el que el riesgo de sufrir eventos cardiovasculares se incrementa debido a diversos factores como las situaciones de estrés, el olvido de la medicación en personas que tienen enfermedades de riesgo cardiovascular o los excesos de comida y alcohol. Por este motivo, los expertos aseguran que es necesario una mayor concienciación sobre los signos de alerta de un infarto de miocardio, que son distintos en hombres y en mujeres. Y es que estas fiestas reúnen una serie de variables que en algunos casos pueden comprometer la salud cardiovascular. «Son épocas en las que las personas con enfermedades cardiovasculares como la hipertensión arterial, la insuficiencia cardíaca, la cardiopatía isquémica o la diabetes tienen más riesgo de sufrir un infarto por los excesos, pues suelen comer más dulces, grasas y comidas con más sal, además de alcohol. También es frecuente olvidar la medicación con la que controlan esas enfermedades», alerta la doctora Leticia Fernández-Friera, directora de la Unidad de Mujer en Atria Clinic. | E. Press

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