Nueve jóvenes ofrecen su testimonio de lo que vivieron con Cabrera Pérez-Camacho

La acusación pide a la jueza escuchar su declaración sobre lo que vivieron en la casa de Tacoronte del investigado

Miguel Cabrera Pérez Camacho

Miguel Cabrera Pérez Camacho / E.D.

Los abogados de la acusación particular en el asunto de la supuesta agresión sexual por la que fue denunciado el letrado y profesor universitario Miguel Cabrera Pérez-Camacho presentaron un escrito ante el juzgado del caso donde solicitan que se tome declaración a una decena de testigos que supuestamente padecieron situaciones similares al del joven denunciante.

El citado documento se interpuso ante la jueza del Juzgado de Instrucción número 3 del partido de La Laguna y en el mismo se aportan los nombres de, al menos, nueve hombres que están dispuestos a relatar que la citada situación no fue un episodio excepcional ni que cabe atribuirlo a una hipotética venganza de un abogado al que el propio Pérez-Camacho despidió de su bufete.

Cabe recordar que la persona investigada por este hecho atribuyó la denuncia a una trampa tendida por un profesional de la Abogacía a quien despidió de su despacho.

La denuncia por la que este martes está previsto que se tome declaración a Miguel Cabrera Pérez-Camacho, presidente del Real Casino de Tenerife, fue presentada por un alumno de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Laguna.

El estudiante acudió a la vivienda de Pérez-Camacho en el municipio de Tacoronte para firmar el convenio para la realización de las prácticas. Y, según la denuncia interpuesta por el joven ante la Guardia Civil, tras la rúbrica de dicho acuerdo, el abogado y profesor universitario le realizó tocamientos en el torso y la espalda durante una visita por dependencias de la casa.

Según la información que ha trascendido, los testigos presentados por la acusación particular tienen como denominador común que son varones, estudiaron en la Facultad de Derecho de la Universidad de La Laguna (ULL) y tuvieron como profesor a Cabrera Pérez-Camacho.

Además, las experiencias vividas por esos jóvenes ocurrieron en la casa que el presidente del Real Casino de Tenerife posee en el municipio de Tacoronte. Respecto a dichas personas, en la actualidad tienen entre 21 y 30 años de edad. Además, seis de ellos decidieron ofrecer de forma voluntaria el testimonio de su experiencia después de que leyeran en EL DÍA la denuncia interpuesta por agresión sexual contra Miguel Cabrera Pérez-Camacho. Hasta ahora, la autoridad judicial no ha respondido a la solicitud de declaración citada.

Los abogados de la acusación particular también solicitaron a la autoridad judicial la recopilación de las imágenes de cámaras de seguridad, si las hubiera, en los alrededores del domicilio en el que supuestamente ocurrieron los tocamientos. Dichos letrados también reclamaron la localización por satélite (GPS) del teléfono móvil del profesor universitario acusado en la hora en la que se produjo el suceso, así como el registro de llamadas en dicho terminal.

El joven denunciante de este asunto cursa en estos momentos un máster de Abogacía y Procura en la Universidad de La Laguna. Fuentes conocedoras del caso critican que la actuación del centro académico no ha sido todo lo diligente que cabe esperar ante una situación de estas características.

Según establece el protocolo de la ULL ante denuncias por acoso sexual o sexista, desde que existan diligencias previas, el centro académico se tiene que personar en el caso, algo que supuestamente no ha ocurrido en las últimas semanas.

Cuando el denunciante y su letrado acudieron de forma presencial a la Oficina de Prevención y Respuesta ante el Acoso sexual y Sexista (OPRA), en el Campus Central de la ULL, las instalaciones tenían sus puertas cerradas.

Ante esa realidad, la parte supuestamente afectada se vio obligada a poner la queja de forma presencial ante el departamento de Inspección de la Universidad de La Laguna el pasado 20 de octubre, y varias horas más tarde, de manera electrónica. En las tres semanas posteriores a dicha gestión, a la parte denunciante no le constaba que desde la Universidad de La Laguna se hubiera hecho algo en el asunto. Y siguen sin recibir comunicación alguna.

Fuentes del centro académico aseguraron a EL DÍA que el alumno denunciante realiza las prácticas en otro bufete de abogados, aunque Miguel Cabrera Pérez-Camacho continuaba dando clases en el momento en que se publicó la noticia hace dos semanas.

Información a la víctima

El protocolo de la ULL contempla la posibilidad de que la denuncia interna se inadmita; que se tome una resolución preventiva para establecer pautas de actuación y propuestas que pongan fin a la situación de acoso, así como admitir la denuncia e iniciar la tramitación del procedimiento, de lo que deberá ser informada la víctima o su representación letrada.