Presupuestos 2024 | La nueva consejería

La financiación deja a las universidades públicas canarias en «quiebra técnica inminente»

Los rectores de las instituciones superiores de Canarias alertan sobre la grave situación financiera a pesar de que su presupuesto para 2024 crece unos ocho millones de euros

La consejera Migdalia Machín, durante la presentación de los primeros presupuestos de su Consejería.

La consejera Migdalia Machín, durante la presentación de los primeros presupuestos de su Consejería. / EFE

Patricia Ginovés

Patricia Ginovés

Las universidades públicas canarias alertan de la «quiebra técnica inminente» a la que les arrastrarán los presupuestos para el año 2024 de la Consejería de Universidades, Ciencia e Innovación y Cultura del Gobierno de Canarias. A pesar de ello, la consejera de área Migdalia Machín anunció este lunes en comisión parlamentaria que la Universidad de La Laguna (ULL) y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (Ulpgc) recibirán el presupuesto más alto hasta la fecha, con 278 millones de euros para el próximo año, lo que supone un incremento del 2,79% con respecto a este 2023, cuando ambas instituciones públicas accedieron a 270 millones de euros. «A día de hoy, nos encontramos ante el presupuesto más alto, aunque probablemente no sea suficiente», afirmó la consejera nacionalista.

Migdalia Machín anunció un presupuesto global para esta consejería de nueva creación de algo más de 413 millones de euros, lo que supone un incremento del 5% con respecto al año 2023, cuando se manejó una cantidad de casi 394 millones de euros para estas áreas incluidas entonces en la Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes. A pesar de este incremento, el rector de la ULL, Francisco García, mostró su «sorpresa» y «decepción» ante las cantidades manejadas por la Consejería para el próximo año y que empujan a las instituciones públicas a «un proceso de infrafinanciación» que ya de por sí es una tendencia histórica, «de los últimos lustros». En concreto, García se trasladó hasta el año 2009, cuando el presupuesto para las universidades públicas canarias comenzó a estancarse, «aunque en aquel momento se debía a la crisis económica y creíamos que sería algo coyuntural». «Desde entonces, se ha venido repitiendo una reducción de la capacidad de gasto de manera sistemática», lamenta el rector.

De este modo, las universidades canarias recibieron 162 millones de euros en 2009 y 15 años después, 166 millones, «por lo que nuestra financiación tan solo ha aumentado un 2% a lo largo de todo este tiempo, mientras que la inflación ha crecido un 26%. Por todo ello, hemos perdido hasta un 24% de capacidad de gasto en todo este tiempo», concluye García en nombre de los dos rectores de las universidades públicas, y tal y como ya adelantaron en un escrito publicado en la prensa canaria el pasado domingo.

Los remanentes de tesorería se han convertido en «la única forma de sobrevivir» para las universidades en los últimos años. De hecho, este año la ULL ha empleado cinco millones y medio de euros de esa partida para sus gastos corrientes. Sin embargo, el mandato europeo de aplicación de las leyes para el control presupuestario y financiero que limitan el empleo del superávit dificultarán que el próximo año las universidades públicas puedan emplearlo. Además, aunque en 2024, el presupuesto para las universidades ha crecido un 2% con respecto al pasado ejercicio, «creemos que es insuficiente si tenemos en cuenta que el presupuesto para las enseñanzas preuniversitarias crecerá el próximo año un 11%».

El aumento del pago de los servicios de limpieza y seguridad, los seguros y las subidas salariales que se consolidan en 2023 establecidas por el Gobierno de España van a dificultar que las instituciones académicas puedan cubrir sus gastos con la financiación asignada por la Consejería.

«Contracción salvaje». Así define Francisco García la política presupuestaria que tendrán que establecer las universidades públicas canarias ante la financiación prevista para el próximo año. «Vamos a tener que reducir nuestra capacidad de gasto en múltiples servicios, aunque tratando de hacer el mínimo daño», afirma García quien habla de «recorte salvaje». Los rectores canarios celebran la creación de esta nueva Consejería en el seno del Gobierno de Canarias, con la que tienen una buena relación, y «que además une universidades e innovación, una combinación perfecta», «pero esa buena decisión no se ve reflejada desde el punto de vista presupuestario; no nos apoya para poder prestar nuestros servicios como es debido».

Además, la presentación de estos presupuestos en comisión parlamentaria viene a confirmar el retraso en la entrada en vigor del modelo plurianual de financiación para las universidades públicas. Los rectores lamentan que no haya podido ponerse en marcha para 2024 pero confían en su entrada en vigor para el siguiente ejercicio puesto que proyecta un crecimiento del presupuesto para cada una de las universidades públicas canarias de unos 15 millones de euros.