Salud

No, el infarto no es sólo cosa de hombres: ¿por qué se subestima el riesgo en las mujeres?

La enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte en mujeres en España, por delante del cáncer, pero las especialistas advierten que está poco reconocida, diagnosticada y tratada

"En los infartos, las mujeres tienen peor pronóstico, porque llegan tarde a Urgencias", explica la doctora Iria Míguens quien subraya la diferencia de los síntomas respecto a los hombres

El infarto es también cosa de mujeres.

El infarto es también cosa de mujeres.

Nieves Salinas

Son la primera causa de muerte de las mujeres en España, por delante del cáncer, pero las enfermedades cardiovasculares están poco reconocidas, diagnosticadas y tratadas entre la población femenina. ¿Por qué?. Las respuestas son múltiples. La primera, llega de la mano de la doctora Nieves Tarín: existe la percepción de que la mujer corre menos riesgo de sufrir, por ejemplo, un infarto y, eso, juega en su contra, dice a El Periódico de España, de Prensa Ibérica, la cardióloga del Hospital Universitario de Móstoles (Madrid). Ademá, añade Iria Míguens, urgencióloga, los síntomas son diferentes a los de los hombres y muchas veces son las propias mujeres las que no le dan importancia a ese malestar que sienten. Ese retraso, marca un pronóstico mucho más negativo.

Cada ocho minutos muere una mujer española por una enfermedad cardiovascular. No son "cosa de hombres", sin embargo, se minimiza su incidencia en población femenina. A veces, las propias mujeres no tienen tan presente los consejos de prevención cardiovascular, ni tampoco la necesidad de reconocer y actuar con rapidez ante, por ejemplo, los síntomas de un infarto o una angina de pecho.

"Hay que sensibilizar porque han penetrado muy bien las campañas de cáncer de mama, pero la enfermedad cardiovascular queda como en segundo plano", señala la doctora Tarín

"Hay que sensibilizar porque han penetrado muy bien las campañas de cáncer de mama, pero la enfermedad cardiovascular queda como en segundo plano, como que no nos va a afectar, como si nunca nos fuera a pasar algo", dice la cardióloga Nieves Tarín.

Peor pronóstico

En los infartos, las mujeres tienen peor pronóstico. "Antes de llegar al hospital se mueren aproximadamente un 52% de mujeres y un 42% de varones. Lo que vemos es una demora a la hora de llegar a Urgencias. Ellas tardan más en venir", advierte Iria Míguens, que es también directora de MUEjeres-SEMES (Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias).

"Hay estudios que hablan que, incluso en el 40% de las mujeres que sufren un infarto, los síntomas son digestivos o atípicos", señala la urgencióloga

¿Los motivos?. Desde el rol de cuidadora -siempre posponiendo su salud o su autocuidado, precisa la urgencióloga- a la presentación de síntomas atípicos. "Hay estudios que hablan que, incluso en el 40% de las mujeres que sufren un infarto, los síntomas son digestivos o atípicos. Es decir, cuando se define el dolor típico en el pecho, que irradia, es más en los hombres", añade.

En las mujeres, esos síntomas "suelen ser de presentación muy abigarrada, se inician de forma muy insidiosa, con mucha sintomatología digestiva -como dolor en la boca del estómago-, falta de aire, un cansancio intenso...Esos síntomas atípicos hacen que no sea tan fácil para las mujeres reconocer: 'Estoy teniendo un infarto y voy a ir a Urgencias'".

El autocuidado

Porque, según la doctora Nieves Tarín, a veces ese autocuidado que debemos tener, simplemente falla. Porque, insiste, no se ve el riesgo: "Cuando somo muy jóvenes es difícil sensibilizar, pero cuando vamos cumpliendo años deberíamos, aún estando sanas, controlar la tensión, el colesterol, la glucosa...", además de lo ya sabido de no fumar, hacer ejercicio físico y comer sano. "Es importante un chequeo cuando estamos bien, porque parece que siempre llegamos tarde a todo", continúa.

En el hospital de Móstoles, además de charlas, imparten talleres de respiración para ayudar a relajarse. Porque ahí entra otro tema capital: el estrés. La doctora Nieves Tarín abunda. Ya desde hace años varios estudios han demostrado que el estrés puede condicionar el infarto, la muerte. La mujer no se sustrae a esas estadísticas. "Ahora estamos viviendo muy rápido, no sé si nuestro cerebro o nuestra alma pueden adaptarse a esa rapidez", apunta la cardióloga.

"Estamos viendo que están aumentando los casos de miocardiopatía de estrés que se asocian a episodios de estrés muy agudo ante una situación amenazante", dice la doctora Tarín.

Habla de un tema que no se puede obviar: los casos del síndrome de Tako-Tsubo -también conocido como síndrome del corazón roto o miocardiopatía de estrés- que se asocian a episodios de estrés muy agudo. "No llegas a pagar la hipoteca, vives una situación familiar dramática...Una situación muy aguda de estrés que libera determinadas sustancias en el organismo y estamos viendo que están aumentando los casos", afirma.

Ellas llegan más tarde

En Urgencias, a las mujeres que están padeciendo un infarto las ven con retraso, vuelve a insistir la urgencióloga Iria Míguens: "Eso implica que, a la hora de aplicar tratamientos, nos vemos más condicionadas porque todo tiene unos tiempos. El tiempo en este caso es también corazón: cuanto antes llegue, antes vamos a poder tratar el corazón".

Por otro lado, apunta a un sesgo profesional. A las mujeres se nos presupone nerviosas, siempre con ansiedad, asegura. "Se sigue denominando síntoma típico al que tienen los hombres". La ausencia de la visión de la salud con perspectiva de género es una de las principales causas de inequidad, remarca. En 2018, SEMES fundó la Comisión de estudio de la Mujer en Urgencias y Emergencias: MUEjeres.

El 24 de marzo de 2023, se celebraron en Málaga las primeras jornadas de la Comisión en las que expertas abordaron como temas centrales la diferente asistencia entre géneros identificada en los servicios de urgencias hospitalarios precisamente en patologías tiempo-dependientes como el ictus, la fibrilación auricular y el síndrome coronario agudo. Entre las principales conclusiones, que estas diferencias deben de ser analizadas en profundidad.

"Estar revuelta"

Iria Míguens añade otro aspecto: "Las mujeres siempre vamos con prisa. 'Tengo que irme'. Siempre con el rol de cuidadoras. Eso nos condiciona. Desde Urgencias, alertamos a los profesionales de esa perspectiva de género, pero también a las mujeres: es importante que reconozcan los síntomas de un infarto. Esa sensación de estar revuelta, me duele la espalda, sudoración...".

La doctora Tarín también alude a otra cuestión: más allá de los factores de riesgo clásicos (presión arterial, alimentación, colesterol, tabaquismo, obesidad y sedentarismo), las mujeres experimentan otros cambios a lo largo de su vida, que afectan al riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Son momentos clave en los que la mujer no tiene percepción de riesgo como el embarazo y el parto y, sobre todo, la menopausia, apunta.

"Esto a veces es desconocido por la mujer y ha hecho que, junto a Ginecología y Obstetricia, planteemos las consultas de alto riesgo para que estas mujeres sean seguidas de manera más cercana que en un embarazo normal. En menopausia, ya está muy hablado, pero quizá nos hemos dejado por el camino que se produce una pérdida de estrógenos que, de alguna manera, tiene un carácter protector y la mujer gana peso, aumenta el colesterol...esta constelación hace más fácil que puedan tener ataques al corazón", concluye.