Debate en el inicio de curso escolar

Niños y uso abusivo del móvil: "El auténtico problema está en casa, no en el colegio"

De lunes a viernes, según un reciente estudio de Gasol Foundation, los chavales de entre 8 y 16 años pasan 198,8 minutos al día delante de la tele, el iPad, el móvil o cualquier otro dispositivo

Una niña mira la pantalla de su móvil en casa.

Una niña mira la pantalla de su móvil en casa. / XAVI GONZÁLEZ

Olga Pereda

El curso escolar ha empezado con un incendiado debate sobre el uso de los móviles en las aulas. En Cataluña, un importante número de institutos ha optado por prohibir su uso mientras que la 'consellera' Simó se muestra reticente a hacerlo. Los docentes, las direcciones escolares y otros especialistas exponen estos días pros y contras de permitir los 'smartphones' en el entorno escolar. Sin embargo, todos los expertos consultados coinciden en destacar que el "auténtico problema no está en clase sino en casa".

 De lunes a viernes, los chavales de entre 8 y 16 años pasan 3,3 horas cada día frente a una pantalla

“Se está delegando en la escuela una tarea que le corresponde a la familia”, sentencia Roger Ballescà, psicólogo especializado en población infantojuvenil. La misma opinión tienen divulgadores especializados en tecnología y directores escolares. “Los mayores problemas que tienen los chavales con la tecnología ocurren fuera del ámbito escolar. Se nos está encomendando a las escuelas unos deberes que los padres y las madres tienen hacer en casa”, subraya Aitor Uriondo, director de la ikastola Axular Lizeoa (San Sebastián).

"Si los padres fueran conscientes de la magnitud del problema, tendrían energía para retrasar al máximo la edad del primer móvil"

Diego Hidalgo

— Divulgador y autor de 'Anestesiados'

“Estamos ante una situación muy preocupante. Si los padres y las madres tomaran consciencia de la magnitud del problema, creo que tendrían voluntad y energía para retrasar al máximo la edad en la que se les entrega su primer móvil a sus hijos e hijas”, concluye Diego Hidalgo, autor del revelador ensayo 'Anestesiados. La humanidad bajo el imperio de la tecnología’.

“Los mayores problemas que tienen los chavales con la tecnología ocurren fuera del ámbito escolar"

Aitor Uriondo

— Director de la ikastola Axular Lizeoa

Las familias

Ante estas afirmaciones, la directora de Affac (Associacions Federades de Famílies d’Alumnes de Catalunya), Lidón Gasull, afirma que es injusto trasladar el problema y la solución a las familias. "Somos responsables, sí. Pero también los centros educativos, las administraciones públicas y hasta la UE. ¿Dónde está la responsabilidad pública? Exigimos políticas públicas dirigidas a las familias para el ámbito de la digitalización. Exigimos también que se pongan límites a las grandes tecnológicas. Existe, además, un poblema añadido. La brecha digitial no es solo generacional sino también socioeconómica. No todos los padres y madres tienen la misma capacidad y las mismas herramientas para emprender una alfabetización digital", concluye Gasull.

Un problema grave

El psicólogo Ballescà no quiere sonar alarmista, pero reconoce que estamos delante de un problema “grave, real y actual”. En caso de no hacer nada -advierte-, todo irá a peor. La raíz de la cuestión reside, según el especialista, en lo solos que están los progenitores en la crianza de sus hijos. Antes había una mayor presencia de abuelos y otros familiares. Ahora no. Además, muchos padres vienen de una época marcada por el autoritarismo y se han ido al otro lado al permitir demasiadas cosas a sus hijos.

Siete de cada diez menores de 16 años disponen de móvil, al que acceden desde los 11 años, según Unicef

De lunes a viernes, según un reciente estudio de Gasol Foundation, los chavales de entre 8 y 16 años pasan 198,8 minutos al día delante de la tele, el iPad, el móvil o cualquier otro dispositivo. El fin de semana la cifra se dispara hasta los 294,1 minutos al día. Una investigación de Unicef concluyó que siete de cada diez menores de 16 años disponen de móvil, al que acceden desde los 11 añosUno de cada tres está enganchado a las redes sociales, a las que se conectan todos o casi todos los días, según el organismo de Naciones Unidas para la infancia.

“Una familia no es una democracia. Más bien se parece a una dictadura. Pero lo es en beneficio de los chavales. Hay que establecer una autoridad sana, una jerarquía. Los que dictan las normas en casa son los padres. El problema es que muchos progenitores no soportan que sus hijos se frustren. Desde un punto de vista psicológico, la frustración es desagradable, pero no es mala. Sin embargo, parece que los padres solo saben decir sí a sus hijos. Nunca un no”, comenta Ballescà, coordinador del Comité de Infancia y Adolescencia del Col·legi Oficial de Psicologia de Catalunya.

Las familias, en lugar de asumir esa responsabilidad de marcar límites, delegan en la escuela. ¿Por qué? Porque tenemos menos tiempo personal, menos horas para pasar en familia debido, entre otras cosas, a los extenuantes horarios laborales.

“El resultado es que exigimos a los colegios y a los institutos que hagan cosas que, tradicionalmente, se han realizado siempre en casa. La triste realidad es que se ha profesionalizado el cuidado de los hijos. Por eso, los llevamos a la escuela a primera hora (antes, incluso, de que empiece el horario lectivo) y los recogemos a última hora una vez han terminado todas sus extraescolares”, destaca el psicólogo.

Un niño pequeño juega con una tableta, en su casa.

Un niño pequeño juega con una tableta, en su casa. / JOSÉ LUIS ROCA

Trabajo en equipo

“La tecnología es una realidad y jamás debemos mirar para otro lado. El buen uso de los dispositivos es fundamental en la escuela. Pero hay que hacer un trabajo de prevención y educación con los niños y los jóvenes. Inculcar el buen uso de los dispositivos digitales es un trabajo en equipo, no solo de la escuela”, explica el director de la ikastola Axular Lizeoa, centro que dispone de una tecnopedagoga para ofrecer orientación, charlas y talleres tanto a los alumnos como a las familias.

Uriondo insiste en que los padres deben dar ejemplo. “¿De qué sirve decir a tu hijo que fumar es perjudicial si tú fumas? Pues lo mismo con el móvil. Y, sin embargo, ¿cuántos padres se pasan horas y horas delante de la pantalla mientras están con sus hijos?”, concluye.

Efectivamente, ocho de cada diez progenitores reconocen que están pendientes de sus dispositivos cuando están haciendo algo con sus hijos, según una reciente encuesta de BBK Family realizada entre 600 familias vascas con hijos de 6 a 12 años.

Proteger de una epidemia

El divulgador Hidalgo recuerda a las familias la importancia de saber gestionar bien la relación con las pantallas. El autor de 'Anestesiados' pide encarecidamente retrasar la compra del primer móvil a los hijos. “Cuanto más temprano se les entrega un 'smartphone' a los niños, peor será su salud mental cuando sean adultos jóvenes. Si retrasamos lo más posible la edad en la que se lo damos, estadísticamente le protegeremos contra esta epidemia”.

Si los padres hacen dejación de sus responsabilidades y miran hacia otro lado, se enfrentan a un serio problema. A juicio de Hildago, se arriesgan a que sus hijos sean menos felices, se comparen con los demás excesivamente y sientan que sus vidas son peores. “Puede también que empeoren sus notas escolares y que muestren falta de interés por la vida familiar y las actividades fuera de la pantalla”, añade. Y concluye: “¿Se nos ocurriría instalar en el dormitorio de nuestros hijos una puerta sin cerradura hacia el exterior, en la que cualquier desconocido pudiera entrar o ellos pudieran salir sin que lo supiéramos? Esto es lo que sucede cuando usan un 'smartphone' en su dormitorio”.

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