Bullying

Tutorización entre iguales para frenar el acoso escolar

Un colegio de Vigo será referencia en la prevención del ‘bullying’ al implantar en todas las etapas educativas la figura del alumno que ejerce de tutor de sus compañeros de cursos inferiores

Alumos de secundaria de Calasancias Vigo acompañan a sus compañeros de ciclos menores.

Alumos de secundaria de Calasancias Vigo acompañan a sus compañeros de ciclos menores. / @CALASANCIAS_VIGO

Montse González

Uno de cada tres jóvenes en todo el mundo, según datos de la ONU, sufre acoso escolar o bullying. Dentro de esa cada vez más preocupante realidad, el Colegio Plurilingüe Padre Míguez Calasancias de Vigo implantará en todas sus etapas (infantil, primaria, secundaria y ciclos formativos) el Programa TEI, con la intención de integrar la “tolerancia cero” respecto a la violencia y el maltrato como un rasgo de identidad de su comunidad. Un paso que, por ahora, también darán en su centro de Alicante.

“El programa TEI se inició en 2002 y se basa en la tutorización emocional entre iguales”, explica María Gómez González, formadora y coordinadora del Programa TEI en Galicia. “Es una estrategia educativa de centro, porque lo que se hace es formar tanto al profesorado, al personal no docente, al alumnado y también a las familias. Implica a toda la comunidad educativa con el objetivo de instaurar el buen trato en las relaciones entre las personas”, añade.

Pese a que su implantación se inició en secundaria, realmente este programa de prevención se muestra eficaz ya desde las edades más tempranas, aunque en infantil “se trabaja sobre el desarrollo de hábitos saludables que faciliten el buen trato y la convivencia”. De hecho, en el primer ciclo de infantil han estado trabajando durante dos años como programa piloto en el que han participado diez centros educativos de tres comunidades autónomas.

Este programa inició su desarrollo teórico y estructural en el año 1999 a partir de la idea original del psicólogo y pedagogo especializado en dirección y gestión de centros educativos Andrés González Bellido; su aplicación se inició en el curso 2002-2003. Actualmente es el programa de mayor implementación a nivel español al contar con unos 2.000 centros que desarrollan este programa y con unos 90.000 profesores y profesoras formados. Las cifras indican también que unos 280.000 alumnos lo inician cada año, siendo ya 3.000.000 los que han participado en él. En Galicia operan en unos 40 centros, aunque “Calasancias será pionero en la comunidad porque va a ser el único donde se va a desarrollar en todas las etapas educativas”.

Calasancias será pionero en la comunidad porque va a ser el único donde se va a desarrollar en todas las etapas educativas. María Gómez González - Formadora y coordinadora del Programa TEI en Galicia

Se trata, además, de uno de los pocos programas de convivencia que tiene evidencias científicas de resultados y cuenta con cinco equipos de trabajo, investigación y evaluación, que tienen como objetivo el desarrollo y la innovación de dicho programa, ubicados en el ICE de la Universidad de Barcelona, la Universidad de Santiago de Compostela, la Universidad de Alicante, la Universidad Francisco Vitoria de Madrid y la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona.

“En lo que tiene que ver con el acoso tenemos que ponernos unas gafas especiales porque tenemos normalizado el maltrato”, advierte Gómez. “Si no tienes información minimizas lo que puede pasar y lo que se puede cambiar porque aquello que no vemos es como si no existiera y la verdad es que hay comportamientos violentos ya desde infantil; hay que saber detectarlos”, advierte. Por eso, en las jornadas de formación para el profesorado, que se están llevando a cabo esos días en el centro vigués, lo que se hará al principio será “sensibilizar e informar sobre qué es la violencia y el acoso, dónde se produce, quién lo realiza, quién interviene, qué refuerza un acosador...”, expone. “En el programa TEI siempre hablamos de que hay un triángulo en el que hay un acosador/a, una víctima y unos espectadores, pero lo que hace que el acoso se instaure es un entorno que lo permite. Modificando la mirada, informando y formando a los espectadores y al entorno, se puede romper esta cadena de silencio porque hay muchas víctimas que están en una situación de indefensión y que lo viven en soledad, se minimiza su situación”, advierte: “No podemos tolerar que los niños y niñas sufran”.

PRINCIPALES OBJETIVOS DEL PROGRAMA TEI

Sensibilización

  • Sensibilizar a toda la comunidad educativa sobre los efectos de la violencia.

Concienciación

  • Concienciar sobre las causas de la violencia e informar sobre las consecuencias personales, sociales y educativas.

Inclusión

  • Facilitar el proceso de integración de alumnos e ir hacia una educación inclusiva.

Crear referentes

  • Crear un referente (tutor/a) para favorecer la autoestima y disminuir la inseguridad que provocan los espacios y las situaciones desconocidas.

Empoderamiento

  • Empoderar al alumnado, como sujeto dinámico de la convivencia, en la prevención de la violencia.

Empatía y compromiso

  • Desarrollar la empatía y el compromiso individual y del grupo-clase (espectadores) ante el sufrimiento de las víctimas de actos de violencia y acoso escolar.

Prevención

  • Compensar el desequilibrio de poder y fuerza propio de la violencia y el acoso desde una perspectiva preventiva y disuasoria.

Se trata de programa que también implica a las familias. “Todos los padres tienen miedo a que sus hijos sean acosados, pero muchas veces no piensan que sus hijos puedan ser los agresores, o los espectadores. Hay una responsabilidad por parte del entorno que tiene que auxiliar a quien lo está pasando mal”.

Y también se incluye a los monitores o personal no docente porque “muchas veces el maltrato se multiplica en espacios menos regulados o con personas con las que no tienen tanta vinculación, como el comedor o el transporte escolar”.

El verdadero valor y el pilar del programa es esa relación estrecha que se establece entre el tutor y el tutorizado. María Gómez

Tutores y tutorizados

El programa funciona mediante la tutorización emocional entre iguales y se implanta en dos años. El primero, en los cursos impares, donde, por ejemplo, en primaria los alumnos de 5º tutorizan (de forma voluntaria) a los de 3º, o, en secundaria, los de 3º de la ESO son tutores emocionales de los de 1º. Al año siguiente se mantienen las tutorías, quedando emparejados los de 6º y 4º. “El verdadero valor y el pilar del programa es esa relación estrecha que se establece entre el tutor y el tutorizado”, dice Gómez, que explica que el programa incluye actividades de desarrollo donde se habla de solución de conflictos, convivencia, empatía, de autoconocimiento...: “Es un programa de educación emocional para que los niños aprendan a conocerse, a poner nombre a sus emociones, para que después puedan dar una respuesta lo más adaptada posible a su entorno”.

Según datos de la evaluación interna del programa, el 98 % de los centros que lo tienen implantado desaparece el acoso escolar.

Una apuesta por “el equilibrio emocional”

“En la intervención en cuestiones que tienen que ver con situaciones disruptivas el colegio, a través de la jefatura de estudios, actúa de manera muy coordinada y directa, pero queríamos dar un paso más allá e involucrar a los alumnos y alumnas en todo el proceso de convivencia, más desde el punto de vista preventivo y de mentalización de la importancia que tiene el niño y la niña, además de que es un elemento educativo de primer orden”, afirma el director titular de Calasancias Vigo, Luis Segura. “En todos los estudios que tenemos, la clave para una convivencia equilibrada es evitar la pasividad ante las situaciones que se observan dentro de la convivencia entre iguales y cómo esa intervención constructiva generaba un entorno de aprendizaje muy importante y, al mismo, tiempo desactivaba esas acciones de interacción inadecuada”, añade.

Así, tras evaluar diferentes alternativas, “nos parecía que los fundamentos de TEI entroncaban mucho más con nuestra cultura, nuestra visión y entorno”. “Es un programa que actúa sobre diferentes aspectos que nos parecen muy importantes porque interviene la parte emocional, la psicológica, respecto a cómo intervenir ante conflictos y violencias desde la parte más importante, que es la no inacción ante lo que observamos...”, enumera.

“Lo que nos gusta mucho del programa TEI es que pone mucho en el foco al alumno y el protagonismo que tiene que tener en todo este elemento de convivencia, pero forma a los docentes de forma diferenciada dependiendo del ciclo en el que actúan”, expone. “También nos parece muy importante que se incluya a las familias porque esa conexión entre familias, alumnos y colegio es un elemento clave en este programa”.

“El aprendizaje tiene muchas variables, pero una muy importante es el equilibrio emocional de las personas”, sostiene. Por eso, tras la pandemia, lo han visto como “una intervención muy necesaria para empoderar al alumno en el proceso de convivencia del centro”.

Suscríbete para seguir leyendo