En las entrañas del atunero más moderno, con tecnología 100% viguesa

Firmas de la ciudad como de Kinarka, Termogal o Vicalsa, transforman los pesqueros en naves de última generación

Sistemas de congelación del atunero "Acila"

Sistemas de congelación del atunero "Acila" / Alba Villar

Lara Graña

Por todos los mares del mundo sobreviven pesqueros que se mantienen a flote casi por obstinación. En mal estado, con tripulaciones cautivas –poteros asiáticos se pasan hasta dos años sin pisar tierra– y con pésimas condiciones de habitabilidad. Sin supervisión de ninguna entidad u organización, sin garantizar la trazabilidad de las capturas y sin capacidad, muchas veces, de ofrecer garantías sobre la calidad de todo lo que llena sus bodegas. Así que la comparación resalta más todavía, máxime cuando acaba de pasar por Vigo una embarcación como el Santa Isabel, con espacios nauseabundos para sus tripulantes y comidos por el óxido. Entonces aparece en Beiramar una unidad como el Acila, un atunero de última generación, que prueba no solo que las condiciones a bordo pueden –y deben– ser magníficas, sino que la industria viguesa está preparada para ponerlas en práctica.

Se trata de un buque cerquero congelador de 85 metros de eslora por 14 de manga, recién construido por el astillero vasco Zamakona para la compañía Al Wusta Fisheries Industries, que utiliza el nombre comercial Oman Pelagic. Es un pesquero, pero no lo parece. Está habilitado para albergar 1.800 metros cúbicos de capturas en sus bodegas, con dos sistemas distintos de congelación: en salmuera (cloruro cálcico, saturado con gas amoníaco) y con compresores de ultracongelación. Preservan los túnidos, según su categoría, a -21 y -60 grados centígrados, respectivamente. Un vistazo por sus tripas es casi un paseo por el área industrial de Vigo: hay equipamiento de Kinarka, de Termogal, de Eurored, de Acinesgon, de Integasa, de Vicalsa. También de la coruñesa Detegasa o la vasca Marco, con delegación igualmente en Vigo y artífice de los equipos de cubierta y sistemas de pesca del Acila.

Punto de control de los aparejos del Acila.

Punto de control de los aparejos del Acila.

El frío a bordo es cosa de Kinarka, fundada en suelo olívico en 1986 por Ramón Quintana, Narciso Argones y José Rodríguez. Son líderes absolutos en el mercado español: serán proveedores de un segundo atunero para Oman Pelagic, también asignado a Zamakona, y para los tres arrastreros congeladores en construcción que operarán en el caladero de Malvinas. La precisión de la instalación es quirúrgica; los compresores de frío, los de ultracongelación, el aire acondicionado. En el parque de pesca están dispuestas 16 cubas para la salmuera; a un costado, las dos que alcanzan los 60 grados negativos. Estas últimas se reservan para los ejemplares de mayor calidad. A mayor capacidad de frío en el proceso de congelación, mejores son las condiciones en las que se mantiene el pescado.

Cubas para la congelación en salmuera.

Cubas para la congelación en salmuera.

Además de para tareas de ajuste de los equipos, el Acila recaló en Vigo para los pertrechos y para embarcar dos elementos fundamentales: los aparejos y la panga. Los primeros fueron suministrados por Eurored, con una base de referencia en Redondela: suyas son, por ejemplo, las cuerdas para el aparejo y maniobras del cable de la jarcia y la panga. Esta última fue ensamblada por Vicalsa, una de las compañías de preferencia para las empresas atuneras y con modelos de nueve a 12 metros de eslora. La panga es un tipo de embarcación auxiliar que utilizan este tipo de pesqueros y que es fundamental para su operativa en alta mar.

El nombre de Termogal también ha viajado a Omán a bordo de este barco, en el que ha exhibido su experiencia en trabajos de aislamiento térmico en las bodegas de congelación. Otro es el de Acinesgon, con instalaciones en el polígono de A Granxa aunque con corazón en Burgos; o Integasa, con un portfolio infinito de clientes que incluye, solo en el segmento marítimo, a firmas de la dimensión de Parlevliet & Van der Plas, el gigante de cruceros P&O o las españolas Nueva Pescanova y Albacora.

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