Federico Baltar coordina el primer inventario de hongos oceánicos

El canario lidera en Viena el estudio de estos microorganismos en la columna de agua y de su papel en el ciclo de carbono

El investigador Federico Baltar, durante una de las expediciones a la Antártida.

El investigador Federico Baltar, durante una de las expediciones a la Antártida. / E.D.

El grupo de investigación de Oceanografía Microbiana, que dirige el científico canario Federico Baltar en la Universidad de Viena, trabaja actualmente en el primer inventario de hongos marinos. Este proyecto es fruto del trabajo realizado en los últimos seis años, y que los convierte en pioneros a nivel mundial en el estudio de los grandes desconocidos del océano. Los avances científicos realizados hasta el momento, principalmente de los hongos que se encuentran en la columna de agua, así como de su papel en el ciclo del carbono y el reciclado de nutrientes, han sido publicados recientemente en la mejor revista científica sobre ecología de los organismos y ambientes, Trends in Ecology & Evolution, del grupo CellPress.

«En este artículo inventariamos todo lo que se sabe de los hongos en los océanos, para comunicar que estos organismos -y no solo las bacterias-, juegan un papel importante en la ecología y en los ciclos biogeoquímicos de los océanos. Por ello es necesario que no se ignoren más», señaló el profesor Baltar que, con este artículo, da un golpe sobre la mesa para introducir oficialmente a los hongos como miembros importantes de la ecología de los océanos, y aumentar su importancia global en los ambientes naturales.

«En estos últimos años hemos avanzado de forma importante en el conocimiento de los hongos pelágicos, que hasta hace poco no se sabía ni que existían. Por eso, ahora nos han permitido escribir este articulo en esta revista, la mas prestigiosa de Ecología, que sólo publica artículos de revisión y opiniones en los temas mas candentes de la Ecología de todos los animales y ecosistemas».

En un primer estudio, lograron evidenciar que los hongos están activos en el ciclo del carbono en el mar, así como qué hongos específicos dominan ese proceso y cuáles son las enzimas o compuestos de carbohidratos que más usan. Posteriormente, realizaron el mismo estudio pero con proteínas, y descubrieron que los hongos que dominan la expresión de la degradación de carbohidratos son los mismos que dominan la expresión de la degradación de proteínas, demostrando así que estos microorganismos juegan un papel importante en la biogeoquímica marina.

Una vez demostrado que los hongos marinos están en todos lados, el siguiente paso fue saber como afecta sus actividades al ciclo del carbono y al cambio climático. En este sentido, han evidenciado que las eficiencias de crecimiento de los hongos y las bacterias son bastante distintas, confirmando que hay un organismo con el que nadie contaba, que puede afectar al balance del CO2 que hay en la atmósfera, o a cuanto carbono va a fluir al resto de la cadena trófica en los océanos.

Antártida

«Estamos trabajando en la primera cuantificación global de biomasa de hongos marinos porque a día de hoy no se sabe cuánto hongo hay en el océano. Durante los últimos años hemos aislado hongos del océano abierto en las campañas realizadas cruzando el Océano Atlántico, por la Antártida y la costa de Groenlandia, y ahora mismo trabajamos en la identificación y caracterización de estos hongos. Esperamos encontrar especies nuevas y con suerte, relevantes», apuntó el investigador.

Los hallazgos recientes, la mayoría realizados por el equipo que lidera Federico Baltar, resaltan la importancia de los hongos pelágicos en los ecosistemas oceánicos, aunque la investigación sobre su papel ecológico sigue siendo limitada. «Hemos ido dando pasos importantes en el conocimiento de estos organismos debido también a los avances tecnológicos que han permitido descubrir comunidades fúngicas pelágicas en toda la columna de agua, revelando su abundancia, diversidad y roles funcionales».

Los hongos, señala Federico Baltar, contribuyen a los ciclos biogeoquímicos y las cadenas alimentarias en los océanos y, al ser importantes en este ámbito, también conectan la ecología fúngica terrestre y de agua dulce con los entornos marinos, demostrando el papel de los hongos en todos los ecosistemas.

«Tradicionalmente, los estudios se han centrado en bacterias, arqueas y protistas, descuidando el papel de los hongos pelágicos. Ahora, hemos demostrado que los hongos pelágicos están ampliamente distribuidos en todas las cuencas oceánicas y participan activamente en la degradación de la materia orgánica y el ciclo de nutrientes. También empezamos a poder discernir que la dominancia de filos fúngicos específicos varía según la región oceánica y la profundidad».

El investigador, titulado en Ciencias del Mar por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), hizo hincapié en la importancia de comprender el papel ecológico de los hongos pelágicos, especialmente en el contexto del cambio climático, ya que la temperatura afecta a su crecimiento y actividades enzimáticas. «Incorporar este conocimiento en los modelos biogeoquímicos oceánicos es necesario para mejorar nuestra comprensión de los futuros ecosistemas marinos y sus servicios».

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