Claves y mitos sobre las hormonas bioidénticas para tratar la menopausia

La doctora Matilde Gómez advierte de que estos compuestos también deben ser sintetizados en laboratorios - La especialista desaconseja el uso de implantes

La doctora Matilde Gómez en su consulta.

La doctora Matilde Gómez en su consulta. / E. D.

Las hormonas bioidénticas que se usan para tratar los síntomas que provoca la menopausia o la transición hacia esta etapa han ganado popularidad en los últimos años. Tan es así, que a raíz de ellas han nacido los denominados pellets –implantes–. Pero, ¿son más seguros y eficaces que otras terapias de reemplazo hormonal destinadas a este fin? Según indica la doctora Matilde Gómez, especialista en Obstetricia y Ginecología en el Gabinete Médico-Ginecológico de Santa Cruz de Tenerife, no. «Las sociedades científicas actuales no dudan de su eficacia, lo cual no quiere decir que sean más potentes que otros tratamientos, pero la realidad es que ni son mejores, ni aportan estudios sobre su seguridad», señala la facultativa. 

El asunto ha creado polémica entre los ginecólogos. Por un lado están los que defienden su uso. Por otro, los que apuestan por los tratamientos tradicionales que se encuentran comercializados. «Para empezar, tanto la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) como las principales sociedades científicas no están conformes con el término bioidéntico, ya que constituye una estrategia de marketing», señala la doctora. De hecho, a pesar de ser hormonas que proceden de algunas plantas como la soja o el ñame, también deben ser sintetizadas en los laboratorios para lograr que tengan una acción terapéutica. 

Características

Tal y como explica la doctora Gómez, el precio de estos pellets suele ser bastante elevado –unos 600 euros– y se basan en la administración conjunta de estrógenos, testosterona y gestágenos fabricados en una farmacia, por lo que no todos son iguales. Se implantan bajo la piel de una nalga y las sustancias se van liberando poco a poco a lo largo de seis meses. Ahora bien, el problema radica en que si la mujer experimenta efectos secundarios no pueden retirarse. Además, carecen de prospecto y se desconoce la cantidad exacta de hormonas que están recibiendo las pacientes. «Si ya existen tratamientos regulados que han demostrado seguridad y eficacia, y además los cubre la seguridad social, ¿qué sentido tiene recurrir a otras vías?», cuestiona.

Y es que, según informa, ya hay comercializadas hormonas como el estradiol y la progesterona que utilizan la misma fórmula que la que está presente en el organismo. A esto se suma que, recientemente, ha salido al mercado un tratamiento hormonal que combina estrógenos y progesterona natural en una misma pastilla. «Todo esto viene con prospecto, que es un detalle más que importante», insiste la doctora. 

Pero el conflicto es más profundo, pues, en palabras de la experta, «han surgido médicos que promulgan las hormonas bioidénticas como un método de rejuvenecimiento», una indicación muy distinta a la tradicional. «Las pacientes acuden a las consultas de estos profesionales pensando que les van a prescribir un tratamiento completamente natural que les va a solucionar todos sus problemas. Hay que tener en cuenta que estamos ante una terapia que tendrá efectos beneficiosos, pero que no está exenta de efectos secundarios», cuenta.

«La realidad es que ni son mejores, ni aportan estudios sobre su seguridad», apunta la facultativa

Precisamente, estos últimos aún no se encuentran registrados con la misma precisión que los que contemplan otras alternativas terapéuticas. ¿El motivo? Según Matilde Gómez, el concepto «erróneo» que tienen muchas pacientes sobre este recurso. «Al comercializarse como algo natural, si alguna mujer sufre una complicación es probable que no lo asocie al pellet y que no lo comunique. Por tanto, el seguimiento posterior que se hace del tratamiento no es tan exhaustivo como el que se realiza con otros medicamentos». 

Matilde Gómez también discrepa con el hecho de que estos pellets se oferten como una terapia personalizada. «No hay nada más lejos de la realidad. Los estrógenos de la mujer varían cada día, por lo que no se pueden administrar en una dosis fija. A esto se añade que no se hacen en laboratorios sino en farmacias, por lo que no se sabe la composición exacta de las hormonas que hay en el pellet», anota la especialista. 

Asimismo, la ginecóloga destaca la importancia de recurrir a las terapias hormonales solo cuando se necesite. Por tanto, los facultativos solo deben indicarlas cuando las mujeres presenten síntomas, y nunca para prevenirlos. Entre estos destacan los sofocos, el cansancio, el insomnio y las alteraciones en el estado de ánimo. 

«Se ha comprobado que las pacientes que siguen una terapia hormonal tienen menos riesgo de sufrir infartos, accidentes cardiovasculares, osteoporosis, depresión y cáncer de colon. No obstante, la indicación de estos tratamientos es pautarlos solo cuando sea necesario y con la menor dosis eficaz en el menor tiempo posible», asevera. 

Una cuestión de 'marketing'

«Las hormonas bioidénticas son conocidas así por una cuestión de marketing. Ya hay hormonas naturales sintetizadas en laboratorios, que los médicos estamos prescribiendo, y que se pueden consumir con seguridad y eficacia por vía oral, en cremas o sprays », manifiesta la doctora Matilde Gómez. «En mi caso, soy muy academicista y me preocupa mucho la seguridad de mis pacientes. Por tanto, ni pongo pellets ni se los recomiendo a ninguna de ellas como primera opción», asevera la facultativa del Gabinete Médico-Ginecológico de Santa Cruz de Tenerife, que también recuerda que estos tratamientos se administran sin que las mujeres tengan en sus manos un prospecto informativo. |Y.M. 

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