Convertir los puertos en renovables evitaría 43.000 toneladas de CO2 al año

Argelio González presenta su tesis doctoral sobre energías limpias en el sector a los 71 años | Los biocombustibles y los motores eléctricos son las mejores alternativas

Puerto de Santa Cruz de Tenerife.

Puerto de Santa Cruz de Tenerife. / E. D.

Verónica Pavés

Verónica Pavés

Convertir al puerto de Santa Cruz de Tenerife en una estación que funcionara con energías renovables podría evitar la emisión de 43.000 toneladas anuales de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera. Lo mismo que emite un municipio como Arafo cada año.

Es una de las principales conclusiones que se sustraen de una reciente tesis presentada en la Universidad de La Laguna (ULL), que concluye que el uso de energías renovables en las instalaciones del Puerto de Santa Cruz de Tenerife podría generar una energía anual estimada de 185 gigavatios por hora, muy superior a los 3,3 consumidos en 2020. El excedente de energía podría ser comercializado para cubrir las necesidades industriales asociadas al puerto, inyectarse a la red eléctrica o almacenarse, tal y como sucede en otros puertos europeos.

El trabajo, titulado La movilidad eléctrica del tráfico interior en los puertos canarios. Un análisis, fue presentado la semana pasada por el ahora doctor Argelio Mauro González Morales, quien ha llamado la atención de la institución por su avanzada edad a la hora de presentar este estudio exhaustivo. Con 71 años, el hombre ha obtenido una calificación Sobresaliente Cum Laude gracias a su riguroso estudio sobre la implantación de las energías renovables.

En su tesis, González Morales ha realizado un estudio exhaustivo de las posibilidades de utilizar energías renovables para eliminar combustibles contaminantes en el transporte marítimo de cercanía. Es su estudio preliminar señaló como vía más prometedoras para generar energía limpia la utilización de combustible drop-in (biocombustibles verdes), biometano o metanol, hidrógeno y motores totalmente eléctricos. Centró su trabajo en el estudio de las embarcaciones de practicaje que operan en Santa Cruz de Tenerife, recogiendo datos durante dos años sobre sus rutas, duración de los viajes y de los periodos de atraque, y gasto energético, entre otros parámetros.

La autonomía de los trayectos bajaría, pero se podría salvar a través de una buena organización

Cruzando dichos datos con los provistos por fuentes oficiales sobre la generación de energías alternativas, González Morales calculó que este tipo de tráfico portuario podría desarrollarse de manera efectiva con embarcaciones dotadas con motores eléctricos y baterías. El investigador admite que la autonomía de estos trayectos sería menor, pero insiste en que, con la adecuada organización, unas embarcaciones podrían navegar mientras otras aprovechan el tiempo de atraque para recargar baterías sin que se resintiera el servicio global.

Un hito tras la jubilación

Si realizar una tesis doctoral resulta ya de por sí un trabajo ímprobo, en este caso las circunstancias han sido todavía más complejas: además de la paralización de los trabajos derivada de la pandemia de covid-19, el propio Argelio González tuvo que someterse a una cirugía que retrasó aún más su investigación. Sin embargo, finalmente ha podido desarrollar un trabajo que nace de su interés profesional, ya que él, licenciado en Radioelectrónica Naval, estuvo más de diez años trabajando en la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife y, posteriormente, impartiendo clases sobre materias relacionadas con la de ingeniería en educación Secundaria.

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