La ULPGC mejora la cría de lubinas con selección genética y dieta sostenible

Científicos del IU-Ecoaqua evidencian que los peces seleccionados y alimentados con harina de ave y microalgas ganan en calidad nutricional y en salud intestinal

Daniel Montero en las instalaciones del IU-Ecoaqua en el parque Científico Tecnológico de la ULPGC en Taliarte.

Daniel Montero en las instalaciones del IU-Ecoaqua en el parque Científico Tecnológico de la ULPGC en Taliarte. / D.M. (IU-Ecoaqua)

La selección genética de la lubina en la acuicultura, y su alimentación con dietas más sostenibles, como es el uso de harina de ave y aceite de microalgas, no sólo mejora su crecimiento y la calidad nutricional para el consumo humano, sino su salud intestinal. Estas son las principales conclusiones del estudio realizado por investigadores del Instituto Universitario de Investigación en Acuicultura Sostenible y Ecosistemas Marinos (IU-Ecoaqua) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y que se enmarca dentro del proyecto AquaIMPACTGenomic and Nutritional Innovations for Genetically Superior Farmed Fish - financiado por la Unión Europea dentro del programa Horizon 2020.

En una primera parte de la investigación que lidera Daniel Montero y en la que participan Marta Carvalho, Antonio Serradell, Rafael Ginés, Félix Acosta y Silvia Torrecillas -todos miembros del Grupo de Investigación en Acuicultura (GIA) de Ecoacua-, junto a otros investigadores de centros universitarios de España, Italia, Francia y Noruega, se demostró que la selección genética de los peces ayuda a emplear nuevas estrategias nutricionales a la hora de producir piensos en el cultivo de peces, en el que se incluyen ingredientes mucho más sostenibles que sustituyen, de forma parcial, la harina de pescado por harina de ave y reemplazan totalmente el aceite de pescado por una mezcla de aceite de ave con un novedoso aceite de microalgas. Ello supone un avance importante, tanto para la economía circular como para alcanzar mayores cuotas de sostenibilidad en la industria de la acuicultura.

Los animales se adaptan mejor a nuevos ingredientes, y son más ricos en omega-3

«Hemos visto que los animales seleccionados genéticamente son más capaces de utilizar ingredientes diferentes a las harinas y aceites de pescado, y tienen una capacidad de adaptarse a los cambios de la dieta para crecer mejor y utilizar mejor el alimento. A su vez, al utilizar mejor el alimento, excretan menos heces y es más sostenible a nivel ambiental. En definitiva, el aprovechamiento del alimento es mejor cuando la selección está de por medio», indicó el doctor Daniel Montero.

Tanto la selección genética como la alimentación con productos sostenibles, dan como resultado un ejemplar con menos grasa perivisceral y más ricos en nutrientes como el omega-3. Además, se vio que durante la cría se produce una retención más eficiente de las proteínas, con mejor coeficiente de digestibilidad para la proteína y aminoácidos de la dieta de los especímenes, aumentando así la disponibilidad de los nutrientes para la lubina.

Microbiota

Tras estos resultados, los investigadores han ido un paso más allá y han indagado en las causas que favorecen que los animales seleccionados genéticamente utilicen mejor el alimento y si ello tenía un efecto directo en la salud del intestino de los peces. Para ello, chequearon la integridad del intestino, a nivel histológico y genético, con indicadores de genes relacionados con el sistema inmune y la microbiota. «Esta segunda parte del estudio concluye que la selección genética no sólo favorece el crecimiento, sino la salud intestinal. Los animales seleccionados tienen una morfología del intestino mejor que los no seleccionados; y también comprobamos que su microbiota tiene una mayor capacidad de responder y de adaptarse metabólicamente a los cambios de la dieta, que los animales no seleccionados, y esa es una de las razones de que se utilice mejor el alimento», avanzó el investigador del IU-Ecoaqua.

Centros de España, Italia, Francia y Noruega participan en el proyecto que financia Europa

El estudio revela que sólo los animales seleccionados genéticamente tienen bacterias probióticas que favorecen la salud intestinal, de forma que, «la selección genética aporta una mejora en el crecimiento a través, entre otras cosas, de la salud intestinal y de la composición de la microbiota del intestino», concluyó Daniel Montero.

Junto con los investigadores de la ULPGC, en esta segunda parte del estudio han intervenido la Universidad de Insubria en Italia y, por parte de Francia, el Instituto Nacional de Investigación Marina Integrada (Ifremer), el Criadero Marino de Gravelines y la Unión de Criadores de Aves de Corral y Acuícolas (Sysaaf).

Harinas de insectos y de organismos unicelulares

El 90% de las lubinas que se consumen en Europa provienen de la acuicultura -300.000 toneladas anuales-, de ahí la importancia de proyectos como AquaIMPACT, liderado por la ULPGC, que contribuyen a mejorar, tanto la calidad del pescado como la sostenibilidad de su alimentación y suponen un alto beneficio para la sociedad. En este sentido, el Grupo de Investigación en Acuicultura (GIA) del IU-Ecoaqua, puntero a nivel mundial, trabaja actualmente en la utilización de nuevos ingredientes para la dieta en acuicultura, algunos tan novedosos como las harinas de insectos y las de organismos unicelulares. «El futuro está en diversificar las dietas con nuevos ingredientes para reducir al máximo la harina de pescado y a cero el aceite de pescado, y generar dietas mucho más sostenibles», indicó el investigador Daniel Montero. También trabajan en una nueva estrategia de alimentación, a nivel larvario y de los reproductores, para mejorar desde la madre y las larvas muy tempranas, la capacidad de los animales de utilizar el alimento. | M. J. H.

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