El CSIC honra la figura de Blas Cabrera renombrando el instituto que impulsó

El Instituto Rocasolano en Madrid se pasa a llamar Instituto de Química y Física Blas Cabrera

El salón principal del Instituto de Química y Física Blas Cabrera.

El salón principal del Instituto de Química y Física Blas Cabrera. / E. D.

Verónica Pavés

Verónica Pavés

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha honrado la figura del físico canario Blas Cabrera modificando el nombre del Instituto de Física y Química que impulsó e inauguró apenas un lustro antes de la Guerra Civil. De esta manera, el que hasta ahora ha sido conocido como el Instituto de Química y Física Rocasolano, dependiente del CSIC, pasará a llamarse Instituto de Química y Física Blas Cabrera.

El físico canario, nacido en Arrecife (Lanzarote) y criado en La Laguna (Tenerife), fue una pieza clave en la creación del Instituto Nacional de Física y Química que, tras el final de la Guerra, fue el germen del que surgió el propio CSIC. Cabrera, junto a otros miembros de la comunidad científica de la época (como el químico Enrique Moles o el físico Miguel Catalán), trabajaron a destajo para conseguir que España contara con un centro de investigación como ese. De hecho, las negociaciones para construir esta gran instalación que prometía cambiar el devenir de las ciencias experimentales en España comenzaron en 1923 y el instituto no se inauguró hasta 1932.

Blas Cabrera fue el primer director de ese centro, pero su mandato no se pudo consolidar porque apenas cuatro años después estalló la Guerra Civil española, con las consecuencias que ello tuvo para Cabrera. El físico se vio obligado a exiliarse a Francia hasta la finalización del conflicto, con el anhelo de regresar a su país cuando acabara. Sin embargo, el gobierno franquista le denegó la posibilidad de regresar por haber ostentado cargos vinculados a la República y por verse envuelto –de forma indirecta – en la muerte de cinco estudiantes afines al Régimen.

El nieto del físico canario, Luis Cabrera, ha agradecido en una carta a los miembros del CSIC su predisposición para devolver el nombre de Blas Cabrera «a la que fuera su casa científica en los años 30 gracias a la iniciativa de Santiago Ramón y Cajal, la JAE y el patrocinio de John Rockefeller II». El nieto, físico de profesión como su abuelo, ha agradecido los votos a favor de los miembros de Consejo y asegura que, con esta decisión democrática, «han hecho un servicio innegable a la Memoria Histórica de España y de muchos españoles que pasamos por esta vida acompañados por una memoria maltratadora». Luis Cabrera ha agradecido este reconocimiento, en nombre de todos los descendientes del ilustre científico canario, y, en especial, del Ilustre Profesor de Física de Stanford Blas Cabrera Navarro. «Puedo expresarles nuestro respeto y agradecimiento por la lealtad científica que ustedes han demostrado con este acto. Representan ustedes lo mejor y más noble de la España científica de hoy», culminó.

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