BARRIO A BARRIO | El Toscal

La procesión de Las Tribulaciones acaba con el Cristo a hombro por avería del carro

A las tercera convocatoria fue la vencida, y no exenta de incidente

Santa Cruz coloca la placa que prometió hace 130 años al Señor de Santa Cruz en recuerdo de aquella pandemia

La procesión de las Tribulaciones acaba con el Cristo a hombros por una avería del carro

El Día

Humberto Gonar

Humberto Gonar

El Martes Santo, cuando correspondía en el calendario de Semana Santa, se suspendió la procesión del Señor de las Tribulaciones porque ‘alguien’ advirtió al párroco de San Francisco, Miguel Ángel Navarro, de las inclemencias meteorológicas que nunca llegaron. El culto religioso se trasladó al lunes de esta semana, y se volvió a aplazar esta vez porque el fuerte viento desaconsejaba actividades en el exterior. Y, por tercera vez, se convocó para este miércoles, y la talla del Señor de Santa Cruz acabó a hombros de los miembros de su cofradía después de que se rompiera la dirección del carro que trasladaba a su imagen cuando regresaba por la calle de La Rosa, a la altura de donde estuvo la Flor de Alicante.

El contratiempo marcó, sin duda, el momento más emotivo de todo el recorrido, con el Señor de las Tribulaciones a hombros por el corazón del barrio de El Toscal ante la sorpresa, y hasta la incredulidad, de los residentes que se alongaron a sus ventanas y balcones para ver el regreso al templo.

El acto comenzó con la misa que presidió el obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, quien en su homilía, de forma atípica, dedicó a asuntos religiosos. La única referencia más delicada, en la moción al Padrenuestro, cuando requirió la complicidad de la feligresía a hacer posibles que todos coman porque Dios no hace llover panes del cielo. Luego, el párroco de San Francisco, Miguel Ángel Navarro, aclaró que la procesión de este ‘miércoles de Pascua’ no era por el desquite de haber suspendido la del Martes de Semana Santa, sino para cumplir la promesa que hizo el pleno del ayuntamiento de Santa Cruz hace 130 años y que hasta la fecha no se había cumplido.

Con el reparto de velas para todos a las puertas de San Francisco, partió el desfile religioso rumbo a la plaza del Príncipe, con más concejales de la oposición –cuatro ediles del PSOE y dos de VOX–, que del equipo de gobierno. El alcalde estuvo flanqueado por los ‘populares’ Zaida González y Santi Díaz, y detrás, la nacionalista Purificación Dávila en compañía de Patricia Hernández y los de VOX.

La procesión era extraordinaria porque obedecía a un acto civil. Y lo fue tanto que en la plaza del Príncipe no cantó nadie –la misa corrió a cargo de la coral del Círculo de Amistad–; tampoco hubo alfombras de sal –la única referencia a las salinas de Fuencaliente era la camiseta del coordinador del distrito Centro–. En el trayecto, más corto para no afectar de nuevo a las terrazas de la restauración de la zona– solo intervino la UA El Cabo, en la capilla del Hogar Escuela y las malagueñas de las solistas Nieves Afonso y Luz Marina Reyes, acompañadas por el grupo Toscal Romántico, desde el balcón de la centenaria Sociedad Iberia. 

Procesión del Señor de las Tribulaciones

El Día

Por el camino, una señora emplazaba a otra en un corro, a la altura del Centro Comercial Hollywood, que cuando viera al alcalde lo felicitara «porque va a ser padre con 49 años». «De eso nada, 59, casi como yo dijo», replicó la otra. El recorrido dio para mucho. En otro momento, el monaguillo desatendió las instrucciones de Joaquín para acercarse a la terraza de la Hamburguesería Royal y preguntar por el resultado del partido del Atlético de Madrid. «A los monaguillos también nos gusta el fútbol», le dijo. Ya en La Rosa, Genoveva Jiménez, desde su primer piso del edificio de Favego, cumplía con su lluvia de pétalos, como hace 40 años, en compañía de su familia, en la antesala del 97 aniversario que conmemorará el sábado esta «chica guapa de El Toscal», como cantaba Marichal...

Ya en la calle Tribulaciones se descubrió la lápida, con la exigua inscripción de Señor de las Tribulaciones, Señor de Santa Cruz, como si el grabador hubiera cobrado por letra... El alcalde recordó que se daba cumplimiento al acuerdo plenario de hace 130 años y el cura impartió una lección de historia cargada de emoción y solo le faltó gritar: ¡Viva el Señor de las Tribulaciones!. Banda de Música y regreso a casa con el Cristo a hombros tras la avería del carro.