Pérez-Camacho dimite como presidente del Real Casino de Tenerife

El abogado Miguel Cabrera Pérez-Camacho ha dimitido de manera temporal como presidente del Real Casino de Tenerife. Las acusaciones de abusos sexuales por parte de varios alumnos suyos en la Universidad de La Laguna y el proceso judicial abierto han llevado a tomar esta decisión al abogado.

Esta decisión llega después de haber sido suspendido por la Universidad de La Laguna de su labor docente, abriendo un procedimiento disciplinario hacia su persona.

Hasta nueve alumnos han ofrecido su testimonio de lo que vivieron con Pérez-Camacho, siendo uno de ellos el que interpuso la denuncia a raíz de unos supuestos tocamientos en un máster.

Cabrera ha llegado a confirmar ante el juez que le realizó masajes al joven, que fueron mutuos, y que en cada caso duraron unos cinco minutos. En su defensa, el letrado presentó ante la autoridad judicial un documento firmado por "todos mis alumnos" del Grupo 1 de cuarto del Grado de Derecho, donde se avala su buen comportamiento.

No existe el cese temporal en los estatutos

Los estatutos del Real Casino de Tenerife, una de las instituciones más señeras de la isla, no recogen en ningún epígrafe la supuesta "dimisión temporal" a la que hace referencia Pérez-Camacho en su comunicado.

Decisión tras el apoyo al presidente

El pasado 9 de noviembre, tras sacar en exclusiva la noticia en El Día, la Junta Directiva del Real Casino de Tenerife mostraba "por unanimidad" su apoyo total a Cabrera Pérez-Camacho ante "los actos de difamación" que suponía la noticia.

Este es el comunicado del hasta ahora presidente del Real Casino de Tenerife:

Estimados Socios:

A la vista de los últimos acontecimientos, con el total apoyo de la Junta Directiva y por lealtad a esta institución, que debe quedar siempre al margen de cualquier situación personal de sus Socios, he tomado la decisión de cesar temporalmente en mis funciones como presidente del RCT, delegando las mismas en la Junta Directiva, que será el órgano que adoptará las decisiones que corresponda en tanto se resuelvan las diligencias en curso.

He tomado esta decisión desde el absoluto convencimiento de mi total inocencia, pero siendo consciente de que el RCT no puede verse perjudicado por las acusaciones contra mi persona y la repercusión mediática generada al respecto.

El honor y el prestigio de esta institución deben estar por encima de cualquier cuestión personal. Son más de 180 años de historia siendo un referente en la vida social y cultural de Canarias y su imagen no puede verse dañada bajo ningún concepto.

Sólo me resta agradecerles el apoyo, el cariño y la amistad que me están demostrando.

Con todo mi afecto y agradecimiento, reciban un cordial saludo.

Atentamente, Miguel Cabrera Pérez-Camacho.