Bienestar Social | Integración en centros escolares

El proyecto Tenique deja su huella con un mural en la ‘casa del Bienestar Social’

Cuatro colegios de Santa Cruz hacen balance de la quinta edición de este plan de integración

Humberto Gonar

Humberto Gonar

«Hay que luchar día a día para que las cosas salgan. A poquito». Es el aprendizaje que le dejó este miércoles a la concejala del Instituto Municipal de Atención Social (IMAS), Charín González, y que compartió con el centenar de asistentes al acto de balance de la quinta edición del plan de integración –y normalización, según el presidente de la plataforma CoordiCanarias, Salvador Morales–, entidad promotora del proyecto Tenique del que Ruymán Afonso se ha convertido en su embajador por los colegios públicos de la capital tinerfeña desde hace 5 años.

Coincidiendo precisamente con la puesta en marcha desde hace un lustro de este programa de intervención, a la responsable de Acción Social de la capital le pareció oportuno dejar la impronta del programa Tenique precisamente en la casa de los servicios sociales, como definió el enclave el propio Ruymán, a quien Charín apostilló: «la casa del Bienestar Social».

Un acto que deja huella

La cita arrancó con el trabajo de campo de los niños de uno de los cuatro colegios a los que se ha acercado la última edición de Tenique; los niños del centro Las Retamas, enOfra, son los encargados de elaborar el muro que dejará huella en el IMAS. Entre los participantes, un viejo conocido de la propia concejala del área, Felipe, a quien conoció hace más de dos años dentro de los actos conmemorativas del Día Internacional del Autismo. Charín González recuerda con emoción aquella experiencia: «Felipe tiene fobia a los globos y se atrevió a desafiarla para sacarse una foto conmigo; la madre no se lo creía. Conservo esa imagen con gran cariño; son de las cosas que te deja la política en el plano personal y no tiene precio», contaba la concejala mientras el grupo de trabajo continuaba pintando el muro.

De fuera a dentro. Como si fuera el reto que se plantea esta nueva edición del proyecto Tenique, así se desarrolló la jornada de balance del trabajo desarrollado en los colegios de Benito Pérez Armas, Las Retamas, Bethencourt y Molina (Barranco Grande) y José Pérez Rodríguez (Igueste San Andrés)

Antes, Ruymán Afonso dio la palabra al presidente de CoordiCanarias para reivindicar la autoría del proyecto. Gomero y maestro, Salvador Morales se reivindicó como un exponente de la lucha social desde hace cuarenta años. Pero fue más allá de la integración escolar, para apostar por la normalización, para dejar entrever casi con desconsuelo que en los tiempos actuales ser una persona con movilidad reducida no habría sido un obstáculo para continuar dando clase en los centros. Y Salvador reiteró: «lo importante es ser, que es más profundo que estar». 

Colegio a colegio

A partir de ahí, los cuatro colegios fueron los albaceas del espíritu del proyecto Tenique.

Las Retamas. Noe, directora de Las Retamas, dio cuenta de la labor desarrollada en su centro en dos ediciones: hace tres años y el curso pasado, agradecida con el proyecto por «llenar de arte la escuela» y por el compromiso para lograr «una sociedad diversa y acogedora en la que cabemos todos». En la segunda experiencia contaron con la implicación del artista Carlines y junto a los niños inventaron una señalética de la diversidad. Junto a los pictogramas que defienden la inclusión, una particular escultura reciclada que dejó Carlines en el jardín del colegio, un lagarto para el que se busca nombres.

Benito Pérez Armas. Vane, de la comunidad escolar del centro, recordó que esta colegio está enfocado al deporte y fomenta la diversidad a través de un aula en clave. A partir de ahí ahondó en que desde el arte urbano se avanzó en la participación social desde la escuela, con un reto mayúsculo: pintar el mismísimo pabellón del instituto, en el que se reivindicó el derecho de personas con movilidad reducida a disfrutar de disciplinas como el baloncesto.

Esta experiencia llevó a los participantes a disfrutar de días intensos, junto al exponente de arte urbano que les facilitó el objetivo, para finalizar la presentación de la experiencia con un grito de guerra que resume el orgullo del proyecto: «¡Viva la diversidad!», como dijo desde el público Felipe.

Todas las comunidades escolares elogias los resultados logrados con CoordiCanarias

Bethencourt y Molina. El colegio de Barranco Grande fue el laboratorio donde se gestó la puesta en marcha de Tenique; así lo reivindicó la subdirectora del colegio, Angélica, que acudió con la profesora Paula.

Angélica reivindicó la educación inclusiva y de calidad, para definir Tenique como un proyecto redondo al que quiere seguir vinculado. En primera persona, Victoria, una de las alumnos, dio cuenta de su experiencia en la batucada, en la red escolar, en el pintado del mural... metodologías para consolidar la sostenibilidad y la creación e inclusión.

De nuevo Felipe. Sus manos quedaron inmortalizadas en el mural del centro, como recordó Paula, profesora que se dijo pupila del maestro Ulises, un alumno del colegio. El juego de palabras evidencian un cambio de rol para compartir sinergias y aprendizajes intergeneracionales.

Entre los programas de acción, la mejora de la accesibilidad del propio centro que se ha desarrollado desde prácticas comunitarias, para agradecer el respaldo del proyecto Suroeste avanza que se impulsó desde el distrito, bajo la coordinador del concejal de zona Javier Rivero.

Y del Suroeste, a Anaga.

José Pérez Rodríguez. La profesora del colegio de Igueste San Andrés María José acudió con pequeños del centro que protagonizaron un vídeo para acercar al IMAS el trabajo, un fresco desarrollado con la colaboración de Feo Flip; una joya y un motivo añadido para visitar este centro de Anaga, la tónica general de los frutos del proyecto Tenique.