Santa Cruz recibe 3,7 millones de Europa para colocar el contenedor marrón en todo el municipio

El Ayuntamiento comprará unas 2.000 unidades «inteligentes» para el depósito de la basura orgánica, con las que «se sabrá quiénes y en qué cantidad separan biorresiduos»

Uno de los contenedores marrones instalados en el Distrito Salud-La Salle, en Santa Cruz de Tenerife.

Uno de los contenedores marrones instalados en el Distrito Salud-La Salle, en Santa Cruz de Tenerife. / María Pisaca

Europa ha concedido al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife 3,7 millones de euros para adelantar la implantación del contenedor marrón en todo el municipio. De esta forma, el denominado quinto contenedor, destinado a la recogida sólo de basura orgánica, se colocará en los cinco distritos de la capital «un año y medio antes de lo previsto, aproximadamente». La intención de la Corporación local es que toda la ciudad cuente con este sistema en 2024.

Además, esta ayuda europea, que procede de los fondos Next Generation, permitirá al Consistorio chicharrero adquirir «contenedores inteligentes con cerradura electrónica». Con este tipo de depósitos, y según lo ha explicado el edil de Servicios Públicos, Carlos Terife, se podrá saber quiénes separan biorresiduos en Santa Cruz y en qué cantidad lo hacen, «de cara a aplicar futuras bonificaciones fiscales en la Tasa de Basura».

El de Salud-La Salle es el único de los cinco distritos del municipio que cuenta en la actualidad con contenedores marrones, con un total de 224, que se colocaron en dos fases, en noviembre de 2021 y en diciembre de 2022. A finales de marzo, Servicios Públicos informó, a través de ELDÍA, que en mayo se instalarán otras 224 unidades en el Centro-Ifara.

El Ayuntamiento de Santa Cruz solicitó financiación europea para poder dotar ya a todo el municipio chicharrero de este sistema de recogida separada de basura orgánica, «mejorando, además, el implantado hasta ahora en algunas zonas de la capital, que está formado por contenedores marrones que se abren con una llave».

En concreto, y según el proyecto aprobado por Europa, el Consistorio comprará 2.000 contenedores marrones con cerradura electrónica que se colocarán por todo el municipio, de los que 800 tendrán capacidad para 2.000 litros y 1.200 para 800 litros. El precio de cada una de estas unidades oscila entre los 1.160 y los 1.360 euros. También se adquirirán 35.000 cubos domésticos marrones de biorresiduos, con capacidad para siete litros, que se repartirán entre los ciudadanos, así como 400 cubos de 60 y 120 litros para grandes generadores y productores.

Por otro lado, el proyecto incluye la compra de dos camiones eléctricos de carga lateral y de dos trituradoras portátiles «para restos vegetales de podas y mantenimientos de jardines de colegios públicos». El Ayuntamiento llevará a cabo una campaña de información, difusión y sensibilización a la población, además del seguimiento del proyecto.

El alcalde, José Manuel Bermúdez, destaca que esta iniciativa, cuyo objetivo es la ampliación y mejora de la recogida existente de biorresiduos en Santa Cruz, es una gran oportunidad para la capital y para su ciudadanía. «Este proyecto está en la línea de construir un municipio cada vez más sostenible y amable con el medio ambiente, tanto urbano como rural», añade el regidor chicharrero.

Por su parte, el concejal de Hacienda y de Proyectos Estratégicos, Juan José Martínez, señala que la obtención de esta ayuda europea, para adelantar la implantación de los contenedores marrones en la capital tinerfeña, es fruto del trabajo realizado por el equipo de Gobierno (CC, PP y la edil de Cs Evelyn Alonso) y por los técnicos de las diferentes áreas implicadas en «atraer inversiones».

Control

Con la adquisición de los nuevos contenedores marrones con cerradura electrónica, y según explica el edil de Servicios Públicos, Carlos Tarife, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife también pretende ejercer un mayor control sobre los usuarios de los mismos, «permitiendo así que la calidad del residuo mejore».

Éste aclara que las actuaciones que se llevarán a cabo ya se incluyen en el contrato con la concesionaria del servicio de limpieza y recogida de residuos del municipio chicharrero, Valoriza, «por lo que el proyecto no supone un incremento de los gastos ya comprometidos en ejercicios futuros». El coste total de este proyecto asciende a 4,3 millones de euros. Por lo tanto, el 90% será financiado con la ayuda europea concedida y el resto, 432.000 euros, serán aportados por el propio Consistorio capitalino.

En los contenedores marrones sólo se puede depositar basura orgánica, es decir, restos de fruta y verdura; restos de pan, bollería y otros alimentos; papel de cocina y servilletas usadas; posos de café y restos de infusiones; restos de carne y pescado; cáscaras de huevo, de marisco y frutos secos; pequeños restos vegetales o de jardinería; palillos de comida y virutas de madera. Servicios Públicos aclara que no se consideran residuos orgánicos los chicles, las colillas, el pelo, el polvo, los excrementos y arena de mascotas, las toallitas húmedas y los corchos sintéticos. La Corporación local prevé que, una vez finalizado el proyecto, se puedan recuperar cada día unas 88 toneladas de biorresiduos.

Puntos Limpios

Por otra parte, el segundo proyecto que presentó el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife a Europa para mejorar la recogida de residuos en el municipio, y para el que solicitó un importe de 400.000 euros, «ha quedado en lista de reserva». En concreto, la propuesta del Consistorio chicharrero consiste en la creación de Puntos Limpios móviles «de proximidad», con el objetivo de «poder acercar al ciudadano el reciclaje selectivo y hacerle más fácil la separación de residuos».

Este proyecto incluye la adquisición de un total de seis Puntos Limpios móviles, en los que también se puedan depositar residuos textiles y residuos domésticos peligrosos. Las posibles ubicaciones son el parque de La Estrella (Distrito Suroeste), San Andrés (Distrito Anaga) y la plaza de España (Distrito Centro-Ifara).

En la actualidad, en Santa Cruz solo existen dos Puntos Limpios, uno fijo, gestionado por el Cabildo, que se encuentra en el barranco de Jagua, «un lugar alejado del núcleo urbano y de acceso complicado», y uno móvil municipal, con el que se llega a un total de doce ubicaciones.

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