El consejero delegado de Visocan, Agustín Fernández, garantizó ayer a los representantes de la plataforma antidesahucios que se moviliza ante la sede de Presidencia del Gobierno canario que la empresa pública dependiente del Ejecutivo autonómico comprará las diecisiete viviendas ocupadas por las familias en El Tablero, en el distrito del Suroeste de la capital. La adquisición está previsto que se materialice el próximo mes de agosto, ya que las negociaciones están muy avanzadas.

Junto a este anuncio, Visocan también se comprometió con los portavoces de la plataforma en estudiar cada uno de los casos que les remitan de personas que se encuentran en similares características. De hecho, en la misma reunión los representantes de los afectados entregaron una primera relación de sesenta familias que han acudido a la plataforma antidesahucios, que será ampliada en función de la evolución. Eso sí, el consejero delegado de Visocan les advirtió que esta empresa es «la herramienta y el procedimiento» para resolver los casos de aquellas personas afectadas por desahucios en Canarias, pero hace falta que el Ejecutivo autonómico amplíe la partida presupuestaria para poder alcanzar mayores hitos.

Los portavoces de la plataforma, Yeray Palmés, vecino afectado en El Tablero; Cristo Rodríguez, de San Isidro (Granadilla), y los activistas Eloy Cuadras y Lolo Dorta asumieron el compromiso de solicitar de forma urgente una reunión los líderes de los cuatro partidos políticos que rubricaron el llamado pacto de las flores: Ángel Víctor Torres, del PSOE; Román Rodríguez, de Nueva Canarias; Noemí Santana, de Podemos Canarias, y Casimiro Curbelo, de Agrupación Socialista Gomera, para solicitarle que promuevan mayor dotación económica en los presupuestos de Visocan que permita la adquisición de viviendas para ponerlas a disposición de las familias afectadas por los desahucios en el Archipiélago.

Los portavoces de la plataforma antidesahucios informan a los participantes en la acampada de la dignidad, frente a Presidencia del Gobierno canario. | | MARÍA PISACA

La visita de Casimiro Curbelo

El acercamiento entre Visocan y los campistas fue posible gracias a la visita que realizó el presidente de la empresa pública, Casimiro Curbelo, al mediodía del pasado jueves. Antes de entrar en la reunión mantenida entre los socios de gobierno en la sede de Presidencia, el dirigente gomero se acercó a los concentrados para interesarse sobre su situación y demandas. En la conversación que mantuvo con Lolo Dorta, Casimiro Curbelo emplazó a que una pequeña comisión de afectados se reuniera con el consejero delegado de Visocan en la mañana de ayer, como así ocurrió, para buscar soluciones.

Tras el encuentro en la sede de la empresa pública, que se desarrolló a las 11:30 horas, los representantes dieron cuenta en una asamblea celebrada a las 13:00 horas, en el campamento de la dignidad que «hemos logrado un pequeño triunfo», al referirse a la solución comprometida para resolver la situación de las familias de El Tablero. «Esto es la lucha de David contra Goliat», aseguró Eloy Cuadras, que con satisfacción contenida –en especial entre los vecinos–, trazó como el siguiente paso para reunión con los políticos del pacto de las flores para garantizar la disponibilidad presupuestaria. «Se van a llevar todos los casos a Visocan», se comprometieron los cuatro portavoces, para que nadie se sintiera desprotegido por el acuerdo para El Tablero. «Nosotros nos comprometemos a hacer un seguimiento a cada caso», precisaron.

Lolo Dorta también precisó que este compromiso no supone seguirle el juego a los fondos buitres, porque «Visocan, que es la única empresa pública que puede comprar las viviendas, va a negociar a precio más bajo de mercado la adquisición de los pisos». Ahí metió la cuña Eloy Cuadras, que recordó que en los últimos meses desde la plataforma se ha defendido que se haga efectivo el derecho de tanteo y retracto en la negociación de los pisos. Y reiteró: «Visocan quiere ayudar a todas las familias», mientras Lolo Dorta cuantifica el número de afectadas en más de un centenar, según los datos que ellos ha recogido.

Yeray Palmés, casado y padre de dos hijos –de 11 años y 16 meses–, reconoció la buena impresión que le causó la reunión porque «mostraron interés en ayudarnos», a la vez que hace una llamada a estar todas las familias unidas. «Se han comprometido a ayudarnos», repitió este padre de familia, oficial de la construcción que está en el paro y que no percibe ingresos porque le falta un mes y cinco días de cotización para optar a paro. Y lo peor, su esposa, que cubrió una sustitución en una empresa de limpieza, ahora está desempleada.

También asistió a la reunión con Visocan Cristo Rodríguez, casado y con dos niños, de uno y cinco años. Vive de alquiler en un piso que encontró a través de agencia cuando trabajaba de vigilante en un apartahotel. Pero llegó la pandemia y perdió su trabajo; ahora adeuda al propietario 3.850 euros de mensualidades y teme acabar en la calle por impago. Cristo da por hecho la resolución de la situación de los afectados de El Tablero, a la vez que confía en que se garantice al resto de afectados en otros municipios, como es su caso, una solución alojativa con plenas garantías. «Ellos tienen la llave para resolverlo pero carecen de dinero, y ahí es donde nosotros vamos a presionar al Gobierno».

Por su parte, Curbelo, líder de ASG -uno de los cuatro partidos que sustentan el Gobierno canario y que controla la gestión de Visocan-, se mostró a favor de la vocación y el sentido común para resolver problemas de gestión pública. Admite que el Gobierno canario tiene planes para la construcción de viviendas, pero son a largo plazo y se precisan soluciones inmediatas, desde «una visión real de lo que ocurre con una necesidad básica como es la vivienda a la que tienen derecho todas las familias».

Casimiro Curbelo plantea aprovechar parte de los recursos económicos que vienen tanto de Europa como desde el Gobierno español y desde los propios presupuestos de Canarias para que el Ejecutivo autonómico de una respuesta a esta problemática desde el ámbito territorial, «pues no afecta de la misma forma a El Hierro o La Gomera que a las capitales de Tenerife o Gran Canaria».

«Ahora se está orientando bien para que Visocan pueda cubrir esas necesidades de viviendas. Solo, sin tripulación y sin nadie al timón este barco no llega a ningún sitio. Es necesario sentido común e ir juntos para alcanzar el éxito, porque van a venir muchos más problemas», aventuró Curbelo, quien se ha convertido en el gran hacedor del acuerdo de El Tablero y la búsqueda de alternativas para el resto de afectados por desahucios en Canarias.