Opinión

Nuestra fiesta crece

El séptimo encuentro promovido por El Cabo en la calle de La Noria cada Lunes de Carnaval acabó con una macrorrondalla con medio millar de componentes de diferentes modalidades.

El séptimo encuentro promovido por El Cabo en la calle de La Noria cada Lunes de Carnaval acabó con una macrorrondalla con medio millar de componentes de diferentes modalidades. / Andrés Gutiérrez

No veas cuánto me río cada vez que aparece por mi cantina Nino El Chicle, apodo que le pusimos porque estira las conversas hasta convertirlas en auténticos monólogos; y lo peor es que lo hace con la boca repleta de garbanzas de las de mi madre, lo que hace que la vocalización no le llegue al 0,25.

Y escuchándole estuve hora y media durante la que me comentó, por lo que pude entenderle, su satisfacción porque nuestro carnaval está más vivo que nunca. Lo dice porque ve nacer actos nuevos, unos bajo el paraguas de la organización y otros al calor del carnaval en la calle. Entre los primeros, un dragnaval que en unos crea ilusión y en otros escepticismo; una sardina de la inclusión sobre la que hay colectivos que agradecen la sensibilidad aunque abogan por seguir trabajando hasta lograr una adaptación plena de todos los actos para las personas con discapacidad y un carnaval senior para que miles de personas de la tercera juventud disfruten de una tarde de ocio inolvidable, un acto que cuenta con la implicación del Gobierno de Canarias tal y como hace con EduCarnaval; El Chicle dice que ya tocaba que el gobierno colabore con la fiesta más importante de Canarias. Luego están los actos que, espontáneamente, surgen durante los días de fiesta en la calle, como el Lunes de Carnaval en El Cabo, los Jueves de Mamels, como el de ayer, el encuentro de Triquis y Cornucas o el espectáculo que nos ofrece el sano pique entre Diablos y Bambones en las escaleras del Guimerá, el sábado de piñata.

Los de la calle gozan de mucha aceptación, los de la organización lo veremos acabada esta edición; lo importante, y con eso nos quedamos, es que entre unos y otros, nuestra fiesta crece.