Denuncia de una diputada

El informe del 'caso Casol' descarta el acoso, pero ve "machismo" y "aislamiento habitual" dentro de Junts

Cristina Casol denunció haber sufrido discriminación por razón de género, pero el texto concluye que no hay pruebas

La diputada de Junts Cristina Casol durante una sesión plenaria en el Parlament.

La diputada de Junts Cristina Casol durante una sesión plenaria en el Parlament. / Kike Rincón - Europa Press - Archivo

Fidel Masreal

Un informe de la Comisión de Abordaje de Situaciones de Acoso del Parlament concluye que no hay pruebas de que la diputada de Junts, Cristina Casol, haya sufrido discriminación por razón de género como ella denunció. El texto, sin embargo, constata varias situaciones de tensión interna en el partido y con una base "fuertemente patriarcal", por lo que recomienda revisar los protocolos internos sobre acoso y violencia de género. El documento, al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, describe "un ambiente de trabajo donde el machismo más cultural está arraigado" y propone a JxCat crear una comisión de feminismos y asistir a las formaciones que lleva a cabo la Cámara catalana en esta materia.

El redactado, pilotado por la entidad externa Intress basándose en entrevistas con todos los implicados, a priori, de forma confidencial, concluye que en la mayoría de las diez situaciones denunciadas por la parlamentaria "no se ha podido acreditar mediante la presente investigación ninguna situación de acoso o discriminación" prevista en el protocolo del Parlament para la prevención y detección de casos de acoso. En otras tres situaciones concretas descritas por Casol "se podría considerar cierta responsabilidad" del denunciado -el presidente del grupo, Albert Batet- por su "jerarquía superior", pero no se justifica que la tenga de forma directa.

En otras dos situaciones relatadas por la diputada, el informe estima que parcialmente pueden estar recogidas por el protocolo existente, pero en una "no se puede acreditar" que hubiera la "degradación de funciones" denunciada y en la otra "se ha podido acreditar parcialmente la existencia" de situaciones sí previstas en el protocolo. En este último caso se trataría de hechos que encajan con el concepto de acoso por razón de sexo (artículo 3.2 del protocolo del Parlament para la prevención, detección y abordaje y la resolución de situaciones de acoso sexual, por razón de sexo, orientación sexual, identidad de género o expresión de género) y de "acoso horizontal", descrito en la guía como "presión ejercida por una persona o grupo de personas sobre otra de la misma categoría o grupo de trabajo".

Batet no tuvo constancia

El documento también ve, a partir del informe de indicios que llevó a cabo la oficina de igualdad del Parlament, indicios de "situaciones de exclusión y aislamiento de manera habitual" en las filas parlamentarias de la formación. No obstante, estas acciones las han protagonizado diferentes personas y pese a ser del entorno del principal denunciado -Batet- no son efectuadas por él ni se ha podido constatar que él tuviera constancia. En todo caso, el informe insiste en la idea de la "sensación de aislamiento y exclusión" por parte de la diputada.

Sobre la dimensión de género en lo sucedido, la conclusión es que la existencia de "dos facciones políticas enfrentadas facilita las situaciones de conflicto interpersonal y reaparición de situaciones de acoso y discriminación si hay asimetrías de poder". En definitiva, la entidad encargada del informe asume que no puede discernir del todo si los patrones "de género" o de "autoridad masculina", pese a ser "innegables", responden a una "intención contra la persona afectada o son habituales en el seno" del grupo parlamentario.

Tensión en el grupo parlamentario

El texto describe, textualmente, "el ambiente de tensión que existe en el Grupo Parlamentario y en el partido [Junts] que comentan todas y cada una de las personas entrevistadas". Y añade: "La existencia de dos grupos estancos y con proporciones y cuotas de poder diferentes dentro del partido genera asimetrías y al mismo tiempo facilita que, por un lado, se generen mecanismos informales que refuerzan la percepción de poca transparencia, pero también que se incrementen prácticas históricas de base fuertemente patriarcal".

Es más, el documento recoge que "queda acreditado un ambiente de trabajo donde el machismo más cultural está arraigado y donde se genera una diferencia de trato y competencias general por motivos de sexo/género en el que se producen diversas discriminaciones directas e indirectas. Esto es percibido por diversas mujeres entrevistadas y también por algunos hombres. Hay que decir que una de las personas entrevistadas, en este caso una mujer, no quiere que aparezcan explícitamente sus impresiones vinculadas a su nombre por miedo a represalias. En este caso, por el lugar que ocupa la persona denunciada, podríamos hablar de cierta responsabilidad en esta condición".

Queda acreditado un ambiente de trabajo donde el machismo más cultural está arraigado y donde se genera una diferencia de trato y competencias general por motivos de sexo

El texto apunta que la existencia de dos grupos en el seno de Junts, con pesos no equivalentes "ha podido generar un sesgo en la investigación y que es más fácil y probable encontrar a gente que refute las afirmaciones de la afectada y apoye al acusado que al contrario". Se identifican además "indicios fehacientes" de que el acusado y las personas cómplices y aliadas del mismo han compartido el contenido de la denuncia y de qué personas estaban citadas por lo cual se ha roto "el principio de confidencialidad y de discreción que se pide a toda persona citada", lo cual ha generado "una asimetría en el proceso".

Por todo ello, el documento incluye un anexo con recomendaciones, entre las que destaca que el partido y su grupo parlamentario "se dote de mecanismos internos, de una comisión de género/igualdad/feminismos que vele por la aplicación con garantías de un protocolo para la prevención y gestión de las violencias machistas, acoso sexual o por razón de sexto o expresión de género, LGTBfóbico, así como de acoso laboral". Además, se recomienda "la asistencia a las formaciones internas del Parlament en materia de igualdad".

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