PSOE

Ferraz vuelve a aplazar el inicio del relevo en el PSPV para frenar la batalla interna

Los socialistas retrasan por segunda vez la ejecutiva clave para la renovación y ahondan en su crisis

Soler amagó con presentar este sábado su candidatura y la dirección federal reaccionó paralizando el proceso hasta después del comité de Galicia

La ministra de Ciencia y Universidades, Diana Morant, saluda al líder provincial de Alicante, Alejandro Soler, en un acto, ayer.

La ministra de Ciencia y Universidades, Diana Morant, saluda al líder provincial de Alicante, Alejandro Soler, en un acto, ayer. / Álex Domínguez

Diego Aitor San José / Alfons García

Otro aplazamiento en el PSPV, el segundo consecutivo. La ejecutiva convocada para el próximo lunes día 15 en la que debía fijarse el calendario para el congreso extraordinario se pospone una semana, igual que ocurrió con la prevista para el día 8. La dirección socialista valenciana retrasa siete días más el pistoletazo de salida del proceso congresual a instancia de Ferraz. Se celebrará (si no hay otro retraso) el 22 de este mes, después de la conferencia y el comité federal del PSOE en A Coruña, un encuentro que también ha influido en el cambio de fecha.

Por la mañana, este viernes, en la presentación de una proposición de ley en las Corts, el síndic y secretario de Organización del PSPV, José Muñoz, expresaba su deseo de un "congreso tranquilo y constructivo". Casi a la misma hora, dos de los presuntos aspirantes a la secretaría general, la ministra Diana Morant y el dirigente provincial de Alicante, Alejandro Soler, se saludaban amigablemente en la capital alicantina sin hablar ni un segundo de la situación del partido o de posibles acuerdos. Horas después, estallaba un nuevo episodio que ahonda en la sensación de inestabilidad y lucha interna entre los diferentes sectores. 

Mensaje de Ferraz

A primera hora de la tarde, la dirección del PSPV remitía un mensaje a los miembros de la ejecutiva en el que comunicaba el cambio de día por "motivos de agenda". Pero igual que ocurrió la semana pasada, cuando la explicación de la dirección fue "ajustar calendario y buscar acuerdos", el mar de fondo aparece más agitado. Según diversas fuentes consultadas, fue Ferraz, la dirección federal del PSOE, la que instó al aplazamiento a la vista del desencuentro entre aspirantes y para evitar que la situación de la federación valenciana pueda afectar al cónclave de los socialistas en Galicia, donde quiere poner el foco esta semana, ante la cita electoral del 18 de febrero. 

La espoleta del último episodio de la crisis por la sucesión de Ximo Puig empieza con la petición de la sede del PSPV por parte de Alejandro Soler, con la intención de anunciar su candidatura este mismo sábado. Soler iba a ser el primero y en su equipo están convencidos de que, tras él, habrían sido los otros dos aspirantes (Carlos Fernández Bielsa y Diana Morant) los que hubieran movido ficha y oficializado sus candidaturas la próxima semana. Las primarias estaban así servidas mientras el PSOE intenta poner el foco en Galicia, donde hay elecciones en un mes. 

Ante ese panorama, según las distintas fuentes consultadas, Ferraz pacta el aplazamiento con la dirección autonómica, con el objetivo de ampliar el margen para la búsqueda de un acuerdo que evite la competencia en las urnas entre varios candidatos, algo que hoy por hoy no parece cerca a la vista de los últimos movimientos. 

Los sucesos de ayer aportan indicios también de una diferencia de velocidades. Ferraz de momento parece indicar que no tiene prisa, sino que está más por el camino de que haya una solución que evite el ruido. La dirección de Puig ha manifestado hasta ahora su apuesta por una "solución rápida" y trabajaba con la idea de celebrar el congreso extraordinario el último fin de semana de febrero, un calendario cada vez más difícil de sostener. 

"Todo el trabajo que se pueda hacer para cohesionar es positivo, no podemos ser esclavos del calendario", expresó Ximo Puig, tras conocerse el aplazamiento, que calificó de "oportuno y favorable" siempre que lo importante sea conseguir "un acuerdo y una situación de máximo consenso". "Tenemos que aprender de los errores del pasado", añadió. E insistió en que el congreso extraordinario será «el primer trimestre» de este año. La fecha de 23 y 24 de marzo puede ser la salida ahora. 

Para otros dirigentes, el clima de caos puede ser el preámbulo necesario para la intervención de Ferraz ante el desorden y como forma de evitar un choque como los de los años noventa. 

De momento, lo único claro es que Morant sigue instalada en el silencio sobre el proceso interno y que Soler y Carlos Fernández Bielsa (el líder en la provincia de València) mantienen sus aspiraciones independientes sin que hayan avances hacia el entendimiento entre unos y otros. 

El aplazamiento da un giro más en el enredo orgánico del partido, eleva el ambiente de desazón y deja otra semana más de posibles negociaciones. Para la dirección de Puig, es preferible la crisis con motivo de la ejecutiva que llegar con el partido abierto en canal al congreso. Ese no se aplaza.