'Superministro' Bolaños

Amplia desconfianza en la judicatura ante un político de peso con la misión de renovar de una vez el CGPJ

Los actores jurídicos personalizan en el titular de Presidencia y Justicia su rechazo al acuerdo con los independentistas que ha facilitado la investidura

El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños (2i), a su llegada a una rueda de prensa tras registrar la ley de amnistía.

El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños (2i), a su llegada a una rueda de prensa tras registrar la ley de amnistía. / Gustavo Valiente / Europa Press

Cristina Gallardo / Ángeles Vázquez

El nombramiento de Félix Bolaños al frente de un 'superministerio' que aúna las carteras de Presidencia y Justicia no parece haber caído por sorpresa entre jueces y fiscales, y tampoco entre los vocales del Consejo General del Poder Judicial. La razón puede encontrarse en el papel preponderante que Bolaños ya ejercía de facto, frente a una Pilar Llop prácticamente inoperante, en las negociaciones para intentar superar el bloqueo para la renovación del órgano de gobierno de los jueces que mantiene el PP y como muñidor de las reformas legales más polémicas, como las dirigidas a limitar las competencias del propio órgano o buscar acuerdos con los independentistas, desde los indultos a los líderes del 'procés' a la reforma de la malversación y, en último término, el proyecto de ley de amnistía.

Por esta razón, desde amplios sectores de la judicatura se mira con expectación, y también con bastante desconfianza, el peso político dado por Sánchez a la cartera de Justicia. Para los jueces y fiscales más progresistas, no obstante, priman su carácter dialogante y negociador, vital para acabar de una vez con la anomalía institucional que supone la existencia de un Consejo con vocales a punto de doblar el mandato para el que fueron elegidos hace una década.

El titular de Presidencia y Justicia, que este martes acude al traspaso de cartera en el Palacio de Parcent, la sede noble del Ministerio de Justicia en la capital, se enfrenta al triple desafío de enfrentar la creciente 'rebelión' en los tribunales de toda España por las alusiones al 'lawfare', renovar de una vez el órgano de gobierno de los jueces y pilotar la aplicación de la ley de amnistía.

"No dependerá de él" señalan sobre esto último a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, del grupo Prensa Ibérica, fuentes de la Sala de lo Penal del alto tribunal, que explican que el cumplimiento de las leyes "no se negocia". Otros magistrados destacan su "desconocimiento" del día a día en los tribunales, por lo que subrayan que Sánchez "busca más una actuación política que de gestión y mejora" de la Justicia. Desde el órgano también se subraya el hecho de que la cartera de Justicia se desdibuje al ser compartida con Presidencia, ya que debería tener una "sustantividad propia e independiente".

Por ello, y es algo que se comparte desde sectores de la Fiscalía que participaron en la investigación y juicio al "procés", las mismas fuentes se limitan a señalar que el nombramiento no les ofrece más que "la máxima desconfianza", y que en realidad poco importa la persona elegida por el presidente del Gobierno porque los objetivos siempre iban a ser los mismos. "Todo lo que se haya dicho en estas semanas le es directamente atribuible", se comenta desde otra Sala, en alusión a los comunicados hechos públicos en los últimos días desde la práctica totalidad de asociaciones judiciales en contra de las alusiones en el acuerdo con Junts de una supuesta guerra sucia judicial contra el independentismo.

Un hombre para desatascar el CGPJ

Desde el Consejo, las fuentes consultadas en el sector conservador destacan no obstante su perfil negociador, con peso político imprescindible para alcanzar pactos , entre ellos una renovación del CGPJ que desearían se produjera "sin estridencias constitucionales". Lo ideal es que lo lograra por la vía de la negociación, algo que parece imposible dada la falta de interlocución con el PP. 

"Hacerlo por la vía de la reforma legal sería terrible", añaden desde este sector del órgano de gobierno de los jueces. "Deberá poner todo su esfuerzo en apaciguar el malestar institucional de la comunidad jurídica, generar consensos, y saber explicar y adecuar, llegado el caso, el encaje de la proyectada ley de Amnistía en el contexto y estándares de la Unión Europea fijados por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, y esto último lo tiene difícil".

Un vocal que da la cara es el progresista Álvaro Cuesta, exdiputado del PSOE. "Es de esperar que el Consejo del Poder Judicial se renueve inmediatamente -señala a este diario-. El ministro llega a un territorio hostil con el gobierno del Poder Judicial que ha rebasado los mínimos exigibles de apariencia de neutralidad con sus manifestaciones, proclamas y acuerdos contra la investidura y una proposición de amnistia que desconocian. El buen hacer de Bolaños sin duda genera esperanzas en recobrar el adecuado clima de lealtad constitucional y de acuerdos de Estado".

Respuesta de las asociaciones

La asociación de jueces y magistrados Francisco de Vitoria se pone a disposición del Ministerio para trabajar en la mejora de la justicia. Su portavoz, Sergio Oliva, que se acaba de estrenar en el puesto, señala que “su conexión con Presidencia puede ser un síntoma positivo para que haya respuesta rápida a los acuerdos que se puedan alcanzar en el departamento de Justicia, aunque es cierto que esa mezcla de Justicia y Presidencia también puede restar importancia a la Justicia con los déficits de los que adolece”. 

Mientras que la asociación mayoritaria, la Profesional de la Magistratura, rehúye de un pronunciamiento oficial sobre el 'superministerio' que dirigirá Félix Bolaños, Jueces y Juezas para la Democracia (JJpD) pone el acento en que “el Gobierno quería poner como prioridad la Justicia por la persona que había elegido” al frente, en palabras de su coportavoz Emundo Rodríguez Achútegui. La Unión Progresista de Fiscales esperará a pronunciarse oficialmente a que este martes Bolaños tome posesión de la cartera, pero sí confía en que, con independencia de la persona, se apueste por la Justicia y se reproduzca “un pacto de la Justicia” para solucionar con los problemas que arrastra.

Fernando Portillo, del Foro Judicial Independiente, critica por su parte que Justicia no tenga para sí un ministerio en exclusiva, pues cree que se lanza a la sociedad "una imagen equivocada de que el poder Ejecutivo y el Judicial van de la mano". Desde esta asociación colocan sus "esperanzas" en la persona que sea designada como nuevo secretario de Estado. "Esperamos que se escoja un perfil menos político y más técnico", manifiesta.

Por parte de los fiscales, la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales, su portavoz, Salvador Viada, señala que “si Bolaños viene simplemente a ejecutar lo pactado en el acuerdo de investidura, mal”, en referencia al ‘lawfare’, al que se dio carta de naturaleza en el firmado entre PSOE y Junts, pero admite que con él Justicia adquiere un mayor peso político. Los sindicatos de funcionarios, sin esperar a que tome posesión finalmente, ya le han recordado que tiene una negociación pendiente con ellos en material salarial.