Cumbre UE-CELAC

La UE y América Latina pactan una declaración de mínimos sobre Ucrania

El texto, no secundado Nicaragua, incluye una referencia a la guerra aunque sin condenar explícitamente a Rusia

El presidente de Argentina Alberto Fernandez, el primer ministro de San Vincente y Granadinas Ralph Gonsalves, el presidente del Consejo Europeo Charles Michel y la presidenta de la Comisión Europea Ursula Von der Leyen.

El presidente de Argentina Alberto Fernandez, el primer ministro de San Vincente y Granadinas Ralph Gonsalves, el presidente del Consejo Europeo Charles Michel y la presidenta de la Comisión Europea Ursula Von der Leyen. / EUROPA PRESS

Silvia Martínez

La guerra de Rusia contra Ucrania se ha convertido en elemento de discordia a nivel internacional. Tanto que los gobiernos de la Unión Europea y de la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (CELAC) se han enzarzado este lunes y martes en Bruselas, durante la primera cumbre al más alto nivel político que celebran en ocho años, en una ardua negociación de redacción para acordar una declaración de mínimos sobre la agresión rusa a Ucrania. Finalmente, y con la única oposición de Nicaragua, han pactado un texto que constata la “profunda preocupación” por la “guerra en curso contra Ucrania” pero sin mencionar ni condenar explícitamente a Rusia.

Los países latinoamericanos, que al inicio de la cumbre este lunes pusieron de manifiesto su incomodidad por la decisión de la UE de incluir una referencia a lo que está ocurriendo en Ucrania, hubiera preferido evitar entrar en este espinoso tema. Muchos prefieren no enemistarse con el Kremlin y simplemente no consideraban “útil” abordar este asunto en una cita llamada a relanzar y revitalizar las relaciones tras casi una década de sequía. Para el bloque europeo, sin embargo, incluir un párrafo sobre la situación en Ucrania era una línea roja y “una cuestión de principios”, explican fuentes diplomáticas, y hasta que no lo han conseguido no se han levantado de la mesa. El único país latinoamericano que se ha quedado al margen del mismo, igual que en la Asamblea General de la ONU evidenciando la soledad de Moscú, ha sido Nicaragua.

“Expresamos nuestra profunda preocupación por la guerra en curso contra Ucrania, que sigue causando un inmenso sufrimiento humano y está exacerbando las fragilidades existentes en la economía mundial, limitando el crecimiento, aumentando la inflación, perturbando las cadenas de suministro, aumentando la inseguridad energética y alimentaria y elevando los riesgos para la estabilidad financiera”, recoge el texto que también reafirma el apoyo a la iniciativa de exportación de grano y los esfuerzos del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, por prorrogar el acuerdo de exportación de cereales ucranianos a través del Mar Negro, al que Rusia decidió poner fin este pasado lunes.

Paz justa y duradera

La declaración también pone el acento en la necesidad de lograr una “paz justa y duradera”, en consonancia con la Carta de las Naciones Unidas, y menciona varias resoluciones aprobadas por el consejo de seguridad y la asamblea general de Naciones Unidas. “Reafirmamos nuestro compromiso con la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional, incluida la necesidad de respetar la soberanía, la independencia política y la integridad territorial de todas las naciones. Es esencial defender el Derecho Internacional y el sistema multilateral que salvaguarda la paz y la estabilidad”, aseguran. 

El texto no incluye, por tanto, una condena explícita a Rusia aunque fuentes diplomáticas consideran que la mención es un éxito porque habla de “guerra contra Ucrania” y no de “guerra en Ucrania”, algo que no era evidente al principio visto que a ojos de los latinoamericanos no era el momento ni el lugar para pelear por ello. “Esta fue una cumbre entre la UE y la CELAC tratando de generar vínculos políticos, económicos y culturales entre Europa, America Latina y el Caribe”, que “ocurre en un escenario donde hay una guerra desatada por Rusia” pero “la inmensa mayoría de los países de la CELAC condenamos en Naciones Unidas la invasión rusa”, ha recordado el presidente de Argentina, Alberto Fernández, en la rueda de prensa final negando que América Latina tenga ningún “resquemor” a hablar de Ucrania pero admitiendo que “seguramente” hay “alguna voz disidente”.

“Lo importante es que todos los Estados miembros de la UE están alineados y todos los países de la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe también, excepto Nicaragua”, ha resumido el presidente de Francia, Emmanuel Macron. “Hay que evitar dividir al mundo y esta cumbre es una contribución importante a más unidad”, ha recalcado a su salida de la cumbre. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha reconocido que los dirigentes europeos y latinoamericanos han discutido mucho pero ha resaltado que al final “todos queremos que esta guerra termine” y que haya una “paz justa y duradera” basada en la “Carta de Naciones Unidas”, ha subraydo von der Leyen que ha calificado la cumbre de “excelente” y “frúctifera” y ha advertido que “en estos tiempos de grandes cambios geopolíticos los amigos debemos permanecer unidos”.

La declaración final, que también pide el fin del bloqueo de Estados Unidos a Cuba, menciona las crisis de Haití y Venezuela y lamenta el sufrimiento cometido como resultado del comercio de esclavos a través del atlántico, ha recibido el apoyo de 32 de los 33 latinoamericanos con la excepción de Nicaragua que solo ha objetado al párrafo dedicado a Ucrania. Pese a las tensiones generadas por la guera de de Rusia contra Ucrania, los representantes europeos se han marchado satisfechos de un encuentro abre una nueva dinámica de trabajo en las relaciones con América Latina y el Caribe. De hecho , ambos bloques crearán un mecanismo de coordinación y se han comprometido a celebrar cumbres de forma bianual.