El futuro incierto de Rocío Monasterio en Madrid: intentó sin éxito el salto al Congreso

La líder de Vox en la Asamblea madrileña es una de las "damnificadas" en los equilibrios de poder interno en el partido de Abascal

Rocío Monasterio saluda a Isabel Díaz Ayuso en el debate de investidura en la Asamblea de Madrid. / EFE / JAVIER LIZÓN

Rocío Monasterio saluda a Isabel Díaz Ayuso en el debate de investidura en la Asamblea de Madrid. / EFE / JAVIER LIZÓN

Elena Marín

Al mismo tiempo que gana peso en las comunidades autónomas, a la espera de consolidarse o no como tercera fuerza nacional en un incierto 23J para su partido, su hasta ahora baronesa más notable ve cómo mengua su influencia. hizo contener la respiración a en varias ocasiones porque en su mano tenía abrir o cerrar el paso a las iniciativas populares. Nunca entró en el Gobierno de Madrid, pero sí pudo condicionarlo a ratos desde fuera. Y eso la hacía también relevante en el partido a nivel nacional. Pero hoy su papel en la Asamblea de Madrid pierde fuerza porque sus votos ya no valen como antes frente a la mayoría absoluta del PP. Ella lo vio venir y quiso escapar, pero el partido frenó sus intenciones.

Monasterio quiso salir de la Asamblea de Madrid mucho antes del 28 de mayo. Buscar una alternativa para no quedarse enclaustrada en un espacio en el que su voz perdería relevancia. No pudo ser. Quiso dar el salto al Congreso. Pero se quedó en deseo. Distintas fuentes que conocen bien el papel que ha tenido la portavoz de Vox en Madrid en la trayectoria de la formación ultra aseguran que Monasterio "se quedó sin oportunidades" en el momento en el que la balanza se inclinó en el partido hacia perfiles más conservadores y duros, que reducían el poder de decisión del ala más liberal que representan ella y su marido, .

"Sacrificada"

En la pugna, explica una fuente que ha vivido los movimientos internos del partido, Espinosa de los Monteros ha logrado mantener su cargo como portavoz del grupo en el Congreso de los Diputados, pero "a cambio" de salvaguardar ese reducto de visibilidad y de poder que le permite seguir siendo uno de los rostros más reconocidos dentro de Vox, "la sacrificada ha sido ella", explican estas fuentes al analizar la situación actual de Vox a nivel nacional.

"Rocío pidió salir hace tiempo y no repetir", detallan, pero en el partido frenaron en seco sus intenciones de saltar a la política nacional, aunque con la proyección que ha tenido la política madrileña en los últimos cuatro años Monasterio ha sido una constante en la arena nacional. En la formación no niegan que las opciones para ella en el Congreso eran nulas. De hecho, ironizan sobre la posibilidad de tener a "otro matrimonio" en el hemiciclo. "Eso lo hacen en Podemos, no nosotros", relatan en referencia a e , apuntando que esa combinación "no funciona".

Futuro incierto

Su marcha siempre sobrevoló en la Asamblea la Madrid en el momento en el que se debían anunciar los cabeza de lista. Primero se dijo que quería marcharse al Ayuntamiento de la capital. En aquellos últimos meses de 2022, Javier Ortega Smith fue apartado de la Secretaría General y su fuerza dentro del partido tras las disputas con Macarena Olona por las elecciones andaluzas y los choques constantes con José Luis Martínez Almeida parecían dejarle fuera. Pero él pidió quedarse y Santiago Abascal no puso pegas. Monasterio se quedaba sin ese escape. Pero su perfil es indisoluble del de Espinosa de los Monteros, explican quienes conocen a ambos, "forman parte de un mismo pack", y no los quieren a los dos juntos en el Congreso. "Ella tiene un perfil muy válido, pero no quieren darle más peso" dentro del partido quienes hoy forman parte del núcleo duro de Santiago Abascal. Entre ellos se encuentran el vicepresidente Jorge Buixade, ultracatólico, ligado al Opus Dei y pasado falangista; y el propio Ignacio Garriga, secretario general del partido, pero sobre todo asesores e ideólogos como Kiko Méndez Monasterio o Ignacio de las Hoces.

Mientras Espinosa de los Monteros tiene todas las papeletas para mantenerse como portavoz en el Congreso tras el 23J y Ortega Smith, posibilidades de compaginar de nuevo la portavocía de Vox en el Ayuntamiento de Madrid con un escaño en la Cámara baja, Monasterio solo puede agarrarse, de momento, a la Asamblea de Madrid. Y cuando se le pregunta a ella sobre su futuro y si va a terminar la legislatura como portavoz en la oposición, todo son buenas palabras sobre la ingente labor que tiene por delante su partido en la Comunidad pero evasivas para no responder con rotundidad.

Además, los resultados del próximo añaden más dudas a su futuro. Los resultados pueden mover el tablero político y si PP y Vox suman y el partido ultra logra unos buenos resultados que le permitan exigir puestos en el Gobierno el salto a otros espacios distintos a la Asamblea aún es posible. Aunque su marcha dejaría el partido en situación de cierta orfandad en la cámara autonómica, con un relevo natural que sería José Luis Ruiz Bartolomé, su número dos en las últimas elecciones en detrimento de Íñigo Henríquez de Luna, su portavoz adjunto en la pasada legislatura.