Dos parejas se casan en Los Indianos: «Ustedes ponen la boda y el ayuntamiento la fiesta»

El salón de plenos de Santa Cruz de La Palma acogió antes del desembarco de la Negra Tomasa dos enlaces matrimoniales: ‘la boda prohibida’ y ‘la boda de Agaete’

Humberto Gonar

Humberto Gonar

Por más que el alcalde de Santa Cruz de La Palma, Asier Antona, se empeñe en decir que las ceremonias civiles no distan mucho de las religiosas, no pudo decir aquello de que «lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre». Eso sí, en su favor, tampoco ningún cura podrá desearle a las dos parejas de contrayentes su deseo: «larga vida a estas uniones que se constituyen el Día de los Indianos». Lunes de Carnaval y Asier presidió sus dos primeras bodas indianas como alcalde.

El regidor municipal, también diputado nacional, comenzó el día como la caja del turrón. No eran las siete y media de la mañana, las calles ya estaban puestas en Santa Cruz de La Palma y hasta tapizadas desde Los Indianitos con polvos talcos, y allí estaba él en el atrio del ayuntamiento, testigo de tantas hazañas en el pasado de Antonio Abdo y Pilar Rey. El propio Asier protagonizó su particular espera mientras atendía a los medios de comunicación, con una nutrida presencia de radios.

Ya a las nueve se abrió el salón de plenos de la capital palmera para acoger la primera de las bodas. En este caso se trataba de una ceremonia prohibida; no por connotaciones negativas, sino porque los novios, en especial ella, se había mostrado reacia ante el mucho jaleo con los medios de comunicación, máxime a sabiendas de que cuando finalizara el enlace ya la calle Real iba a tomar cuerpo con la embajada cubana, por lo que habían previsto salir por la puerta de atrás para evitar el jolgorio y garantizar su intimidad.

«Ustedes ponen la boda  y el ayuntamiento la fiesta»

«Ustedes ponen la boda y el ayuntamiento la fiesta» / Humberto Gonar

El sí quiero de los maestros

Daniel Toledo, nacido en 1989 en Las Galletas (Arona), y Carmen Ruiz, natural de Córdoba (1991), protagonizaron el primero de los dos enlaces celebrados en la mañana del Día de los Indianos en el salón de plenos; no en la zona de Presidencia de las sesiones, sino en una especie de coro que realza la belleza no solo del lugar sino también de la ceremonia civil.

A las puertas, Dani y Carmen pasaban desapercibidos con su atuendo indiano, elegante pero ajustado a la celebración que preside el Lunes de Carnaval en la capital palmera. Esta historia de amor se remonta a 2019, cuando los dos maestros coincidieron en su destino laboral en el colegio de Garafía, y aquellos encuentros trajeron la boda indiana. Él, profesor de Educación Física; ella, de Infantil, que con el devenir de los años imparten clases en el colegio Anselmo Pérez Brito, en Santa Cruz de La Palma.

Aunque la pareja se fragua en Garafía, compartían ilusión por celebrar su boda civil el Día de los Indianos. Dicho y hecho, aunque para ello solo contaran con una reducida representación del círculo más cercano de familiares y amigos, a falta de una segunda fiesta que se desarrollará en una hacienda de Córdoba, para la que tendrán que pasar algunos meses aún. Respetando la intimidad de la celebración, atendieron antes del enlace a los medios de comunicación en la primera boda indiana del alcalde Asier Antona. Eso sí, luego, ya se retiraron para celebrar en la intimidad la boda.

‘La boda de Agaete’

Veinte minutos después –las 9:20 horas–, segunda boda civil. «Hoy me estoy ganando el sueldo», comenzó al inicio del enlace el alcalde de forma distendida, después de poner en valor a la pareja formada por Manuel Alejandro García García y Naira Sosa Viera –procedentes del municipio grancanario de Agaete– que no se casaban en un día cualquiera –era festividad de Los Indianos– ni en un ayuntamiento de poca monta, «pues es la primera Corporación local democrática de España». Y en esta singularidad, Antona dijo: «ustedes ponen la boda y el ayuntamiento la fiesta», adelantando lo que estaba por venir horas después en la plaza de España, cuando se transformó en plaza de La Habana.

Alex, el novio, recordaba que el enlace se celebró en realidad porque estaban con los trámites para formalizar la hipoteca de un piso que iban a adquirir en común y «hacía falta la firma». Con prisas propusieron la fecha y agradecieron la entrega del personal municipal para que todo estuviera a punto. Tanto que el expediente para la boda llegó al ayuntamiento el pasado viernes.

Dos bodas en Los Indianos en La Palma

Dos bodas en Los Indianos en La Palma / Carsten W. Lauritsen

La pareja se conoció hace veinte años en una academia de baile de Gáldar gracias a que comparten la afición y también por la música latina, lo que los acercó a conocer Los Indianos. Aunque llevan diecisiete años como pareja, sortearon algún altibajo, explicó Álex, que recordó que hace cinco años interrumpieron la relación, él contrajo matrimonio con otra joven pero siempre en buena relación con Naira, que fue la madrina de aquel enlace. El paso de la vida lo llevó a dar por finalizada aquella etapa para reencontrarse con la que desde ayer se convirtió en su esposa, con la que incluso desde 2018 viajaba en un grupo de amigos para disfrutar de Los Indianos, los bailes y la música latina.

Él, natural de Santa María de Guía; ella, de Agaete; ambos regentan la administración de loterías número 56 en el Centro Comercial Las Ramblas, y Naira también es celadora en el Hospital Negrín, en Gran Canaria.

Desde el jueves de la semana pasada comenzaron a llegar a La Palma los ochenta invitados que, ataviados con ropa típica indiana, fueron testigos del enlace y, a su término, se sumaron entre la multitud a disfrutar del Lunes de Carnaval palmero, esperando incluso la llegada de la conga y la Negra Tomasa y sin que esta celebración descarte la que tienen previsto organizar en Agaete en próximas fechas para los que no pudieron acudir. El vínculo de esta pareja de Agaete con Los Indianos se remonta a hace siete años, tantos como ediciones se han sumado.

Entre los asistentes, Zelandia Cabrera Montesdeoca, de Agaete, que acude desde 2019 a la fiesta animada por su amiga Elena Cubas; ambas maestras. Zelandia se encontró a la novia por la calle, la invitó y no se lo pensó, una experiencia que ha compartido con sus hijos Samuel y Pablo; además de tener dos nietos de Samuel, Diego y María. Zelandia, con galas de indiana bienavenida, agradecía en presencia de Elena el día que la invitó en 2019 a participar de Los Indianos, y desde entonces no ha faltado a la cita, salvo por la pandemia, en 2021 y 2022. Y contando los días para la próxima edición.