Justo el día en que se cumple un mes del inicio de la erupción del volcán de La Palma, la Isla ha sufrido lo que es hasta el momento su sacudida más intensa desde que se iniciara la crisis sísmica.

Poco antes de las once de la noche, según los datos del Instituto Geográfico Nacional, se ha registrado un terremoto de 4.8 de magnitud, a unos 39 kilómetros de profundidad en el municipio de Mazo.

Según la calificación del centro científico, se trata de un seísmo fuerte, que se ha dejado notar en la práctica totalidad de la Isla. Los movimientos amparados dentro de esta tipología implican que se sienten dentro de los edificios, con oscilamiento de los objetos colgados y desplazamiento incluso de aquellos pequeños o inestables.

Poco antes de esta sacudida, la Isla soportó varios temblores que se encuentran dentro lo habitual durante la crisis sísmica, de entre 2 y 3 de magnitud y con una profundidad de en torno a 10 kilómetros, casi todos en Fuencaliente.