Debate en la Asamblea

Macron pone la guerra de Ucrania en el centro para recortar la distancia con Le Pen

La ultraderecha se abstiene en una votación en la Asamblea Nacional sobre el acuerdo de seguridad entre París y Kiev

El primer ministro francés, Gabriel Attal, durante el debate sobre Ucrania en la Asamblea Nacional, este martes.

El primer ministro francés, Gabriel Attal, durante el debate sobre Ucrania en la Asamblea Nacional, este martes. / EFE

Enric Bonet

Es la carta con la que Emmanuel Macron quiere reducir la distancia con la ultraderecha. El presidente francés ha puesto la guerra de Ucrania en el centro del debate. Eclipsado durante meses por el conflicto en Gaza y el malestar de los agricultores, el pulso bélico en el este de Europa vuelve a acaparar las conversaciones políticas y mediáticas. Esto no solo se debe a las dificultades de Kiev y la escalada provocativa de Moscú —con un aumento de los ataques informáticos y las fake news e insultos contra Macron—, sino también a una estrategia del dirigente centrista para remontar de cara a las europeas, en que el partido de Marine Le Pen le saca 10 puntos en los sondeos.

Esta apuesta táctica se ha visto reflejada este martes con un acalorado debate en la Asamblea Nacional. Macron y su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, firmaron el 16 de febrero un acuerdo de seguridad entre París y Kiev. Aunque no era indispensable, el presidente francés decidió someter ese pacto a una votación en el Parlamento y el Senado, con un resultado no vinculante. Por un lado, esta decisión le sirve para responder a las recurrentes críticas de la oposición de que toma decisiones sobre la guerra sin consultarlas con la representación nacional. Por el otro, ha obligado a la extrema derecha lepenista a posicionarse sobre el conflicto.

"Todos nuestros conciudadanos tienen el derecho de saber, sin ninguna ambigüedad posible, la posición de cada uno", ha asegurado el primer ministro, Gabriel Attal, desde el estrado en la Asamblea. El joven dirigente, de 34 años, ha criticado a aquellos partidos partidarios de la abstención o contrarios al pacto, que supone un aumento hasta 3.000 millones de euros de la ayuda militar francesa.

"No descartamos ninguna opción"

"Abstenerse supone huir, huir de las responsabilidades ante la historia", ha criticado Attal sobre la posición que la Reagrupación Nacional (RN, ultraderecha) ha mantenido en este escrutinio simbólico. "O somos pro-Macron o se nos acusa de estar con Putin", le ha respondido Le Pen. Los partidos de izquierdas se han dividido: los socialistas y verdes han votado a favor del acuerdo, mientras que los comunistas y la Francia Insumisa (afines a Sumar o Podemos), en contra.

"El mensaje del presidente de la República fue muy claro: no abandonaremos a Ucrania y no descartamos por principio ninguna opción", ha recordado Attal refiriéndose a las polémicas declaraciones del jefe del Estado, en que no descartó el envío de tropas de países de la OTAN en territorio ucraniano. Ante los titubeos de Washington, cuyos nuevos paquetes de ayuda están bloqueados en el Congreso, Macron quiere abanderar a una Europa que no flaquea en su apoyo al país invadido, a pesar de que la ayuda militar francesa resulta bastante menos cuantiosa que la alemana o la británica. Ha concentrado en las últimas semanas sus esfuerzos diplomáticos en este sentido. Y este mismo martes se ha reunido en el Elíseo con el presidente de Lituania.

El cambio en la posición de Macron, quien en 2022 se había caracterizado por su actitud dialogante respecto a Putin, ha coincidido con una mayor agresividad de Rusia contra Francia. Varios servicios del Estado galo sufrieron el fin de semana ataques informáticos de una "intensidad inédita", denunció el Ejecutivo. A mediados de febrero, circuló en las redes sociales un bulo macabro —pero elaborado con cierta sofisticación a través de inteligencia artificial— que decía que Macron había anulado una visita a Kiev por miedo de un atentado. Desde entonces, el dirigente centrista no termina de concretar su viaje a la capital ucraniana. "Es una gallina zoológica" que "se hace caca encima", afirmó el lunes en un tuit sobre Macron el expresidente ruso Dmitri Medvédev.

Una clase política cada vez más dividida

Tras haber subido el tono ante Moscú en las últimas semanas —con un estilo que no siempre ha gustado a sus socios europeos, especialmente al canciller alemán Olaf Scholz—, Macron no solo ha enrabietado a los dirigentes rusos, sino que también ha logrado que la guerra recupere centralidad en el debate francés. Confía en que esto le sirva para recortar la distancia respecto a Le Pen. La RN recibió en el pasado dos préstamos (de unos 9,4 millones de euros) por parte de bancos rusos cercanos al Kremlin. Su posición respecto al conflicto en Ucrania ha oscilado desde la Putinofilia y justificar la anexión de Crimea en 2014 a un tibio apoyo a la causa ucraniana desde 2022.

Aunque el debate sobre la guerra incomoda a la ultraderecha, no está claro que sirva para reducir la distancia entre el lepenismo y el macronismo. Según un amplio sondeo, publicado el lunes en el diario Le Mondela RN obtendría el 31% de los votos el 9 de junio y la coalición del presidente, apenas el 18%. Es decir, nueve puntos menos que en las presidenciales del 2022.

En la carrera hacia el Elíseo, la conmoción por el inicio de la invasión rusa ayudó a Macron a ganar esos comicios. Pero la percepción de los franceses sobre el conflicto ha cambiado durante los dos últimos años. Se ha debilitado su respaldo —aunque continúa siendo mayoritario—a la ayuda armamentística y las sanciones contra Rusia. Y la gran mayoría de la población se opone al envío de tropas, según los sondeos.

"Las declaraciones belicistas del presidente (…) fueron impactantes para nuestros compatriotas", ha criticado el diputado comunista Fabien Roussel. "¿Aceptamos que Francia, una potencia nuclear, se ponga en una situación de guerra ante Rusia, otra potencia nuclear? Es la cuestión a la que debemos responder", ha insistido el insumiso Arnaud Le Gall. A diferencia de otros debates parecidos sobre Ucrania en la Asamblea en que predominó el consenso, esta vez ha sido más crispado y eso se ha reflejado en la votación: 372 votos a favor, 99 en contra y 101 abstenciones.

"Vuestros hijos no morirán en Ucrania", dijo el lunes Zelenski en una entrevista en la cadena BFM TV. En Kiev saben que la insinuación del envío de tropas de países de la OTAN menoscaba el apoyo a la causa ucraniana de las opiniones públicas occidentales. Pese a tener una repercusión política y mediática evidente, la estrategia de Macron resulta arriesgada. Y puede tener efectos contraproducentes tanto en el ámbito internacional como el nacional.