Entrevista | Kay González Vilbazo Biólogo, físico y empresario especializado en turismo sostenible

Kay González: «Hasta el empresario más cínico sabe que el modelo turístico en las Islas debe cambiar»

"Estamos aún lejos de cumplir los ODS aunque hemos logrado concienciar a la población", asegura el empresario y biólogo

Kay González Vilbazo.  | | EL DÍA

Kay González Vilbazo. | | EL DÍA / Miguel Ayala

Criado en avión entre Alemania y Tenerife, este profesional del turismo y la docencia tuvo claro hace cuatro lustros que el futuro de la actividad turística en las Islas pasaba por la sostenibilidad. «Es mejor pecar de sobreproteger el medio ambiente que hacer todo lo contrario», dice.

¿Hacia dónde se mueve Canarias en materia de sostenibilidad y turismo?

La sociedad canaria claramente ha entendido la situación límite hacia la que se mueven algunas zonas de las Islas por culpa de la masificación turística. Creo que todos y todas sabemos que las claves son la mesura y cuidar lo que hemos heredado de generaciones anteriores con el objetivo de preservarlo para las venideras. Parte de la clase política también entiende el problema y busca soluciones, pero en política las cosas nunca son sencillas.

¿Es un asunto complicado abordar mejoras y cambios en un actividad de la que tanto dependemos en el Archipiélago?

Mucho. Debemos tener en cuenta que en las Islas confluyen multitud de intereses y hay que encontrar soluciones que beneficien a todas las partes. El límite estratégico lo debería marcar el principio de irreversibilidad: no se destruye lo que no se puede recuperar. Es mejor pecar de sobre proteger el medio ambiente y nuestro entorno natural y cultural que hacer todo lo contrario.

¿Vivimos ahora las consecuencias de la falta de experiencia y previsión medioambiental que hubo con el surgimiento del boom turístico en las décadas de los años 60, 70 y 80 del pasado siglo?

Efectivamente. Nuestra desgracia fue que el inicio del turismo, sobre todo en los 70 y 80, coincidió con la aparición de los viajes baratos. Hay un cambio de modelo turístico en esa época, que pasa de pocos viajeros de nivel económico alto a la masa de toda la clase media que ahora tiene acceso a viajar. Eso es algo que nos ha beneficiado a todas y todos a quienes nos gusta viajar pero las consecuencias negativas no las podían prever nuestros políticos en aquella época.

¿Cuándo y cómo nace su interés por combinar turismo y sostenibilidad?

Tras formarme en las universidades de Colonia y Bonn, en Alemania, comienzo a trabajar en la Universidad de Illinois, en Chicago (EEUU), hasta que en 2016 regreso a Tenerife para emprender proyectos de turismo sostenible fundando con mi familia AD Alberto Dorner-Villas, un proyecto de alquiler de viviendas en Icod de los Vinos donde pusimos mucho énfasis a la hora de ofrecer experiencias responsables con el medio ambiente, auténticas, individuales y exclusivas, dirigidas a clientes internacionales de alto standing.

¿Exactamente qué cumplimientos se requieren para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible que Naciones Unidas establece para 2030?

Pues no lo sabemos con exactitud. Hay 17 objetivos de desarrollo de sostenibilidad propuestos por la ONU, que aspiran a ser universales, pero entre ellos hay algunos más concretos que son los que nos interesan realmente en Canarias. La lógica de estos es clara: proteger el medio ambiente y fomentar el desarrollo de derechos sociales para un mundo sostenible. Estamos aún lejos de cumplirlos aunque ahora mismo lo importante es concienciar a la población de la situación y, al menos en eso, creo que sí hemos progresado.

"Necesitamos planes generales para mejorar núcleos urbanos, accesos, comunicaciones"

¿Estamos aún a tiempo de revertir esta situación?

No sé si revertir es un objetivo realista pero al menos deberíamos aspirar a no empeorar la situación y mejorar lo que hay. Cada vez viven más personas aquí y vienen más turistas a visitarnos. Hay que tener una visión de futuro y propuestas concretas.

¿Es significativa la huella de carbono que en el computo general, dentro y fuera de Canarias, genera la actividad turística?

Por supuesto: millones de turistas volando, alquilando coches, visitando espacios protegidos... Y eso es así tanto aquí como en el resto de regiones turísticas del planeta. Pero esa huella de carbono nos exige no solo un cambio de modelo turístico sino también un cambio en nuestra propia forma de vivir. Por ejemplo, no podemos pretender llegar con nuestro coche a todos lados en 10 minutos y sin tráfico. En ese sentido, hay que facilitar que la gente trabaje y realice sus gestiones cerca de su lugar de residencia reduciendo la dispersión urbanística. El desplazamiento en vehículo privado debería ser la excepción y no la norma.

¿Quién controla que un hotel sea o no responsable en convertir su actividad en sostenible?

Ahora mismo el control es voluntario. Siempre y cuando no viole la normativa vigente, es el alojamiento quien decide si asume dicha responsabilidad medioambiental en su actividad. Si es así, pueden encargar un análisis y certificación a las organizaciones competentes para realizar esa labor. Hay algunas certificaciones de referencia, como la ISO 14001, otorgada en España por agencias gubernamentales o entidades privadas, que realmente constatan el esfuerzo sincero y eficiente de las empresas.

¿Deberíamos apostar por un turismo más selectivo, menos de masa y sí de mayor calidad; o lo que es lo mismo, reducir en las Islas el número de visitantes volcándonos en atraer a viajeros y viajeras dispuestas a gastar más? Usted defiende mejores clientes frente a más clientes pero, sin embargo, los políticos y empresarios se frotan las manos con los récords de llegadas de turistas a Canarias.

Creo que hasta el empresario turístico más cínico sabe que así no podemos seguir. Está claro que hay que cambiar el modelo. Hay que ser más eficientes, asegurando que con menos turistas el nivel de trabajo e ingresos no baje o, mejor aún, que suba.

El turista de masa viene a Canarias a disfrutar de sol y playa a precios económicos. Pero una sociedad que quiere progresar no puede depender de ese turista porque nos va a abandonar en cuanto haya un destino con sol y playa más barato. Llevamos unos años en los que nos ha ayudado la crisis de los países del sur del Mediterráneo aunque tarde o temprano habrá destinos que nos ganen bajando precios. Y esa batalla no la vamos a ganar ni, al menos esa es mi opinión, deberíamos ganarla. Hay que implementar un modelo alternativo. Lo increíble es que a día de hoy y con nuestra vasta experiencia en el ámbito turístico no seamos el destino más lujoso de Europa: tenemos un clima envidiable; una naturaleza espectacular por belleza y diversidad y, entre otros muchos factores diferenciadores, una cultura tradicional que hasta ahora ha sobrevivido con relativa salud.

"Siempre que no viole la normativa, es el alojamiento quien asume su responsabilidad medioambiental"

¿Qué medidas cree que en planeamiento turístico se deben tomar en Canarias?

Necesitamos planes generales para mejorar los núcleos urbanos, los accesos, las comunicaciones, reducir la dispersión urbanística… Con el aumento poblacional de las Islas, esto debería ser un asunto tan fundamental como urgente.

¿Sólo eso?

En absoluto. También habría que legislar con fundamento y mucha dureza la protección de nuestras costas y parajes naturales. Los viajeros de calidad están encantados de alojarse más lejos del frente marítimo si a cambio les ofrecemos costa sin urbanizar que puedan visitar. Otro factor imprescindible que debemos explotar, de vital importancia según mi experiencia, son los senderos y carriles bici en el Archipiélago: tenemos un amplísimo número de turistas que disfruta explorando a pie o en bici las Islas, algo de lo cual podríamos beneficiarnos quienes habitamos esta región si se nos facilitan vías para trasladarnos a pie o en bici a la venta de la esquina, a la playa o al pueblo de al lado. Cada peatón o ciclista es un coche menos.

Usted mencionó antes que en el caso de Canarias sería vital una reducción de la planta alojativa.

Exactamente. Si queremos proteger la naturaleza de las Islas y atraer a visitantes de un mayor nivel adquisitivo, hay que ofrecer menos alojamientos pero de más calidad. La permeabilidad de los resorts, asimismo, es otro factor en el cual deberíamos trabajar todos los agentes implicados en el sector turístico canario permitiendo e incentivando, con la puesta en marcha de adecuadas medidas administrativas, que la población insular participe de los beneficios de esta actividad en el Archipiélago. El todo incluido tiene que ser reemplazado por el todo abierto, facilitando que pequeños negocios locales de la zona puedan ofrecer sus productos a las y los clientes de los establecimientos hoteleros.

"No sé si revertir lo hecho en el pasado es algo realista pero al menos debemos no empeorarlo"

No hemos hablado de la tasa turística, un asunto que sólo pronunciarlo en las Islas levanta ampollas.

Pues está presente en casi todos los destinos turísticos de calidad del mundo y es una manera muy suave de repartir costos y beneficios entre todos. Además, ayuda a costear parcialmente las infraestructuras que usan los viajeros compensando el impacto del turismo. Es un tema que tarde o temprano habrá que abordar.

¿Hablamos de derribar o prefiere no abrir ese melón? El espacio físico de nuestra región es el que es y, sin embargo, en Canarias parece que no sabemos poner fin a nuevas construcciones turísticas.

Quizá no sea necesaria una medida tan radical, al menos por el momento. El arquitecto canario de prestigio internacional Fernando Menis, por ejemplo, tiene un precioso proyecto de renovación en la zona costera de Tacoronte, en Tenerife, basado en unas intervenciones mínimas para mejorar el aspecto y la funcionalidad de la zona. De hecho, ya nuestro añorado César Manrique proponía ese tipo de soluciones: limitar la expansión y mejorar lo que hay.

"Para atraer turistas con mayor poder adquisitivo hay que huir del turismo de masas"

Tanto en materia turística como de protección medioambiental, en los Objetivos de Desarrollo Sostenible que para 2030 y de obligatorio cumplimiento establece en su agenda Naciones Unidas, se insiste en la necesidad de implicar y favorecer a la masa social de cada región con las iniciativas que se pongan en marcha. ¿Cuál es su opinión?

Pues para mi es un aspecto muy importante que generalmente queda excluido cuando se habla de sostenibilidad: es la gente de nuestras Islas. Somos parte de ellas y merecemos tanta protección como los dragos, playas o volcanes.

En nuestros proyectos turísticos siempre insisto mucho en contratar y formar a gente local; buscar proveedores de la zona; apoyar las fiestas y tradiciones del lugar; trabajar con el ayuntamiento –en nuestro caso el de Icod de los Vinos– para colaborar en lo que el pueblo pueda necesitar; ayudar a otros pequeños empresarios con formación y documentación para mejorar la economía del municipio… Ese compromiso lo echo mucho de menos en gran parte de la industria turística canaria. Tenemos nuestros negocios aquí y habría que compartir los beneficios del turismo con la gente que vive en el territorio que nos acoge.

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