Los trabajadores de más de 60 años suben en Canarias un 25% con la reforma de las pensiones

El mercado laboral canario experimenta una especie de boom del empleo sénior. Dos años después de aprobarse el primer paquete de medidas para la reforma del sistema público de pensiones, todas las comunidades autónomas han visto incrementarse el número de trabajadores de más de 60 años en mayor o menor cantidad. Sin embargo, el caso del Archipiélago es único y extraordinario. No en vano, las Islas son, y con mucha diferencia, la región española donde más ha aumentado la cifra de sexagenarios en activo, ya sea como asalariados en empresas o como empleados por cuenta propia. La Seguridad Social contabiliza hoy en Canarias un 25,3% más de trabajadores mayores de 60 años que en enero de 2022, cuando entró en vigor la ley con las primeras medidas para la reforma de las pensiones.

En esa ley, la 21/2021, de 28 de diciembre, de garantía del poder adquisitivo de las pensiones, se endurecieron los requisitos y condiciones para la jubilación anticipada. A partir de la promulgación de esa nueva normativa, es decir, a lo largo de los dos últimos años, el mercado laboral experimentó en España dos fenómenos estrechamente relacionados: por un lado, un cada vez mayor número de trabajadores opta por retrasar el retiro laboral; por otro, y en paralelo, se incrementa de forma notable la cifra de empleados –ya sea por cuenta propia o por cuenta ajena– que permanecen en sus puestos más allá de los 60. En este sentido, el Gobierno central ha cumplido con creces el objetivo de retrasar, siquiera por unos meses, las salidas prematuras del mercado de trabajo. Con todo, el ritmo al que se ha disparado en la Comunidad Autónoma la mano de obra sexagenaria es muy superior al del resto del país y muy muy superior al del total de ocupados, de modo que en las Islas también entran en juego, con mayor peso que en los demás territorios, otros factores socioeconómicos: la tendencia generalizada hacia una mayor duración de la vida laboral; la necesidad de garantizar el nivel de ingresos tras tres años de una inflación sin precedentes, incluidos aquí quienes compaginan pensión y salario por jubilación parcial; y la falta de trabajadores que sufren subsectores como los servicios y la construcción, justo los dos pilares de la economía canaria.

En enero de 2022, el primer mes con la reforma del sistema de pensiones en vigor, el número de afiliados a la Seguridad Social en el Archipiélago era de 821.980 –al tratarse de los datos oficiales del Ministerio la cifra no coincide con la de la Encuesta de población activa del INE, entre otras cosas porque esta incluye entre los ocupados a aquellos que lo están en la economía sumergida–. Hoy, dos años y casi tres meses después, la cantidad de trabajadores de alta en la Seguridad Social ya llega a los 903.196. El empleo se ha incrementado así en la Comunidad Autónoma un más que notable 9,9%. Una sensible subida al calor del enésimo boom turístico que, sin embargo, palidece ante la experimentada por los afiliados de más de 60 años, que con el susodicho 25% han aumentado en Canarias casi tres veces más que el total de ocupados. En estos momentos hay en el Archipiélago, siempre de acuerdo con los últimos datos oficiales, 63.981 trabajadores con edades comprendidas entre los 60 y los 64 años. Son 12.918 más de los que había en enero de 2022, cuando la Seguridad Social contabilizaba 51.063. El alza es, exactamente, de un 25,3%.

Duplica la media

Para hacerse una idea de la magnitud de ese incremento basta con apuntar que es el mayor de todo el país, incluidas las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. De hecho, no hay en España ninguna otra región donde el crecimiento del empleo sénior llegue siquiera al 20%. Pero ni de lejos. La siguiente comunidad en este particular ranking es Baleares, donde los sexagenarios en activo han aumentado un 18,7% desde la entrada en vigor de las primeras medidas para la reforma de las pensiones, y el podio lo completa la Comunidad de Madrid, donde el alza ha sido del 16,7%. Es más, en el conjunto del Estado, la mano de obra sénior subió en el período en cuestión un 13,8%, con lo que el incremento en la región prácticamente duplica la media nacional.

Y si extraordinario es el crecimiento del colectivo de trabajadores de entre 60 y 64 años de edad, no menos llamativo es el experimentado por el grupo de empleados que ya superan los 65 años. Más bien al contrario: es aún mayor. A comienzos de 2022 había en las Islas un total de 14.025 ocupados por encima de la edad que históricamente ha marcado en España el pase a la jubilación, si bien aquella viene incrementándose de forma progresiva desde la reforma del sistema. El caso es que hoy son 17.876 quienes continúan como asalariados en las empresas, o como autónomos al frente de su negocio, pese a superar, algunos con creces, los 65 años. El aumento es aquí de un 27,4%, dos puntos superior al experimentado por el colectivo de trabajadores de entre 60 y 64 años de edad. De modo que los cambios en la pirámide de población o pirámide demográfica se observan también con claridad en el mercado laboral, que permite corroborar que Canarias ya no escapa del problema del envejecimiento que tanto compromete el futuro de varias provincias del interior de la Península.

En suma, los 81.857 asalariados y autónomos que permanecen en activo en las Islas a pesar de ser ya sexagenarios –se trata, por supuesto, de la mayor cifra de la historia– representan un 9,1% del total de ocupados. De continuar la actual tendencia, se superará el 10%, y es probable que con creces, en los próximos años. En enero de 2022, cuando el Gobierno central puso la primera piedra de la reforma del sistema público de pensiones, los mayores de 60 suponían el 7,9% del total de afiliados, con lo que su peso ha crecido en más de un punto en apenas un par de años.

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