Hacienda vigila a los autónomos: estas son las sanciones que podrían recibir

La declaración trimestral del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), sigue siendo un quebradero de cabeza para los emprendedores. Según los datos de la Seguridad Social, existen 3,34 millones de autónomos en España, y todos ellos deben cumplir con las obligaciones fiscales y declarar los gastos e ingresos, incluido el IVA.

Aquellos que no cumplan con las obligaciones fiscales podrían enfrentarse a multas o sanciones impuestas por la Agencia Tributaria, lo que podría afectar negativamente al desarrollo de sus negocios.

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Trámites que deben realizar los autónomos

Para presentar la declaración trimestral del IVA, los autónomos deben completar el modelo 303, un documento que se puede descargar a través de la sede electrónica de la Agencia Tributaria. Otros prefieren dejar en manos de los gestores la complementación de los trámites.

En algunos casos, además del modelo 303, Hacienda puede exigir otros documentos, dependiendo de la situación de cada autónomo, es decir, si este tiene empleados a su cargo, también deberá presentar las declaraciones de las retenciones del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) a través del modelo 111.

Sanciones de la Agencia Tributaria

El organismo tiene la potestad de imponer sanciones o multas si no se cumple con la declaración del impuesto. Según la Ley 11/2021 que entró en vigor en julio de 2021, los recargos por presentar el IVA fuera de plazo son menores que los aplicados anteriormente. En la actualidad, se penaliza con un recargo del 1% por cada mes de retraso, sin incluir intereses de demora. Pasado el año desde la fecha límite, los recargos subirán hasta el 15%.

En caso de incumplimiento, la Agencia Tributaria puede enviar un requerimiento para que el contribuyente presente el modelo 303. Además del recargo mencionado con anterioridad, el requerimiento puede ir acompañado de una multa, cuyo valor puede oscilar entre el 50% y el 150% del importe del IVA trimestral. En la mayoría de los casos se impone una multa mínima de 300€.

La Agencia Tributaria también podrá sancionar por la pérdida de facturas, por lo que es aconsejable archivar todas las facturas que justifiquen los ingresos y los gastos del autónomo. Así mismo, también se deberán tener guardadas las respectivas declaraciones del IVA o el IRPF de al menos un periodo de cinco años, ya que en caso de una inspección, la Hacienda Pública podrá solicitar la documentación en caso de que se produzca alguna incongruencia.

En muchos de los casos, también se presentan facturas que no tienen relación alguna con el desarrollo de su actividad económica, con las que Hacienda puede abrir un procedimiento de inspección que finalice con sanciones económicas.