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Irlanda expande su mayor puerto pesquero para atraer más descargas de flota gallega

Diseña la ampliación en 100 metros de Killybegs, al que dará más calado para acoger actividad de frigoríficos

Nuevo récord de valor del pescado foráneo en sus muelles

Buques pesqueros amarrados en el muelle irlandés de Killybegs.

Buques pesqueros amarrados en el muelle irlandés de Killybegs. / FDV

Lara Graña

De los 14 buques de Gran Sol que esta semana subastaron sus capturas en el puerto de Vigo, solo dos no lo hicieron por camión. Fueron el Loira y Ferreira Martínez, ambos de capital gallego pero bandera francesa, como consta en los registros de la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI). Los demás –Punta VixíaSpicaFaro Picamillo o Armavén Tres– vaciaron sus bodegas en puertos como Douarnenez y, sobre todo, en el irlandés de Castletownbere. Es una práctica ya generalizada: los barcos se ahorran un tránsito vacíos y los vehículos frigoríficos hacen ese trabajo por carretera, restando actividad en las dársenas de O Berbés. Un proceder que ha maximizado la Bord Iascaigh Mhara (BIM) de Irlanda, con la modernización de infraestructuras para acoger mayor volumen de descargas y con la intención ulterior de dar músculo a su propia industria de elaborados de pescado. De momento, este último objetivo no se ha consumado, pero Dublín va a perseverar. Por lo pronto, con la ampliación de su mayor puerto pesquero, el de Killybegs; ya ha iniciado el proyecto formal para el diseño de los nuevos puntos de amarre.

El departamento de Pesca del Gobierno del país (Department of Agriculture Food and the Marine) recibirá ofertas, hasta el 10 de agosto, para trabajos de consultoría que permitan avanzar en esta obra. Ha destinado 152.000 euros a este contrato público. La pretensión es la siguiente: ampliar el muelle en 100 metros adicionales –ahora cuenta con dos, de unos 117 y 85 metros cada uno– y aumentar el calado hasta los doce. “El objetivo de este proyecto –expone la oficina de licitación pública– es garantizar que el puerto pueda atender el creciente número de embarcaciones, el aumento de la eslora de las embarcaciones, en particular las embarcaciones extranjeras que utilizan el puerto”. Con el foco puesto en la flota de capital español, como antes había ambicionado el de Castletown. Además, el Ejecutivo local pretende “preparar el puerto para futuras expansiones en el sector de pescado/harina de pescado y facilitar el atraque de buques frigoríficos de hasta 150 m de eslora durante la temporada alta de pesca”.

Según el balance anual elaborado por el BIM, la actividad en los muelles irlandeses fue singularmente positiva, pese al fortísimo revés del Brexit, a la pérdida de embarcaciones operativas y al impacto de la invasión de Ucrania. Con un factor determinante: las descargas realizadas por barcos de capital extranjero. Sobre todo, de Galicia. El valor de estas capturas alcanzó el año pasado los 171 millones de euros, récord de la serie histórica disponible. De cada cien euros computados –por valor de esas descargas– por el puerto de Castletown, 75 correspondieron a la actividad ejercida por arrastreros o palangreros de capital vigués. La proporción en Killybegs fue muy inferior, del 30%; en Dingle, donde trabajan también buques como el Faro Silleiro Dos, supera el 60%. En suma, el BIM computó descargas por 260.400 toneladas en todo el país, muy por debajo de los valores del ejercicio anterior (314.600 toneladas) pero a un precio más elevado.

Objetivo final

En 2018, como detalló este periódico, fue el puerto de Castletownbere el que se puso manos a la obra para mejorar su infraestructuras y captar mayores índices de actividad. Fue cuando se aprobó una inyección de 23,5 millones de euros para aumentar en 216 metros la superficie de atraque y al ampliar en 9.000 metros cuadrados la zona de almacenamiento. La hoja de ruta definitiva pasa sin duda por conseguir que Irlanda no solo asuma íntegramente las descargas del caladero de Gran Sol, sino de asumir su venta y detraer al máximo volúmenes a Vigo, líder europeo en pesca fresca. Por lo pronto, que ubicaciones como Castletown, Killybegs o Dingle hagan acopio de barcos reduce la actividad logística o de aprovisionamiento de empresas que operan en O Berbés, para el suministro de bienes como el hielo, los pertrechos para la tripulación, gasóleo o útiles y trabajos de reparación.

La armadora viguesa del “Skellig Light II”, con base en Cork, recibió 1,54 millones por su desguace

Es una oportunidad que Irlanda quiere aprovechar, además, para contrarrestar el golpe de la desconexión de Reino Unido de la UE –con la consiguiente pérdida de áreas de pesca–, por el que el Gobierno ha dispensado importantes ayudas al sector. Por ejemplo, con el reparto de 9,5 millones en lo que va de año para el desguace de buques. Una de las armadoras beneficiarias ha sido Skellig Fish Limited, propietaria del Skellig Light II, de capital vigués: recibió 1,546 millones de euros, como figura en el balance oficial. El arrastrero, del año 2022 y con algo más de 33 metros de eslora, terminó sus días en un astillero de desmantelamiento de Gijón. Unidades como el Monica IIAquilaLe Dolmen o Catherine R corrieron la misma suerte. Las subvenciones a la paralización temporal superan ya, por su parte, los 30 millones de euros.

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